LA HABANA, 7 mar (Xinhua) -- El Gobierno de Cuba acelera el paso en el cambio de la matriz energética en busca de la producción de electricidad con fuentes renovables para disminuir la dependencia de la isla de la importación de combustibles fósiles.
En la última semana de febrero quedaron inaugurados los dos primeros parques solares, uno en La Habana y otro en Cienfuegos, en el centro-sur del país, del plan gubernamental de construir este año 55 instalaciones similares con tecnología china.
Otros dos campos de paneles solares están a punto de concluirse en la oriental ciudad de Bayamo y en la central Sancti Spíritus, mientras la construcción de varias instalaciones similares avanza a lo largo y ancho del país.
A partir de unos 42.500 paneles solares cada uno, cada parque aportará 21,8 Megawatts (MW) al sistema eléctrico de la isla caribeña como parte del plan gubernamental, con respaldo de China, para recuperar la red nacional eléctrica.
Para cumplir esa estrategia, el Gobierno planea la instalación de 92 parques hasta 2028, que aportarán más de 2.000 MW de energía solar.
El programa gubernamental prevé recuperar capacidades en las redes de generación distribuida, que se realiza con motores, y en las termoeléctricas que consumen combustible nacional, así como rehabilitar redes eléctricas, incentivar la racionalidad en el consumo e impulsar la transición energética.
Al comentar la apertura de los dos primeros parques, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O, dijo a la prensa local que no se trata de una gran termoeléctrica, ni una gran hidroeléctrica, sino de un proceso inversionista "para sumar muchos poquitos".
De la O aseguró que ese macro programa aportará energía a la red eléctrica desde la salida del sol hasta el anochecer, porque algunas instalaciones no vienen con baterías, aunque otras sí.
El ministro dijo que en algunos lugares se van a montar sistemas para lograr una gran acumulación de energía en las subestaciones, de las zonas oriental, central y occidental del país.
"Primero utilizamos la experiencia implementada en Isla de la Juventud (al sur del occidente cubano), donde se montó un modelo de ese tipo, por parte de una de las mejores empresas en esa actividad en el mundo, y ahí estudiamos, aprendimos y nos capacitamos para ahora extender esa metodología al resto de Cuba", afirmó De la O.
Explicó que en cada provincia se estudian los lugares donde pueden ser instalados los parques, que tienen que construirse en tierras no aptas para el cultivo y a distancia prudencial uno de otro para que los nublados no afecten la generación general.
De la O señaló que hay un grupo de científicos y estudiantes de las universidades, dedicados a elaborar tanto un mapa eólico, como un mapa solar de Cuba, que incluye la ubicación de todos los parques.
En el país se trabaja con las energías renovables desde 2007, cuando se montaron los primeros parques eólicos en el norte de la oriental provincia de Holguín, y unos pequeños aerogeneradores en Isla de la Juventud; sin embargo, es ahora que toma vuelo la generalización de esa práctica.
Cuba vive desde hace varios meses una dura situación energética con largos cortes del suministro de electricidad que afectan la vida cotidiana y la marcha de la economía.
En los últimos meses ningún territorio ha escapado a los cortes que duran por lo regular unas seis horas diarias en La Habana, principal núcleo urbano donde viven unos dos millones de personas, aunque en provincias el suministro de electricidad apenas alcanza a unas cuatro horas por jornada.
En la isla hay ocho termoeléctricas con 20 bloques de generación, aunque solo 16 están disponibles, pero casi todos tienen más de tres décadas de explotación sin recibir grandes inversiones para mantenimiento.
Además, trabajan cinco centrales flotantes rentadas a Turquía.
Los cortes de electricidad son el resultado de la antigüedad de las termoeléctricas, que las hace vulnerables a las averías, y de la falta de "fuel oil" y diésel, por la poca disponibilidad de divisas que tiene el país para adquirir combustible en el mercado internacional.
Según datos oficiales, el país consume cada año unos ocho millones de toneladas de combustibles al año, de las que solo produce tres millones, cifras que demuestran la alta dependencia de las importaciones de combustibles.
