
MÉXICO, 4 mar (Xinhua) -- Legisladores, gobernadores y empresarios mexicanos respaldaron este martes la propuesta del Gobierno mexicano de aplicar medidas arancelarias y no arancelarias a Estados Unidos como respuesta a los aranceles del 25 por ciento sobre productos mexicanos, impuestos en el primer minuto de hoy martes por el Gobierno de Donald Trump.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien pidió esta mañana a los mexicanos tranquilidad ante esta situación, al mismo tiempo hizo un llamamiento a la defensa de la soberanía y convocó a toda la población asistir el próximo domingo al Zócalo capitalino para definir ahí las medidas arancelarias y no arancelarias que México implementaría en respuesta a dichas tarifas.
Este exhorto presidencial fue motivo de respuesta inmediata entre la cúpula política y empresarial de México, quienes coincidieron en que "nadie gana con esta decisión, por el contrario, afecta a los pueblos que representamos".
El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez, manifestó, a través de un mensaje en vídeo, el apoyo de los diputados mexicanos al asegurar que la propuesta presidencial es la mejor pues "no somos protectorado, sino un país soberano, un país grandioso y la jefa del Ejecutivo federal tiene todo el respaldo del Poder Legislativo".
De acuerdo con el diputado mexicano, el nuevo arancel impuesto por el presidente estadounidense afecta a ambas naciones, por lo que hizo un llamado a todos los mexicanos para atender la convocatoria de la presidenta.
"Desde México, refrendamos nuestro ánimo de colaboración, de entendimiento, de diálogo, no de subordinación", aseguró.
A su vez, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, calificó de "arbitraria" la imposición de aranceles que al final, aseguró ser un pretexto para establecer una "política proteccionista" e impulsar la planta productiva de Estados Unidos.
Durante una entrevista, previa a la sesión plenaria de este martes, el director de la Cámara responsable de la política exterior de México consideró que para enfrentar estas medidas "unilaterales" se requiere de la unidad nacional y "no se puede regatear el respaldo a nuestro país, porque con los aranceles se afecta a todos los sectores de la población".
"En realidad, lo que quiere es hacer una reconfiguración del modelo económico vigente en el mundo del libre comercio. Es evidente que lo que Donald Trump quiere es volver a tener una planta productiva al interior de Estados Unidos muy poderosa y para ello vuelve a una política proteccionista", agregó.
Además, dijo que en los últimos días México ha demostrado su voluntad y compromiso al enviar a EE. UU. a 29 delincuentes "peligrosísimos", que forman parte de las peticiones que el Gobierno de Estados Unidos hizo, y se ha disminuido de manera dramática la migración.
Los 31 gobernadores y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México fustigaron la decisión del Gobierno de los Estados Unidos de imponer aranceles a las exportaciones mexicanas por vulnerar además los principios del libre comercio establecidos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
De acuerdo con ellos, y a través de un comunicado de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), la imposición de aranceles además "genera incertidumbre en los mercados, afectando la competitividad de América del Norte como bloque económico".
Mientras tanto, empresarios y economistas expresaron su preocupación de estos aranceles al recordar que este tipo de impuestos no solamente afectan a los países exportadores, sino también a los propios consumidores y empresas estadounidenses.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), señaló que la medida estadounidense además de ser un retroceso en la relación bilateral, podría llevar a México a una recesión, mientras que el tipo de cambio podría superar los 22 pesos por dólar y elevar los costos para las empresas.
En tanto, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco), afirmó que estos aranceles, además de que desafían los principios del libre comercio y los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio (OMC), amenazan la estabilidad económica de Norteamérica, elevan la incertidumbre en los mercados y plantean riesgos para los consumidores y productores.