SÍDNEY, 12 mar (Xinhua) -- El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, dijo el miércoles que su país no impondrá aranceles de represalia a Estados Unidos, pese al intento fallido de asegurar una exención de los impuestos de importación de la Administración Trump sobre el acero y el aluminio australianos.
"Esto va en contra del espíritu de la amistad duradera de nuestras dos naciones y fundamentalmente en desacuerdo con los beneficios que nuestra asociación económica ha proporcionado durante más de 70 años", afirmó en una rueda de prensa en Sídney.
Albanese calificó los aranceles de "totalmente injustificados" e indicó que la decisión del presidente Donald Trump es sin duda una medida negativa para la relación EE. UU.-Australia.
Esta medida arancelaria también eleva los costes de importación en Estados Unidos, los cuales serán asumidos por los estadounidenses, no por los australianos, enfatizó.
Albanese confirmó que Australia no tomará represalias contra los aranceles de Trump, explicando que tales acciones solo aumentarían los precios para los consumidores australianos e impulsarían la inflación.
Al argumentar los beneficios del comercio australiano y su impacto positivo en la población estadounidense, Albanese aseveró que Australia seguirá colaborando de forma constructiva con Estados Unidos.
El 10 de febrero, Trump firmó órdenes ejecutivas para elevar los aranceles sobre el aluminio del 10 al 25 por ciento, alineándolos con la tasa arancelaria existente para el acero.
También decidió eliminar las cuotas libres de impuestos, exenciones y exclusiones para los aranceles del acero y el aluminio.
Se espera que se vean afectadas exportaciones australianas por valor de unos 630 millones de dólares estadounidenses.