Sergio Gómez, Wu Meng y Zhang Tuo
SHANGHAI, 10 nov (Xinhua) -- Frutas tropicales y andinas, carnes y mariscos de primera calidad y algunos de los mejores cafés del mundo llenaron los puestos de América Latina y el Caribe en la sexta Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE), que se llevó a cabo del 5 al 10 de noviembre en Shanghai.
Cerca de una docena de delegaciones nacionales de la región se hicieron presentes este año en la urbe oriental china, incluyendo Argentina, Brasil, Bolivia, Bahamas, Uruguay, Chile, Cuba, El Salvador, República Dominicana, Suriname y Venezuela.
Honduras tuvo la condición de invitado especial y debutante en el evento, tras establecer relaciones diplomáticas con China en marzo de este año.
El canciller hondureño y jefe de la delegación de su país, Eduardo Enrique Reina, dijo a Xinhua que llegaron a Shanghai con una nutrida comitiva compuesta por unos 25 empresarios, así como ministros de Gobierno y artistas de las culturas maya y garífuna.
"China es una realidad emergente y un mercado enorme, así como uno de los países económicamente más fuertes en el planeta", asegura Reina, tras destacar la importancia de la CIIE para trabajar conjuntamente y seguir fortaleciendo los intercambios comerciales.
También es la primera ocasión en que se suma Nicaragua, con un amplio despliegue de bienes tradicionales, desde café y miel hasta productos del mar y carnes.
"Esperamos dar a conocer la oferta exportable que tiene nuestro país y las oportunidades de inversión", refirió el director general de fomento a las inversiones del Ministerio de Fomento, Industria y Comercio de Nicaragua, Christopher Kenneth Gutiérrez Murillo.
El funcionario destacó que este año entró en vigor el acuerdo de "cosecha temprana" previo a la puesta en funcionamiento del Tratado de Libre Comercio entre los dos países, que, se espera, facilitará en gran medida el intercambio de bienes y servicios.
VETERANOS DE LA CIIE
China está lejos de ser un mercado nuevo para las empresas de la región y cada vez más consumidores del país asiático encuentran frutas, vinos y carnes procedentes de América Latina y el Caribe en sus comercios locales.
La CIIE ha servido como una importante puerta de entrada para las compañías del área, incluso en la difícil etapa de la pandemia de COVID-19.
Conrado Ferber, presidente del Instituto Nacional de Carnes de Uruguay, contó a Xinhua que esa entidad ha estado presente en cada una de las ediciones de la feria desde el año 2018.
"Más de la mitad de la carne que exporta Uruguay está viniendo para China", asegura Ferber, destacando el papel estratégico que juega el mercado asiático para los productores de su país.
Ferber resalta que las ferias como la CIIE sirven para que los clientes y futuros consumidores conozcan el producto y se familiaricen, incluso para que lo prueben antes de cocinarlo en sus casas.
"Para nosotros es muy importante que el consumidor chino entienda la diferencia de la calidad de nuestra carne y por eso estamos presentes y tenemos degustación para el público que viene a la exposición en la Feria", dice, y añade: "Queremos que saboreen la carne y después la puedan adquirir en comercios de China, y ese es un trabajo que se hace en este tipo de ferias".
La compañía argentina "Bodegas de Altura" también ha viajado a Shanghai en seis ocasiones para mostrar su gama de productos. Fanny Villamayor, su gerente, recuerda que la primera vez que asistieron solo traían 11 vinos en su repertorio, pero a esta última edición llegan con un catálogo mucho más amplio, incluyendo salsas picantes, aceite de oliva y harinas, entre otros.
Según Villamayor, no se puede hacer un negocio si primero no se conoce cómo establecer un vínculo comercial con los clientes, distribuir, almacenar y desarrollar un producto. "Precisamente la CIIE te da la oportunidad de aprender cómo venderle a China y de ser testigo de cómo el mundo le vende a China", afirma, y complementa diciendo: "Creo que año tras año han ido creciendo y mejorando".
ABRIR NUEVOS CAMINOS
Tras seis ediciones y un camino consagrado como facilitadora del comercio de China con el mundo, la CIIE sigue ofreciendo oportunidades para nuevos negocios.
Humberto Díaz Porta, gerente de operaciones de la empresa Latam-China, y quien opera desde Nicaragua, viajó este año a Shanghai por primera ocasión y ya se ha reunido con una docena de empresarios chinos que están muy interesados en sus productos.
"Han mostrado interés en primer lugar por los mariscos y en segundo lugar por la carne bovina", de acuerdo con Díaz Porta, cuya empresa presenta en la CIIE un catálogo de más de 25 productos, incluyendo carne, colas de langosta, red snapper (huachinango) y camarones.
"También traemos un nuevo producto que es carne de cangrejo enlatada", apunta orgulloso el empresario nicaragüense, quien agrega: "Las potencialidades que vemos en el mercado chino son inmensas y estamos en la línea de espera para arrancar el tratado de libre comercio".
María Carolina Angulo, cofundadora y codirectora general de la compañía Lök, ya tiene un camino recorrido en China, con presencia en línea y fuera de línea de su gama de chocolates en importantes ciudades del país.
"Estamos expectantes por todo lo que se viene terminando esta feria y seguros de que el mercado se extenderá y creceremos aún más", afirma. "Los consumidores chinos se han enamorado de los chocolates colombianos y del cacao fino", complementa la empresaria.
Las barras de pasta de guayaba y el café de Cuba también se pueden adquirir actualmente en la plataforma de comercio electrónico JD, pero los empresarios de la isla están convencidos de que hay oportunidades para ampliar la gama de productos.
El director general de la Empresa de Conservas de Vegetales de Cuba, Raymundo Cobas Matos, viajó a Shanghai con una muestra de conservas de mango, jugos y néctares, dulces en almíbar y coco, con la esperanza de que puedan cautivar el paladar de los chinos.
Asimismo, Cuba ofrece una cartera de inversiones para los empresarios interesados en ampliar las capacidades de producción de la isla caribeña en los rubros de agricultura, turismo y minería, entre otros.
La exposición de este año contó con la mayor área de exhibición de su historia y fue también la primera que se celebró desde la actualización de las medidas antiepidémicas en el país asiático, por lo que para muchos constituye un barómetro de la buena salud del mercado chino.