LIMA, 30 oct (Xinhua) -- Margot Gallegos es una peruana de 29 años de edad que labró con esfuerzo su camino para lograr manejar uno de los camiones más grandes de la compañía china MMG Limited, encargada de operar la mina de Las Bambas, ubicada en la región central de Apurímac.
Al cumplir con esta meta, Gallegos, proveniente de la comunidad de Choaquere, perteneciente a la provincia de Cotabambas de la localidad, ha dado un claro ejemplo de que el género no es una limitante cuando se desea con todas las ganas cumplir un sueño.
"Siempre tenía ese sueño de trabajar en esta empresa y operar los camiones grandes", narró a Xinhua la entrevistada, al tiempo que recordó que previamente llegó a laborar en otras compañías contratistas como vigía, donde solo "miraba de lejos los camiones grandes".
El interés por operar este tipo de vehículos comenzó a una edad temprana, por lo que se dio a la tarea de investigar más en las cabinas de internet acerca de estos y de la mina Las Bambas, donde pensó, erróneamente, que quizás le sería difícil llegar solo por el hecho de ser mujer.
Pero tras su preparación y esfuerzo, finalmente ingresó, y ahora resalta que incluso ha tenido la "oportunidad de crecer" profesionalmente con el apoyo de sus compañeros de trabajo y de sus supervisores.
"Acá en Las Bambas no tenemos mucha diferencia entre hombres y mujeres, todos somos iguales. Desde que yo ingresé acá, nunca me han hecho sentir menos por ser mujer", resaltó Margot, quien además animó a otras chicas en la meta similar de entrar a la empresa y "operar estos equipos grandes".
Ella recuerda que antes de subirse al camión por primera vez, "quería llorar de emoción", pues tenía enfrente un vehículo del tamaño de una casa de dos pisos. Incluso las llantas eran más grandes que ella. Aunque ese era uno de los más pequeños, ella lo veía gigante.
En Las Bambas se operan tres tipos de camiones: el Komatsu 930, que carga 320 toneladas; el Komatsu 980, que carga 400 toneladas; y el CAT 797, que carga más de 400 toneladas; y ella los maneja todos.
No obstante, ella comentó que en un principio no fue fácil comenzar a manejar este tipo de camión, pues, cuando miraba a través de los espejos laterales veía "todo pequeñito" y tenía la sensación de que los objetos estaban muy lejos, explicó, añadiendo que "sufría con eso", y llegó a pensar que ese no era un trabajo para ella.
Sin embargo, su madre, que habla más quechua que castellano, la animaba y le decía que sí iba a salir adelante, que no había luchado tanto para terminar rindiéndose, y que, sin importar lo que pasara o lo que le dijeran, debía concentrarse hasta lograrlo.
Al final, todo su esfuerzo valió la pena. La vida de Margot ha cambiado sustancialmente, pues gana mucho más dinero que el que le pagaban cuando era vigía, y sus honorarios han ido aumentando cada año conforme los equipos que ha ido manejando.
Desde hace un año, esta mujer ejemplar pasó a integrar la planilla de Las Bambas como trabajadora estable, lo cual le ha generado mucha felicidad.
Gracias a todo esto, ella celebra ahora que puede ayudar económicamente a sus padres, quienes son de la tercera edad y están orgullosos de ella; y además ayuda a sus hermanos con sus estudios. Pese a ello, destaca que puede ahorrar para ir cumpliendo más metas.
Es importante mencionar que cuando Las Bambas inició sus operaciones no contaba entre sus filas con mujeres que manejaran camiones ni equipos de maquinaria pesada. Hoy, más del 11 por ciento del personal de la empresa es femenino, y se proyecta aumentar esa cifra en los próximos años.
MMG Las Bambas explica en su página de internet que para las mujeres, "que son una parte clave de su estrategia de desarrollo de talento", tiene programas como Mujeres de Cobre, además de convenios con varias organizaciones enfocadas a la equidad de género.
"Con estas iniciativas brindamos oportunidades para que las mujeres avancen en sus carreras y adopta un enfoque proactivo para abordar las barreras a la igualdad de género", agrega.