Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 3 feb (Xinhua) -- Hace hoy 62 años que la Administración de John F. Kennedy oficializó el bloqueo de Estados Unidos a Cuba, una acción punitiva que permanece en el tiempo y que el Gobierno de la nación caribeña volvió a denunciar en el nuevo aniversario.
"Aunque no ha logrado su objetivo de derrocar a la Revolución, sí ha provocado un daño severo e inmoral al pueblo cubano. Es hora de ponerle fin", escribió en la red social X el ministro de Relaciones Exteriores de la isla, Bruno Rodríguez.
La publicación del canciller estuvo acompañada de una foto de Kennedy cuando firmaba la proclama presidencial 3447, que decretó la entrada en vigor de un bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, a partir del día 7 de febrero de 1962.
EE. UU. justificó esa decisión con el acercamiento de la isla caribeña hacia la comunidad de países socialistas europeos y en particular con la Unión Soviética.
La medida tomada por Kennedy estaba amparada en una vieja Ley de Comercio con el Enemigo de 1917, promulgada contra el antiguo imperio alemán y sus aliados durante la entrada de Washington en la Primera Guerra Mundial.
Ese nivel de hostilidad había sido sugerido antes, durante la Administración de Dwight D. Eisenhower, por su vicesecretario de Estado Lester D. Mallory, quien pidió privar a la isla "de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno".
El bloqueo se mantiene hasta hoy en día y ha sido calificado por el Gobierno cubano como "el mayor obstáculo" para el desarrollo del país.
"Cuba es objeto de una guerra económica y comunicacional, de intensa propaganda destinada a dañar la imagen del país, cuyo único fin es destruir las bases económicas y la identidad nacional, para lograr el llamado cambio de régimen y someter al país al sistema de dominación neocolonial de Estados Unidos", consideró el académico Luis René Fernández.
El experto del habanero Centro de Investigaciones de la Economía Internacional explicó que la situación actual de la economía cubana es "crítica" porque las transformaciones que se han realizado han estado atravesadas por la política hostil de Washington.
El también profesor universitario estimó que las limitaciones que impone la política estadounidense dificultan enormemente los ingresos y obstaculizan el acceso a recursos estratégicos, para crear una situación socioeconómica muy difícil a todo el pueblo cubano.
"Es una despiadada guerra económica", subrayó el académico.
En enero de 2021, unos días antes de abandonar la Casa Blanca, el entonces presidente saliente Donald Trump promulgó un paquete de unas 240 medidas que recrudecieron el bloqueo a la isla, sanciones que siguen vigentes en el Gobierno de Joe Biden.
El país caribeño atraviesa ahora una grave crisis de desabastecimiento de medicinas, alimentos y combustible como consecuencia de los efectos de la pandemia de COVID-19 y del recrudecimiento de la hostilidad estadounidense.
"El bloqueo nos hace la vida muy difícil porque impacta en todos los sectores de la cotidianidad", afirmó el septuagenario Abelardo Santos, un habanero jubilado de una empresa estatal.
Santos consideró que ningún cubano escapa hoy a los impactos de esa hostil política de Washington, que "no solo complica la gestión gubernamental, sino que golpea a toda la ciudadanía".
Solo en el período que abarca desde el 1 de marzo de 2022 hasta el 28 de febrero de 2023, los daños provocados por el bloqueo se estiman en 4.867 millones de dólares, de acuerdo con el más reciente informe presentado en las Naciones Unidas por la Cancillería cubana.
Esas cifras implican una afectación a la isla de más de 405 millones de dólares mensuales, o sea más de 13 millones de dólares diarios y más de 555.000 dólares cada hora.
A precios corrientes, los daños acumulados por seis décadas de aplicación del bloqueo suman 159.084,3 millones de dólares, según el estimado anual que realiza el Gobierno de Cuba.
En noviembre pasado, una resolución contra el bloqueo presentada por La Habana en la ONU recibió el respaldo de 187 naciones, la abstención de Ucrania y solo los votos en contra de EE. UU. e Israel.
Desde hace 31 años, Cuba logra de manera consecutiva la condena casi unánime a la hostilidad de Washington por parte de la comunidad internacional.