
BUENOS AIRES, 17 mar (Xinhua) -- Universidades de Argentina iniciaron este lunes un paro nacional por 48 horas en reclamo de mejoras salariales para el personal docente y no docente, así como de mayores fondos presupuestarios para garantizar su normal funcionamiento y tareas de investigación.
La medida fue convocada por distintas entidades gremiales, entre ellas la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu), el Frente Sindical de Universidades Nacionales (FSUN) y el Sindicato de Docentes de la Universidad de Buenos Aires (Feduba).
Este nuevo paro se enmarca en una serie de protestas que las universidades vienen realizando desde el año pasado, con medidas de fuerza en los meses de abril, mayo, agosto, septiembre y octubre, en respuesta a la falta de soluciones a sus demandas.
Los organizadores de la huelga dijeron a Xinhua que el paro se decidió "porque desde que asumió el Gobierno de Javier Milei, en diciembre de 2023, hemos perdido el equivalente a cinco salarios".
"Para recuperar lo perdido necesitaríamos un aumento del 33 por ciento sobre el mes de febrero. Paramos porque las condiciones laborales y de cursada empeoran día a día. Paramos para evitar la sangría de docentes que deciden renunciar por los magros salarios y de estudiantes que dejan las aulas por no poder solventar viáticos y gastos mínimos", añadieron.
El secretario general de Feduba, Pablo Perazzi, consideró que "el Gobierno ha tomado nota de la magnitud de este paro total, sin concurrencia a los lugares de trabajo".
El dirigente gremial sostuvo que "las universidades son centros de producción de conocimiento crítico, por lo que su desguace no es casual, sino que responde a una política premeditada del Gobierno".
La Feduba emitió un informe en el que advirtió que, desde la asunción del presidente Javier Milei, los docentes universitarios han perdido 71 puntos frente a la inflación. "Se trata del peor retroceso de los últimos 20 años, producto de paritarias que no son tales y que siempre se definieron por debajo de la inflación", señala el documento.
Además, el informe sostiene que "es evidente que las universidades nacionales no encajan con el país que proyecta el modelo libertario" y denuncia la falta de señales por parte del Gobierno para recuperar el poder adquisitivo de los salarios.
Por su parte, Federico Montero, Secretario de Organización de la Conadu, sostuvo que las casas de altos estudios de Argentina carecen de presupuesto este año "por una decisión política del Gobierno nacional de no debatirlo en el Congreso".
"Esto significa que se manejan con una prórroga del presupuesto del año anterior, lo cual no solamente implica consolidar la pérdida presupuestaria y salarial que teníamos, sino la completa arbitrariedad en el manejo de los fondos públicos", remarcó el dirigente.
En septiembre de 2024, el Congreso aprobó una Ley de Financiamiento que declaraba la emergencia presupuestaria del sistema universitario. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, la medida implicaba un impacto fiscal equivalente al 0,14 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Sin embargo, el Ejecutivo vetó la norma al considerarla incompatible con su política de "déficit cero" y argumentó que no especificaba los recursos con los cuales se habría de solventar el mayor desembolso.
La norma vetada por el Ejecutivo declaraba la emergencia presupuestaria del sistema universitario y proponía una distribución del 85 por ciento del presupuesto para salarios y el 15 por ciento restante para gastos generales. Además, contemplaba un mecanismo de actualización bimestral basado en una fórmula que combinaba el Índice de Precios al Consumidor, la variación del tipo de cambio (paridad peso-dólar) y el ajuste en las tarifas de los servicios públicos.
También toman parte del paro de 48 horas la Federación de Docentes de las Universidades (Fedun), la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), la Asociación Gremial de Docentes de la Universidad Tecnológica Nacional (Fagdut), la Federación Argentina del Trabajador de las Universidades Nacionales (Fatun) y la Unión Docentes Argentinos (UDA).
Según un reporte de la Universidad de Buenos Aires (UBA), la mayor del país por cantidad de estudiantes y alma mater de los cinco premios Nobel argentinos, esta institución sufrió en 2024 una reducción presupuestaria de al menos un 26 por ciento en términos nominales y del 80 por ciento en términos reales de su presupuesto para educación, salud, ciencia, técnica y hospitales universitarios.
Asimismo, según datos del Observatorio de Argentinos por la Educación, la inversión nacional en educación dentro del Presupuesto 2024 se contrajo un 40 por ciento en comparación con 2023.
En tanto, durante el primer bimestre del año, el Gobierno argentino ofreció aumentos salariales del 1,5 por ciento para enero y del 1,2 por ciento para febrero, incrementos que los gremios rechazaron por considerarlos insuficientes frente a la inflación de esos meses, que fue del 2,2 por ciento en enero y del 2,4 por ciento en febrero.