PANAMÁ, 4 feb (Xinhua) -- La cesión de la "pista área" ofrecida por el presidente de la República de Panamá, José Raúl Mulino, a Estados Unidos fue calificada hoy martes como una violación a la soberanía del país centroamericano, según expertos.
"Es una violación de la soberanía panameña, de su Constitución y el Tratado de Neutralidad (del Canal de Panamá). Está prohibida la presencia militar permanente estadounidense en Panamá bajo forma alguna", explicó el académico Richard Morales.
El mandatario panameño cedió a EE. UU. el uso de la pista de aterrizaje de "Nicanor" ubicada en la provincia de Darién, en el este del país. El lugar sería utilizado para repatriar migrantes irregulares de otros países.
Para el experto, esa "pista área" podría convertirse en una base militar de EE. UU. e implicaría el uso de territorio panameño para la aplicación de la política "migratoria militarizada estadounidense", "como si fuera parte de EE. UU. (...) presumen tratar al Darién como la frontera de EE. UU., cediendo de hecho la provincia", lamentó Morales.
Tras reunirse con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, el mandatario panameño anunció que los gastos de estas deportaciones y cualquier tipo de adecuaciones en el sitio serán asumidas por Washington. Aclaró, además, que el lugar sería gestionado por una organización civil norteamericana.
Sin embargo, Morales considera que la decisión de Mulino representa un "retroceso" para el país, convirtiéndolo en una "neocolonia".
"Será perjudicial para el desarrollo nacional", afirmó el analista, advirtiendo que esta concesión ancla a Panamá en el pasado como un mero apéndice de la economía estadounidense.
En ese sentido, el historiador Samuel Prado señaló que, a lo largo de la historia, el pueblo panameño ha rechazado la presencia militar estadounidense en su territorio.
En declaraciones a Xinhua, Prado recordó que el pueblo panameño rechazó en las calles el convenio Filós-Hines, bajo el cual en 1947 Washington intentó legalizar y extender el tiempo de permanencia de varias de las bases militares que había establecido en Panamá durante la Segunda Guerra Mundial.
Ya luego, con la firma de los Tratados Torrijos-Carter en 1977, se estableció que para el 1 de enero del 2000 no podía estar en funcionamiento ninguna base ni tropas militares de Estados Unidos en Panamá.
El Tratado de Neutralidad Permanente y de Funcionamiento del Canal, firmado por ambas naciones en 1977, cuyo cumplimiento es obligatorio, puso fin al Tratado Hay-Bunau Varilla de 1903, que otorgaba a EE. UU. derechos a perpetuidad sobre la construcción y beneficios del canal.
A juicio de Morales, no puede subestimarse la posibilidad de que se registre una agresión militar de EE. UU. contra Panamá "y un intento de ocupar formalmente el país".
"La retórica de mentiras esgrimidas por el Gobierno" del presidente estadounidense, Donald Trump, "deja abierta esa posibilidad y los antecedentes históricos no lo hacen inviable", advirtió Morales en referencia al trágico episodio que vivió Panamá cuando fue invadida por el Ejército de Estados Unidos el 20 de diciembre de 1989 durante la operación "Causa Justa".
No hay cifras oficiales sobre el número de fallecidos en este suceso, pero se estima que más de 500 civiles panameños perdieron la vida y miles resultaron heridos. Además, el corregimiento de El Chorrillo sufrió una devastación significativa debido a las explosiones de armamento.
"Puede parecer improbable en este momento, pero la situación puede escalar, sobre todo si Panamá no se muestra firme en defensa de la soberanía y Trump cree que puede invadir sin consecuencias", enfatizó Morales.
En la misma línea, el experto en relaciones internacionales Roberto Montañez consideró poco probable una nueva invasión de EE. UU., dado el arraigo de la cultura neocolonial. Sin embargo, alertó que un error de cálculo sobre la reacción popular podría desatar una crisis "ante actitudes de sumisión y mansedumbre".
Montañez subrayó la importancia de la llamada que el presidente de EE. UU. hará el próximo viernes a su homólogo panameño, ya que sus exigencias podrían generar "una desestabilización política que facilite una futura intervención". Trump ya adelantó que "Panamá se ha comprometido a ciertas cosas, pero no estoy satisfecho con ello".
El experto también señaló que hacer concesiones a la Marina estadounidense vulnera el Tratado de Neutralidad Permanente y de Funcionamiento del Canal. Además, enfatizó que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) "no tiene facultades legales ni constitucionales para otorgar semejantes concesiones en un tema de política exterior que es indelegable del presidente de la República".
La ACP, en un comunicado, expresó al secretario Rubio su disposición a "trabajar con la Marina de Guerra estadounidense para optimizar la prioridad en el tránsito de sus buques por el Canal".
Este anuncio se produjo tras la reunión entre el administrador del Canal, Ricaurte Vásquez, y Marco Rubio en las esclusas de Miraflores del Canal de Panamá, durante la primera visita oficial del jefe de la diplomacia estadounidense a Panamá.
De acuerdo con Montañez, los sectores nacionalistas en Panamá "están a la espera de que el liderazgo político asuma las responsabilidades de la defensa y la integridad de la soberanía nacional".