BUENOS AIRES, 30 ene (Xinhua) -- A pesar de la desaceleración inflacionaria y el aumento de los ingresos individuales medidos en dólares, la capacidad de compra del salario en Argentina aún no ha logrado recuperarse por completo, en un contexto de tarifas y rentas elevadas que presionan el poder adquisitivo de la población, sostienen analistas.
Los salarios en Argentina se habrían recuperado en los primeros 11 meses del año pasado entre 115,6 y 140,8 por ciento, en los sectores público y privado, respectivamente, es decir, a niveles por encima de la inflación, según las más recientes cifras oficiales, aunque otros datos revelan una caída en la capacidad de compra.
"La economía argentina tuvo un incremento de costos en dólares fenomenal en el último año y el gran factor que se quedó atrasado en esta tendencia es el salario", sostuvo en diálogo con Xinhua el analista del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), Martín Epstein.
"El salario es el factor que quedó muy rezagado, más allá de que hay algún dato que sugiere cierta recuperación del empleo registrado formal; hay una fuerte pérdida de la capacidad de compra", agregó el también economista.
Entre enero y noviembre del año pasado, las ventas en los centros de compras de la nación sudamericana habrían caído un 8,5 por ciento interanual, en promedio, medido a precios constante, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos.
La caída del consumo se habría acentuado en la región del Gran Buenos Aires, que incluye a la capital y a otros distritos de la provincia homónima, con un fuerte descenso de 9,3 por ciento.
Casi a fines del año pasado se reportaron también caídas en las ventas de supermercados a precios constantes que fueron del 7,6 por ciento interanual, así como del 11,9 por ciento en los primeros 11 meses de 2024.
"Más allá de la desaceleración inflacionaria, los salarios no se están recomponiendo respecto a lo perdido. Es un sector muy minoritario el que encuentra una condición similar de poder de compra a la de noviembre del 2023", precisó Epstein.
"La gran mayoría, tanto jubilados, pensionados, empleados del sector público, empleados no registrados e incluso sectores del empleo formal, todavía están lejos de recuperar la capacidad de compra", agregó.
Un informe del CEPA estima que el poder adquisitivo de la población argentina habría caído más de 9 por ciento el año pasado.
De esta manera, el consumo de productos emblemáticos que son parte de la tradición y la cultura argentina como la yerba mate, la carne vacuna o los lácteos, habrían sido impactados de manera importante por el alto costo de la vida.
En el caso de la yerba se exhibió una caída en noviembre de 15,1 por ciento interanual, con lo que acumuló un derrumbe de 9,5 por ciento en 2024, mientras que la carne vacuna exhibe "su peor nivel de consumo en 100 años", según datos del centro de investigación.
El actual contexto presenta entre sus elementos a un tipo de cambio apreciado y una capacidad aparentemente mayor de los argentinos para acceder al dólar e incrementar su capacidad de ahorro en divisas.
Epstein sugiere que se está ante una contradicción, es decir, "la posibilidad de comprar dólares más baratos de quien tenga margen de ahorro, beneficiándose de un tipo de cambio muy conveniente", pero solamente quienes tienen ese margen diferencial.
Para gran parte de la población, no obstante, la capacidad de ahorro se ha reducido de manera drástica día a día, debido a que una parte significativa del salario se destina a cubrir gastos corrientes como tarifas, impuestos y rentas, al pesar sobre estas últimas los alquileres o los condominios, según la consideración del entrevistado.
El trabajador administrativo Carlos Ramírez, residente en la ciudad de Buenos Aires, dijo a Xinhua al respecto que "el sueldo alcanza para cubrir solo lo básico, pero no se puede ahorrar".
"Aunque el dólar esté un poco más bajo que antes, el precio de las tarifas de los servicios, de los alquileres y expensas pesan mucho sobre los ingresos", comentó Ramírez.
Por su parte, la enfermera en un hospital público, Teresa González, sostuvo que "a pesar de que el dólar está más tranquilo últimamente y hay una baja de la inflación", aún es difícil notar mejoras en el poder adquisitivo.
