Por Gerardo Laborde
MONTEVIDEO, 14 feb (Xinhua) -- El izquierdista Frente Amplio (FA) volverá a gobernar Uruguay a partir del 1 de marzo próximo y por primera vez lo hará sin mayoría en el Parlamento, integrado por la Cámara de Representantes y la Cámara de Senadores, lo que constituye un desafío para el entrante Gobierno de Yamandú Orsi, quien deberá negociar con las otras fuerzas políticas, expresaron expertos.
La toma de posesión de diputados y senadores mañana sábado 15 de febrero abrirá la Legislatura 2025-2030, es decir, quince días antes de la asunción de Orsi, quien lideró el triunfo del FA, tras cinco años en la oposición al Gobierno de Luis Lacalle Pou (2020-2025), integrante del Partido Nacional (PN).
"La centralidad del Parlamento Uruguayo hace que todas las reformas y todas las políticas públicas pasen por allí", dijo a Xinhua la investigadora del Instituto de Ciencia Política de la Universidad de la República (Udelar), Camila Zeballos.
Orsi, un profesor de historia de 57 años y quien gobernó durante una década el departamento clave de Canelones (sur), prometió en campaña un "cambio seguro" que acelere el crecimiento económico con "igualdad" y fortalezca la protección social en Uruguay.
El presidente electo se comprometió también a convocar a un diálogo sobre Seguridad Social para revisar la reforma jubilatoria de Lacalle Pou, en la que el aspecto con mayor resistencia por parte de la izquierda y de organizaciones sociales ha sido elevar la edad mínima de retiro jubilatorio de 60 a 65 años.
El FA, partido con mayoría en el Senado, "tiene el desafío de encontrar dos o tres votos en Diputados para votar las leyes", según la explicación de la también politóloga.
Zeballos evaluó que bajo este escenario "aparece la opción de negociar" con legisladores de otras fuerzas políticas como el Partido Colorado (PC) o el propio PN para "apoyar la agenda del FA, saliéndose de un comportamiento más de coalición".
Desde su punto de vista, será una negociación "muy por temática" con acuerdos en temas que "les interesen a cada uno de los legisladores, en función de su agenda personal y de la carrera política que quieran desplegar".
El próximo Gobierno de Orsi podría incluso aspirar a acuerdos con legisladores del partido antisistema Identidad Soberana (IS) o de la Coalición Republicana (CR), que apoyó a Lacalle Pou, ya sea el PC, Cabildo Abierto (CA) o incluso el PN.
En tanto, el diputado del FA que presidirá la Cámara de Representantes este 2025, Sebastián Valdomir, apuntó que los primeros tres gobiernos del FA, encabezados dos veces por el exmandatario Tabaré Vázquez (2005-2010 y 2015-2020) y otro mandato de José Mujica (2010-2015), "siempre arrancaron con mayoría" parlamentaria, por lo que ahora será "un hecho inédito".
"Si cada bancada trae su agenda y no dialogo con los otros, no saldrá ningún proyecto de ley", advirtió Valdomir, en entrevista para el semanario local "Brecha".
En opinión del diputado, los acuerdos entre partidos en el Palacio Legislativo deberían encontrarse en áreas "prioritarias" como infancia, seguridad pública y seguridad social.
Por su parte, el docente del Instituto de Ciencia Política de la Udelar, Gonzalo Puig, sostuvo que los partidos en el Parlamento uruguayo "van a ganar fuerza".
"Los partidos que gobiernan en Uruguay son fuertes, tienden a poder marcar la agenda. Ahora van a tener que escuchar", estimó Puig en diálogo con Xinhua.
El docente de la Udelar espera que el FA pueda conseguir los votos necesarios, aunque "tendrá que negociar" y "abrirse a muchos pedidos, probablemente de legisladores colorados (PC) y del interior".
El FA tendrá ante sí a una CR que se planteó como alianza "para ganar la elección en 2019 y gobernar", pero que "no es una alianza para la oposición" porque "en Uruguay no hay coaliciones de oposición", sostuvo Puig.
Este escenario de negociación obligará al FA a "tener que abrirse un poco a las ideas de los demás, si espera retener el Gobierno en 2029", según la exposición del docente.