Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 20 ago (Xinhua) -- Cuba cumplió hoy domingo un año sin registrar personas fallecidas por la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19), tras el paso de la pandemia que provocó 8.530 muertes en el país caribeño, según datos del Ministerio de Salud Pública (Minsap).
El último deceso a causa de la COVID-19 reportado por el Minsap ocurrió el 20 de agosto de 2022, con lo que la isla mantiene una tasa de letalidad del 0,76 por ciento, una de las más bajas de la región.
El país ha registrado 1.115.103 casos positivos del nuevo coronavirus desde el primer contagio reportado por las autoridades sanitarias del país en marzo de 2020, con la detección de la enfermedad en tres turistas italianos, de los cuales uno falleció.
En enero de ese año, el Gobierno de Cuba aprobó la aplicación de un plan de enfrentamiento de la pandemia, que de manera gradual incluyó el aislamiento de los enfermos, el uso obligatorio de mascarillas y el desarrollo de vacunas propias.
Se extremaron también medidas de acceso al país en aeropuertos, marinas y puertos, en particular con el control sobre aquellos visitantes procedentes de países que reportaban casos de la enfermedad.
De manera paralela se suspendieron las clases presenciales en todos los niveles de enseñanza y por primera vez se utilizó la docencia en línea.
Científicos cubanos desarrollaron a su vez las vacunas contra el COVID-19, con las que en marzo de 2021 se inició la inmunización masiva de la población.
Tras lograr la aprobación para el uso de emergencia de esos fármacos, el plan de vacunación comenzó con 150.000 trabajadores de la salud y de manera gradual se extendió a todo los sectores de la población cubana.
En la actualidad, 10.030.709 cubanos, es decir, más del 90 por ciento de la población, han recibido las tres dosis de las inyecciones nacionales, mientras que a 8.770.163 se les ha aplicado dosis de refuerzo, según las cifras del Minsap.
Este domingo se reportaron sólo otros tres contagios de la COVID-19 en el país y 10 personas que se mantienen hospitalizadas con una evolución clínica estable, de acuerdo con el informe diario de las autoridades sanitarias.
"Por suerte, la pandemia es hoy sólo un mal recuerdo", dijo a Xinhua la enfermera Blanca Sosa, quien trabajó en uno de los centros de aislamiento establecidos por el gobierno ante el aumento de los enfermos en pleno pico pandémico.
Sosa, jubilada hace dos meses, recordó los duros días del azote de la enfermedad, cuando "la muerte rondaba y parecía que todos nos íbamos a contagiar".
"Por fortuna, las vacunas nacionales fueron un éxito y permitieron controlar los contagios poco a poco", rememoró.
Pero aunque se preservó la salud humana, un golpe muy duro sufrió la economía cubana, atrapada entre la rotura de las cadenas globales de suministros, los efectos de la crisis internacional y el endurecimiento del bloqueo que desde más de medio siglo aplica Estados Unidos.
"La pandemia significó la parálisis casi total de la economía nacional", comentó a su vez el funcionario veterano, Renato García.
García recordó que las autoridades cubanas reconocieron que entre 2020 y 2021, el país sufrió una pérdida del 13 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
El propio viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil, admitió en una sesión de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral) que se trató de "un impacto realmente duro".
Desde entonces, el país caribeño vive una profunda crisis económica que se expresa en el desabastecimiento de alimentos, medicamentos y combustible, así como en una inflación con un crecimiento del 45,48 por ciento interanual.
