ROMA, 15 feb (Xinhua) -- La reciente reunión de líderes y personalidades de partidos de extrema derecha de toda Europa ha resaltado una importante fractura en la escena política del continente.
La Cumbre de Patriotas por Europa (PfE), realizada a principios de este mes en Madrid, España, atrajo a más de 2.000 participantes. Fue la primera reunión a gran escala de la coalición tras convertirse en el tercer mayor grupo político del Parlamento Europeo.
Durante la cumbre, representantes de partidos políticos de extrema derecha promovieron abiertamente sus posturas en contra de la Unión Europea, la inmigración y las élites liberales.
El ascenso de las fuerzas políticas de extrema derecha ha reconfigurado significativamente el panorama político de Europa en años recientes.
En Francia, la Agrupación Nacional pasó de un dígito de escaños parlamentarios en 2017 a más de 120 en 2024, formando un equilibrio de poder a tres bandas con el grupo del presidente francés Emmanuel Macron y el bloque de izquierda. En diciembre de 2024, una coalición entre las fuerzas de extrema derecha e izquierda derrocó al Gobierno del primer ministro Michel Barnier, provocando el primer estancamiento presupuestario de Francia en 45 años y poniendo de manifiesto la fragilidad de la alianza gobernante.
Por su parte, Alemania también enfrenta agitación política. Las recientes encuestas indican que el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) mantiene un índice de apoyo del 20 por ciento previo a las elecciones federales, superando al gobernante Partido Socialdemócrata y convirtiéndose en la segunda mayor fuerza política en el país.
El surgimiento de la extrema derecha tiene su origen en una combinación de crisis económicas, sociales y políticas. La elevada inflación y los cortes de energía, además de los problemas derivados de la inmigración, han sido señalados como responsables de la erosión de la confianza hacia los partidos tradicionales, especialmente dada la incapacidad percibida de los partidos mayoritarios para resolver estos desafíos. Los sentimientos nacionalistas y antiinmigrantes han experimentado un creciente atractivo en toda Europa.
En Alemania, el descontento público con la coalición gobernante, las crisis energéticas y las políticas de inmigración han impulsado la expansión de la AfD. En Francia, la Agrupación Nacional ha aprovechado el descontento social contra las reformas de Macron para expandir su influencia política.
De acuerdo con una investigación del centro de estudios estadounidense Consejo de Relaciones Exteriores, la expansión de los grupos de extrema derecha contribuye a la fragmentación del panorama político de Europa. Su énfasis en la soberanía nacional por encima de la integración en la Unión Europea (UE) amenaza la unidad europea y la toma de decisiones.
La creciente influencia de la Agrupación Nacional Francesa y la AfD de Alemania ya ha obligado a los partidos mayoritarios a adoptar posturas más conservadoras en materia de inmigración y medio ambiente.
Los analistas advierten que si las fuerzas de extrema derecha continúan ganando terreno, Europa podría enfrentar profundos cambios institucionales, poniendo en duda el futuro de la integración europea.
