BOGOTÁ, 31 ene (Xinhua) -- Cientos de colombianos se reunieron la noche del jueves en la Plaza de Bolívar en la ciudad de Bogotá para manifestar su solidaridad con las víctimas que ha dejado el conflicto entre grupos armados en la región del Catatumbo, en el departamento Norte de Santander, en la región noreste de Colombia.
Convocados por gremios de trabajadores y las principales centrales obreras del país, los ciudadanos realizaron donaciones de alimentos y otros enseres para hacerlos llegar a algunos de los más de 50.000 habitantes de la zona en conflicto, entre ellos menores de edad desplazados de sus hogares a causa de los enfrentamientos, sobre todo entre las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Al lugar llegaron parlamentarios colombianos que se unieron para expresar su rechazo a las acciones violentas, que aunque datan de varias décadas atrás, se han recrudecido en las primeras semanas de 2025.
El legislador por Bogotá en la Cámara de Representantes del Congreso de la República, Alirio Uribe, se refirió para Xinhua a las consecuencias que han tenido estos enfrentamientos como los desplazamientos forzados entre la población civil.
"Lo que se vive en este momento en la región del Catatumbo es una crisis humanitaria por la reactivación de la violencia", dijo el integrante del movimiento político Pacto Histórico.
Uribe, quien también colabora como defensor de los derechos humanos en Colombia, refirió que además de los desplazamientos, los choques entre las guerrillas del ELN y las disidencias de las FARC han generado más de 100 muertos en lo que va de enero.
"Hay muchas personas que están confinadas en varios municipios y por ello nos reunimos aquí en solidaridad con estas víctimas", añadió.
El político colombiano reconoció que las causas de este y otros enfrentamientos armados en el país sudamericano tienen que ver con que "hay muchos territorios donde hay una deuda con las comunidades".
"Hay territorios como el Catatumbo o zonas del Cauca (oeste) o zonas de Nariño (suroeste), de Arauca (este) o del Chocó (oeste), donde la presencia del Estado es precaria", señaló.
El representante colombiano expresó que problemáticas como las economías ilícitas derivadas de la producción de hoja de coca para la fabricación de cocaína, así como la explotación ilegal de minerales como el oro y el tráfico de migrantes en regiones fronterizas, "hacen parte de la historia del país".
"Porque ni gobiernos anteriores y tampoco el actual Gobierno que es de carácter alternativo, han logrado hacer una presencia efectiva para proteger a la comunidad y, sobre todo, sustituir economías ilegales por economías lícitas", dijo el entrevistado.
Al evento de la noche del jueves asistieron también familiares de las víctimas y ciudadanos de la zona en conflicto que han tenido que desplazarse hacia otras ciudades.
Es el caso de la profesora Blanca Ojeda Leal, quien busca que docentes y estudiantes de las regiones rurales del Catatumbo puedan retornar a la normalidad de sus actividades educativas.
"La situación actual en Catatumbo es una situación de zozobra, de miedo, de temor porque no sabemos cuál es el objetivo de estos grupos (armados). Los estudiantes no han podido ingresar (a las escuelas) porque los caminos son inciertos para sus desplazamientos. Por eso nos unimos hoy para que el Gobierno y las Secretarías nos den las garantías necesarias", dijo la docente a Xinhua.
Por su parte, la integrante del partido político Comunes, Carolina Sarmiento, envió un mensaje a los actores del conflicto a dejar las armas porque tienen en vilo a las comunidades, tanto de Catatumbo como de las regiones colombianas afectadas por enfrentamientos.
El partido político Comunes fue precisamente uno de los que firmaron el Acuerdo de Paz entre las FARC y el Estado colombiano en 2016.
"Por eso nuestro llamado es a que se cumpla con el Acuerdo de Paz y se retomen los diálogos", expresó Sarmiento a Xinhua, al exhortar a que "todos cumplan para que haya una paz estable y duradera".
Debido a la situación en el Catatumbo, el presidente Gustavo Petro decretó la semana pasada el "estado de conmoción interior".
El decreto busca enfrentar la problemática de la región mediante la financiación de proyectos sociales y la creación de infraestructura, así como fortalecer la fuerza pública y otras acciones humanitarias que atiendan de manera integral a las víctimas.
A la fecha se han distribuido 363 toneladas de alimentos, paquetes de higiene y enseres para el sustento diario, además de que otras 161 toneladas están en camino para paliar los efectos de la crisis humanitaria en el Catatumbo, según la Unidad para la Atención a las Víctimas en Colombia.