BRUSELAS, 19 dic (Xinhua) -- El canciller de Alemania, Olaf Scholz, instó hoy a la Unión Europea (UE) a alcanzar rápidamente un acuerdo con China en relación con la disputa arancelaria sobre los vehículos eléctricos.
"No tiene sentido tener conflictos por esto. Por ende, hago un llamado a todos para ya llevar estas negociaciones a buen término", dijo el canciller alemán Scholz al llegar a la cumbre del Consejo Europeo.
China espera que la UE tome medidas concretas lo antes posible para impulsar conjuntamente las consultas sobre un plan de compromiso de precios para los vehículos eléctricos chinos, indicó hoy el Ministerio de Comercio.
China siempre ha abogado por la resolución de las fricciones comerciales a través del diálogo y las consultas, y ha estado realizando todos los esfuerzos posibles en las conversaciones sobre el compromiso de precios, dijo He Yongqian, portavoz del ministerio.
Scholz también pidió a la Comisión Europea facilitar la aplicación de las sanciones financieras para los fabricantes de automóviles de la UE que no cumplan los objetivos de emisión de dióxido de carbono en la región establecidos para el próximo año.
"Ante la presión mundial actual que enfrenta la industria automotriz, especialmente en Europa, no tiene sentido aumentar la carga sobre las compañías con sanciones por objetivos no logrados en 2025", dijo Scholz.
"La comisión debe encontrar una forma de que, si las sanciones se vuelven necesarias, no afecten la liquidez financiera de las compañías que ahora necesitan invertir en movilidad eléctrica, productos modernos y vehículos", añadió.
El Pacto Verde Europeo busca lograr la neutralidad climática para 2050, incluyendo una reducción de 90 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte. Para apoyar este objetivo, las reglas de emisiones más estrictas de la UE para los fabricantes de automóviles entrarán en vigor desde 2025, y ordenan que las emisiones promedio sean de 93,6 gramos de dióxido de carbono por kilómetro o menos. Los fabricantes de automóviles que superen este límite recibirán multas de 95 euros (alrededor de 98,45 dólares) por gramo por vehículo.
Cálculos de la industria indican que los fabricantes europeos de automóviles podrían enfrentar multas por un total de 15.000 millones de euros por incumplir estos objetivos, siendo la alemana Volkswagen, el mayor fabricante de automóviles de la región, uno de los más expuestos (1 euro = 1,04 dólares).