LA PAZ, 2 nov (Xinhua) -- Los bolivianos despidieron hoy jueves a las almas de sus difuntos con oraciones, panes, comida, frutas, bebidas y música, al cierre de la festividad de Todos Santos, donde se fusionan ritos andinos ancestrales con creencias católicas que mantienen la identidad del país.
El 2 de noviembre es feriado en Bolivia y los cementerios se colman de feligreses que visitan las tumbas de sus seres queridos para despedirlos hasta el próximo año, cuando vuelvan de visita a sus otrora hogares.
El presidente boliviano, Luis Arce, destacó la importancia de esta jornada, donde las almas de los difuntos son honradas con ceremonias tradicionales arraigadas en la cultura nacional.
"Hoy a mediodía las y los bolivianos despedimos a las almitas de nuestros difuntos que vinieron a visitarnos por Todos Santos. Visitamos a nuestros seres queridos en los cementerios y los despedimos con rezos y cánticos tradicionales de nuestra hermosa cultura", dijo en sus redes sociales en un mensaje acompañado de fotografías de las mesas con ofrendas típicas de esta celebración.
La catalogadora de la herencia inmaterial del Ministerio de Culturas, Marianela Tarifa, dijo a Xinhua que el reencuentro con los espíritus de los seres queridos que murieron llena de alegría y esperanza a las familias.
"Al mediodía de cada 2 de noviembre en la festividad de Todos Santos, despedimos a nuestras almas con plegarias para que retornen al más allá. Esta ceremonia está llena de espiritualidad, tradición, devoción y cultura", aseveró la experta.
Según explicó Tarifa, la tradición de los bolivianos en esta celebración es que las almas de los difuntos llegan a los hogares cada 1 de noviembre al mediodía para visitar a sus familiares y luego son despedidas en medio de oraciones el 2 de noviembre, cuando emprenden su largo viaje al mundo desconocido.
En diferentes regiones de Bolivia, las familias se reúnen alrededor del altar de sus difuntos, donde colocan ofrendas de comida, bebida, frutas y flores.
Tras recoger en sus hogares las mesas o "apxatas" (altares de difuntos en aimara) los familiares se congregaron en los cementerios con panes, platos de comida, bebidas refrescantes, frutas, flores y golosinas para sus seres queridos.
La ciudadana Míriam Averanga (48 años) comentó que en cada festividad de Todos Santos cumple sagradamente con la tradición de honrar a sus muertos.
"Mi papá murió hace cinco años y desde entonces armo la mesa para recordarlo y siento que nos visita. Esta fecha sirve para la reunión familiar y recordar los mejores momentos y las enseñanzas que nos dejó", aseveró.
Comentó que prepara un chicharrón de cerdo y un picante mixto, los platos de comida que más le gustaban a su papá, para rezar con familiares, amigos, vecinos e invitados.
En los cementerios centrales de las capitales departamentales se prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas debido al espacio limitado.
En los camposantos de las zonas periurbanas, la celebración es más animada, con grupos folclóricos, mariachis, bandas de música y "pinquilladas" (danzas) que llenan el ambiente de ritmo y alegría.