LA HABANA, 16 jul (Xinhua) -- El Gobierno cubano ratificó hoy que mantiene su plan para ordenar la economía nacional, que al cierre del pasado año registró una contracción del 1,9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
"Lo que estamos planteando es un ordenamiento para que haya la mayor cantidad de ofertas de bienes y servicios a adecuados precios para la población, y que todo el mundo aporte todo lo que tiene que aportar", afirmó el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien descartó una "cacería de brujas" contra el sector privado.
El mandatario intervino en una reunión de la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral) previa al inicio, el miércoles, de las sesiones plenarias del cuerpo legislativo.
Díaz-Canel señaló la urgencia de adoptar medidas y estrategias diferentes para acabar con tendencias que lastran las oportunidades de desarrollo del país.
El presidente llamó a las autoridades estatales a evaluar con precisión y sin dilación los contextos en los cuales "las distorsiones económicas y tendencias negativas proliferan como la mala hierba".
Enumeró una serie de graves problemas presentes en el país, como el déficit presupuestario, prácticas de evasión fiscal, incorrectas relaciones entre los sectores estatal y no estatal, corrupción, tráfico de influencias, inflación e incremento del delito.
"Tenemos que reconocer que ha existido mucho descontrol y ha existido contemplación, y por eso se nos han acumulado estos problemas", agregó.
Pidió avanzar en el combate "contra esas y todas las ilegalidades, si queremos tener resultados en consonancia con la sociedad que construimos", reconociendo al mismo tiempo la responsabilidad de las autoridades en la expansión de las vulneraciones a las normas vigentes en Cuba.
"Tanto el sector estatal como el no estatal tienen responsabilidades. Los dos tienen que trabajar en la legalidad y aportar con impuestos o tributos. Donde ha existido una desviación en una forma de gestión no estatal, detrás hay una entidad estatal que tiene relación", señaló Díaz-Canel.
"La solución no es cerrar establecimientos allí donde haya desviaciones, sino poner orden y que exista un servicio con precios adecuados para la población", advirtió el mandatario.
Destacó como un problema objetivo la baja disponibilidad de divisas, que atenta contra la existencia de un mercado mayorista, tanto para el Estado como para el sector no estatal.
"Prácticamente, las divisas que hoy entran al país las empleamos para adquirir alimentos, combustibles para la electricidad y algunos insumos para producir medicamentos", señaló.
También colocó entre los problemas subjetivos "la manera irresponsable con que un grupo de instituciones del Estado no cumplieron lo que debían hacer para atender todo eso".
Díaz-Canel aseguró que una prioridad del Gobierno es la estabilización macroeconómica, programa que será presentado mañana miércoles al Parlamento por el primer ministro cubano, Manuel Marrero.
Cuba sufre una profunda crisis económica por el desabastecimiento de alimentos, combustibles y medicamentos, situación que el Gobierno trata de revertir con un plan de medidas "para corregir distorsiones y reimpulsar la economía".