BEIJING, 13 nov (Xinhua) -- Este año, muchos habitantes de China quedaron encantados por la antigua civilización inca, en una exposición celebrada en la metrópolis de Shenzhen, en el sur del país.
Piezas que van desde cerámica con estampado de leopardo y losas de piedra adornadas con criaturas míticas hasta figurillas intrincadamente elaboradas, fueron enviados a China desde 14 museos de todo el Perú. Inicialmente programada para celebrarse de abril a agosto, la exposición se extendió hasta octubre debido a su popularidad.
El éxito de la muestra pone de manifiesto los vibrantes lazos culturales entre China y América Latina, que albergan algunas de las civilizaciones más antiguas e influyentes del mundo.
El miércoles, el presidente chino, Xi Jinping, viajó hacia la región para tomar parte en los eventos del foro APEC y el G20, así como para realizar visitas de Estado a Perú y Brasil. Se trata de su sexto viaje a la región como jefe de Estado.
Firme defensor del intercambio cultural, Xi ha elogiado las ricas historia y civilizaciones de América Latina. Sus visitas a exposiciones, lugares históricos y eventos culturales en los últimos años muestran un compromiso genuino para fomentar el entendimiento entre las diferentes culturas.
En un discurso pronunciado ante el Congreso peruano el 21 de noviembre de 2016, Xi expresó su admiración por la civilización inca, elogiando la magnificencia de Machu Picchu, las fascinantes líneas de Nazca y las avanzadas técnicas locales de cerámica, metalurgia y textiles. "Estos logros continúan irradiando el brillo de la sabiduría", dijo en esa ocasión.
En el mismo viaje, Xi y su esposa, Peng Liyuan, se unieron a la entonces primera pareja peruana en la ceremonia de clausura del Año de Intercambio Cultural China-América Latina, una iniciativa que él mismo había propuesto durante un viaje anterior al continente, en 2014.
En un museo de Lima donde se llevó a cabo la ceremonia, los líderes se detuvieron para examinar cuidadosamente un gráfico que ilustra los paralelismos entre las culturas china y latinoamericana.
A lo largo de los milenios en que la nación china fue construyendo su rica y duradera civilización en el este de Asia, los pueblos de América Latina fueron dando forma a las vibrantes culturas de los imperios maya, inca y azteca.
Al conversar con su homólogo peruano, Xi explicó el origen del carácter de escritura de hueso en oráculo "mu", que se traduce como "ojo". Y señalando una figura de los Guerreros de Terracota exhibida en el museo peruano, dijo: "Esto proviene del lugar de nacimiento de la civilización china, Shaanxi". Y agregó: "También es mi pueblo natal".
A medida que caía la noche, los sonidos de las flautas de bambú y las zampoñas llenaban el aire. Xi pronunció un discurso en el que enfatizó la importancia del respeto mutuo, la igualdad y los beneficios compartidos. El líder chino hizo un llamado al aprendizaje mutuo entre civilizaciones para cultivar amistades, hacer avanzar la sociedad humana y promover la paz mundial.
Para el arqueólogo mexicano José Huchim Herrera, guiar a Xi por las antiguas ruinas mayas de Chichén Itzá, en junio de 2013, fue una experiencia que quedó grabada para siempre en su memoria.
Ubicada a unos 1.400 kilómetros al este de Ciudad de México, Chichén Itzá tiene pirámides escalonadas, templos, arcadas con columnas y otras estructuras de piedra sagradas para los mayas. Es una de las zonas arqueológicas más visitadas de México.
Xi mostró un gran interés por la civilización, recordó Huchim Herrera. Desde rituales tradicionales mayas hasta la historia de un deporte local, el presidente chino escuchó atentamente durante todo el recorrido, indagando sobre el significado detrás de la escultura en relieve tallada en los cimientos de las ruinas y haciendo otras preguntas detalladas.
Al año siguiente, China organizó una exposición sobre la civilización maya en el museo nacional de Beijing. Xi asistió a la ceremonia de apertura y calificó la exposición como un gran evento de intercambio cultural que permitía a la gente trascender el tiempo y las fronteras, apreciar diferentes civilizaciones y renovar amistades.
Para el jefe del Estado, las civilizaciones se vuelven más ricas y coloridas a través de los intercambios y el aprendizaje mutuo. A lo largo de los años, Xi se ha relacionado activamente con las culturas de los lugares que ha visitado y ha interactuado genuinamente con las personas que ha conocido.
Tocó espontáneamente el tambor de acero con músicos locales en Trinidad y Tobago, saboreó café recién preparado en una plantación costarricense y experimentó la gracia del ballet en un teatro en Cuba.
"He viajado a muchos lugares en el mundo, y una de mis actividades favoritas es aprender sobre las civilizaciones de los continentes, apreciar sus diferencias y singularidades, y comprender diferentes visiones del mundo, perspectivas de la vida y valores de las personas que viven en ellos", dijo en 2014 en la sede de la Unesco en París.
Alabando la riqueza de la diversidad global, Xi ha enfatizado que las civilizaciones y las culturas pueden florecer juntas a través de la apertura, la inclusión y la coexistencia pacífica.