Por Gerardo Laborde
MONTEVIDEO, 28 feb (Xinhua) -- Yamandú Orsi, de 57 años, pasó su niñez en un almacén de barrio, dio clases como profesor de historia en liceos públicos, fue intendente del departamento de Canelones (sur) y ahora es el presidente electo de Uruguay.
Nació el 13 de junio de 1967 en Canelones como segundo hijo del matrimonio de un trabajador rural y una costurera, al dar sus primeros pasos en una tapera, como se conoce a las construcciones modestas del campo.
Por motivos de salud, su padre se mudó a la capital departamental, Canelones, donde adquirió un almacén, que durante años también fue la residencia familiar de un niño Yamandú más grande.
"Fue un proceso de socialización maravilloso. Con el barrio, la gente grande, los proveedores, el tener que ir a la feria a comprar verduras y frutas en las madrugadas", dijo Orsi sobre la vida en el pequeño comercio de productos básicos.
Estudió en escuela y liceo público, comenzó a militar en la izquierda en la década de 1980 y se recibió de docente de historia en el Instituto de Profesores Artigas (IPA), para regresar a dar clases donde aprendió como estudiante en Canelones.
En 2005 fue convocado por el Frente Amplio (FA) para desempeñar su primer cargo político, secretario general de la intendencia de Canelones, el segundo en la escala jerárquica del gobierno del segundo departamento más populoso del país.
"Quien iba a ser mi suplente con mucha franqueza me dijo que optaba por ir a Diputados", contó a Xinhua el exintendente de Canelones, Marcos Carámbula, al explicar por qué convocó al entonces treintañero Orsi como "segundo" de la intendencia.
"Desde el primer día le vi una enorme potencialidad y los 10 años que estuvimos juntos fue de una lealtad e inteligencia, y de pensar siempre hacia adelante en medio de enormes dificultades", relató Carámbula.
Cinco años después, Carámbula le ratificó la confianza con un nuevo periodo y le adelantó un promisorio futuro político.
"Yamandú, le dije, a partir de ahora vos sos casi el intendente. Tenés unas condiciones excepcionales, prepárate para ahora, pero fundamentalmente para el futuro. Desde luego que en aquel momento, en 2010, no pensé que 15 años después iba a ser el presidente de la República", rememoró Carámbula.
En 2015, los "canarios", como se conoce a los vecinos de Canelones, eligieron a Orsi como intendente, cargo para el que fue reelecto cinco años después con el 51 por ciento de los votos.
Orsi está casado en segundas nupcias con Laura Alonsopérez, quien cultiva un bajo perfil y con la que tuvo en 2012 a los mellizos Victorio y Lucía.
Fue bailarín de folklore; en fútbol se declara hincha del equipo Peñarol y al ser consultado sobre religión reconoce que fue perdiendo la fe y ahora es agnóstico.
Ya optó por seguir en su casa de Salinas, 38 kilómetros al oriente de Montevideo, al dejar de lado la residencia oficial de Suárez en la capital uruguaya.
El próximo presidente es miembro del Movimiento de Participación Popular (MPP) que lidera el expresidente de la República, José Mujica (89 años), dentro del heterogéneo FA, que lo catapultó a la primera línea de la política local.
Orsi ganó en junio de 2024 su candidatura presidencial en la elección interna del FA, al derrotar a la entonces intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, y se convirtió en presidente electo al imponerse en una segunda vuelta en noviembre del año pasado ante el candidato oficialista, Álvaro Delgado, del Partido Nacional (PN).
El FA volvió al poder que ya ejerció de 2005 a 2020, tras el periodo 2020-2025, en el que estuvo en la oposición del actual Gobierno de Luis Lacalle Pou (PN).
El trayecto de vida de Orsi lo hizo crecer en contacto permanente con la gente y es caracterizado por analistas y muchos actores políticos como un articulador y dirigente de diálogo.
Para Carámbula, su padrino político, Orsi es "es un líder con mucha cercanía con la gente, muy inteligente, escucha y tiene mucha sensibilidad propia".
En su próximo gobierno para el periodo 2025-2030 con Cosse como vicepresidenta, buscará "crecimiento" con "igualdad" para promover el "desarrollo" y "mayor prosperidad".
A pocos días de asumir, Orsi reiteró en una apelación a la unidad que mientras el crimen "se lleve víctimas inocentes" y haya gente que "no tiene sus necesidades mínimas" satisfechas, "quiere decir que la tarea todavía no está cumplida".