Por Wu Hao y Carina López
MÉXICO, 2 mar (Xinhua) -- La curiosidad, el deseo de leer y las ganas de aprender han sido los motores principales que llevaron a miles de mexicanos a participar en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), uno de los encuentros libreros más importantes de México.
Con una propuesta que fusionó la exploración de nuevos formatos de lectura y la revalorización de las lenguas originarias del país, la fiesta literaria, que concluye este domingo en la zona centro de la Ciudad de México, conquistó a los asistentes a través de lecturas públicas, conferencias, mesas redondas, talleres y presentaciones de libros con más de 700 autores y 443 sellos editoriales.
En su incomparable sede, el Palacio de Minería, un edificio monumental del siglo XVIII ubicado en el Primer Cuadro de la Ciudad de México, la FIL en su 46ª edición consiguió dar a conocer a la sociedad las novedades de la industria editorial mexicana.
Como invitado especial, el estado mexicano de Oaxaca (sur), uno de los territorios más ricos en diversidad cultural y lingüística de México, compartió su tesoro literario mediante distintas publicaciones que reflejan una conexión profunda entre las culturas originarias, la lectura y la escritura.
"La literatura se debe dejar plasmada, dejarla escrita para que generaciones que nos van sucediendo puedan tener este legado, esta literatura como un legado cultural de las personas que se están presentando", dijo a Xinhua la directora general del Instituto Estatal de Creación Literaria y Promoción de la Lectura de Oaxaca, Carmen Sánchez Parada.
Conformado por ocho regiones, Oaxaca es hogar de 17 lenguas originarias y donde cada comunidad cuenta sus propias historias, mitos o leyendas que han transmitido de generación en generación y que ahora permanecen por siempre en sus obras literarias.
"Ahora, estuvimos aquí teniendo poesía, novela, novelas cortas, ensayo, algunos textos de investigación profunda de lo que fueron los pueblos originarios", explicó Sánchez Parada.
La directora comentó que más de cinco editoriales y 33 escritores oaxaqueños destacaron con sus creaciones originales en la FIL, al enaltecer sus lenguas originarias como el zapoteco y el mixteco.
La idea, agregó Sánchez Parada, es dar a conocer a nivel mundial el acervo literario que se tiene en Oaxaca, así como fomentar la lectura entre personas de todas las edades, pues a partir de este gusto es posible que se genere un pensamiento crítico.
Por su parte, la autora y editora mexicana, Elena Bazán, dijo a Xinhua que este año la Feria se llenó de gente interesada en buscar libros, pero también en descubrir nuevas formas de leer de manera digital.
"La industria pasa por diferentes procesos. Yo veo mucha más participación de otros formatos; por ejemplo, los formatos sonoros cada vez más presentes en las editoriales", comentó.
Bazán dijo que cada vez es más frecuente la preferencia de las personas por leer en formatos digitales, pues además pueden obtener experiencias interactivas.
"Para mí, como editora, todo es válido y nuestro trabajo es llevar historias a todas las personas en cualquier formato", refirió.
La también gestora de proyectos editoriales agregó que hay una tendencia en el mercado actual de publicar lecturas breves en extensión y también en tamaño para atender a todo tipo de público, es decir, a los que quieren leer un libro físico o prefieren disfrutar de una historia breve desde un teléfono celular.
En esta ocasión, la FILPM rindió un homenaje al poeta nicaragüense, Ernesto Cardenal, así como a los escritores mexicanos Emilio Carballido y Luis Spota con motivo del centenario de su natalicio.
La FILPM, organizada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuenta con el apoyo de importantes dependencias universitarias, así como de la Secretaría (Ministerio) de Cultura y del Gobierno de la Ciudad de México.