BERLÍN, 14 mar (Xinhua) -- La gran salida de inversiones de Alemania en los últimos años es una señal de la inminente desindustrialización, indicó hoy el Instituto Económico Alemán (IW).
La inversión extranjera en la mayor economía de Europa cayó a su menor nivel en diez años en 2023 para llegar a 22.000 millones de euros (24.000 millones de dólares), señaló el IW. Las empresas alemanas invirtieron más de cinco veces esa cantidad en el extranjero, lo que tuvo como resultado una salida neta de 94.000 millones de euros.
La salida de inversiones ya había sido mucho mayor con 100.000 millones de euros en 2021 y 125.000 millones de euros en 2022. "Las recurrentes salidas netas de grandes sumas indican que no se trata de un fenómeno excepcional, sino de los primeros síntomas de desindustrialización", añadió IW.
Muchas de las inversiones extranjeras hechas en Alemania el año pasado fueron para adquisiciones o proyectos más pequeños. Esto es un "indicio de condiciones de ubicación desfavorables en la competencia global", dijo el IW.
En una reciente comparación de 21 ubicaciones de negocios internacionales por parte del Centro para la Investigación Económica Europea (ZEW), Alemania fue "el mayor perdedor", al descender cuatro niveles desde 2020 hasta la posición 18.
Alemania ha mostrado una evolución negativa en términos de impuestos, regulaciones e infraestructura, por lo que apenas podría "seguirle el paso" a destacadas ubicaciones para negocios en América del Norte, Europa Occidental y Escandinavia, señaló el ZEW.
Debido a los elevados costos de la energía, más cuatro de cada diez compañías industriales alemanas están analizando invertir en otros países dado que el ahorro de costos se está volviendo cada vez más un aspecto clave, de acuerdo con una encuesta publicada el martes por la Cámara Alemana de Comercio e Industria (DIHK).
El hecho de que estas compañías se estén trasladando al extranjero a costa de la ubicación de negocios es "una señal alarmante", dijo Ilja Nothnagel, miembro de la junta ejecutiva de DIHK.
El Gobierno está muy consciente del problema. El ministro de Finanzas, Christian Lindner, dijo el mes pasado que "Alemania se está rezagando porque no hay crecimiento".
Después de que el país experimentó una contracción de 0,3 por ciento en 2023, muchos expertos temen una caída más profunda hacia una recesión este año (1 euro = 1,09 dólares).
