RÍO DE JANEIRO, 19 nov (Xinhua) -- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, propuso hoy martes en el marco de la Cumbre de Líderes del Grupo de los 20 (G20), que se realiza del 18 al 19 de noviembre en la ciudad de Río de Janeiro, que los países desarrollados del bloque adelanten sus metas de neutralidad climática de 2050 a 2040.
Lula da Silva pidió responsabilidad climática a todos los miembros del G20 durante su discurso inaugural de la segunda jornada de la Cumbre de Líderes del G20 que reúne a las mayores economías del mundo, además de las representaciones de la Unión Europea y la Unión Africana.
"Nuestra brújula sigue siendo el principio de responsabilidades comunes (...) este es un imperativo de justicia climática", expresó el presidente brasileño.
El mandatario anfitrión dijo que espera que la próxima Conferencia de las Partes (COP) de Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2025, en la ciudad brasileña de Belém, sea la "COP del cambio".
Lula da Silva recordó que el G20 es responsable del 80 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero y que bajo la presidencia brasileña reunió por primera vez a ministros de Finanzas, Medio Ambiente, Relaciones Exteriores y presidentes de bancos centrales para discutir "cómo enfrentar el desafío climático".
"A los países desarrollados del G20 les propongo que adelanten sus objetivos de neutralidad climática de 2050 a 2040 o incluso a 2045. Sin asumir sus responsabilidades históricas, las naciones ricas no tendrán credibilidad para exigir ambición a los demás", comentó.
Destacó también los esfuerzos brasileños para reducir sus emisiones de gases causantes del efecto invernadero.
"Ya contamos con una de las matrices energéticas más limpias del mundo, con el 90 por ciento de nuestra electricidad proveniente de fuentes renovables. Somos líderes en biocombustibles, avanzamos en generación eólica y solar, y en hidrógeno verde", expuso.
"La mayor parte de la reducción de nuestras emisiones provendrá de la disminución de la deforestación que se ha reducido en un 45 por ciento en los últimos dos años. No toleraremos ilícitos ambientales. La deforestación será erradicada para 2030. Queremos que el mundo reconozca el papel que desempeñan los bosques y valore la contribución de los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales", agregó.
Admitió, no obstante, que "este esfuerzo será en vano si la comunidad internacional no hace su parte. Incluso si no taláramos más árboles, la Amazonia seguiría amenazada si el resto del mundo no cumple con la misión de contener el calentamiento global. Los océanos son otro importante regulador climático y fuente potencial de soluciones. También deben ser prioridad en nuestras preocupaciones".
El presidente brasileño terminó su discurso al abogar por "una gobernanza climática más sólida. No tiene sentido negociar nuevos compromisos si no contamos con un mecanismo eficaz para acelerar la implementación del Acuerdo de París (2015)". Fin