BUENOS AIRES, 8 dic (Xinhua) -- La ciudad de Buenos Aires celebró la cultura desde la puesta del sol el sábado hasta la madrugada de este domingo, en el marco de una nueva edición de la "Noche de las Librerías", una actividad con epicentro en espacios de literatura ubicados en la emblemática avenida Corrientes de la capital argentina, los que permanecieron abiertos para deleite de los amantes de la lectura y los libros.
La propuesta contó con la participación de 70 librerías e incluyó más de 60 actividades para toda la familia, entre ellas diálogos con escritores, música en vivo y talleres artísticos, según detallaron a esta agencia los organizadores.
El evento comenzó el sábado a las 18:00 hora local (21:00 GMT) y se extendió hasta la 01:00 hora local (04:00 GMT) del domingo, y añadió diversos circuitos por los barrios de San Telmo (sur), Palermo (norte) y Villa Ortúzar (norte), entre otros distritos, con cafés, museos y espacios culturales abiertos especialmente para la ocasión.
En el caso de la avenida Corrientes, una arteria conocida como "la avenida que nunca duerme", la actividad se extendió entre las calles Cerrito y Callao.
La ministra de Cultura de la capital, Gabriela Ricardes, describió la propuesta como "imperdible" y un "clásico" que cada año añade "muchas más actividades para toda la familia" en distintos barrios de la Ciudad.
"Nos encanta esta salida, porque incluye libros y luego, comer una pizza en la avenida" Corrientes, dijo a esta agencia la oficinista Soledad Cinti, que visitó la librería Zivals junto a su pareja, de nombre Fabio.
La Biblioteca Pública Digital Jorge Luis Borges, inaugurada en septiembre pasado, se sumó a la propuesta con puestos en la acera para que los vecinos puedan asociarse de forma libre y sin costo a una modalidad que, de acuerdo con el jefe de Gobierno (alcalde), Jorge Macri, "no solo celebra la tradición literaria de Buenos Aires, sino que también la moderniza y amplía".
Esa Biblioteca comenzó su labor con unos mil títulos, entre novedades y clásicos, y puede ser disfrutada por sus asociados, que tienen acceso al préstamo de un libro por un máximo de 30 días, título que puede ser leído por 30 socios en simultáneo.
Durante una tarde-noche de temperaturas otoñales, imprevistas para esta época del año en Buenos Aires, quienes recorrieron la avenida Corrientes y sus librerías asistieron a diálogos con autores, narraciones en vivo, talleres literarios y juegos.
Las librerías ofrecieron descuentos, promociones y pagos en cuotas, por lo que los ejemplares a precios promocionales exhibidos en aceras y escaparates llamaron la atención de vecinos y turistas, como los españoles Fernán y Paola Simón, atentos a textos de autores argentinos, como Jorge Luis Borges, Ernesto Sabato, Roberto Arlt y Julio Cortázar.
"Es hermoso participar, ser parte, recorrer, preguntar y conversar con los libreros y sus libros", dijo el hombre frente a la estación denominada Rayuela, en la esquina de la avenida Corrientes y la calle Montevideo.
Según datos del Centro de Estudios y Políticas Públicas del Libro de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), Argentina tiene 3,43 librerías cada 100.000 habitantes, un número que se mantiene alto a nivel mundial a pesar de la caída en la producción editorial, que fue del 25 por ciento en 2023 frente a 2002, de acuerdo con datos de la Cámara Argentina del Libro.
No obstante ese contexto desafiante, la "Noche de las Librerías" contó con la presencia de miles de entusiastas de la literatura, quienes, entre otras actividades, rindieron homenaje a Mafalda, uno de los personajes más queridos de Argentina, creación del dibujante e historietista Joaquín Salvador Lavado Tejón (Quino) que se convirtió en símbolo internacional de la sensibilidad y el inconformismo ante las injusticias.
En el escenario principal, en el cruce de la avenida Corrientes con la calle Libertad, los seguidores de la icónica niña disfrutaron de una actividad especial y se tomaron fotografías con una Mafalda gigante.
"Mafalda es, para mí, la esencia del ser humano, es un clásico que va a durar por siempre", dijo a esta agencia Carmela Arrechea, una visitante que llegó a Buenos Aires desde Lima, la capital de Perú.