QUITO, 25 ene (Xinhua) -- La cifra de detenidos en Ecuador se elevó a 3.611 en 16 días de "conflicto armado interno" declarado por el Gobierno para enfrentar la escalada de violencia desatada por grupos de delincuencia organizada, informó hoy jueves la Presidencia.
De acuerdo con el último balance difundido por el Gobierno, del total de detenidos, 237 personas están acusadas de "terrorismo".
Las detenciones se han producido durante 44.013 operativos ejecutados del 9 al 25 de enero por las fuerzas de seguridad en calles y en zonas conflictivas donde operan bandas criminales vinculadas al narcotráfico.
Dentro de esos operativos, 88 fueron orientados contra grupos catalogados por el Gobierno como "terroristas", además de que se han abatido a cinco miembros de esas organizaciones.
También se han decomisado 1.267 armas de fuego, 1.537 armas blancas, 929 alimentadoras, 5.243 explosivos, 67.203 municiones y 1.239 teléfonos móviles, así como 35,8 toneladas de droga.
Este jueves la Policía destruyó un récord de 21,5 toneladas de cocaína que fueron decomisadas en una finca del cantón Vinces, en la provincia costera de Los Ríos (centro), durante un operativo militar ejecutado el pasado 21 de enero.
Otros resultados de los operativos a escala nacional fueron el decomiso de 21.171 galones de combustible, de 28 embarcaciones y 77.873 dólares, además de la recuperación de 812 vehículos y 458 motocicletas.
El presidente Daniel Noboa ha ordenado a las Fuerzas Armadas, que están al mando de la seguridad del país, neutralizar a 22 grupos de crimen organizado identificados como "terroristas".
Varios líderes de estas organizaciones, catalogados como "objetivos de alto e intermedio valor", han sido detenidos.
Ecuador también se encuentra en "estado de excepción", por 60 días, con un toque de queda nocturno diferenciado en las 24 provincias del país de acuerdo a su nivel de conflictividad.
Bajo esta medida, los militares fueron desplegados a las calles para controlar el orden y prevenir actos delictivos después de que hace dos semanas el país vivió una serie de atentados, estallidos de coches bomba, motines carcelarios y ataques armados, que ya se cobraron más de una docena de vidas.