BUENOS AIRES, 28 feb (Xinhua) -- Argentina atraviesa su sequía más fuerte de los últimos 60 años con estimaciones de cosecha agrícola reducidas a la mitad y un impacto ineludible en los precios internacionales de productos de los cuales es líder en exportación, principalmente derivados de la soya, según expertos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro de la BCR aseguró a Xinhua en una entrevista que la situación de este año es "sumamente atípica" y "comparable con las peores campañas de los últimos 20 años", a la vez que es consecuencia directa de un tercer episodio consecutivo del fenómeno climático "La Niña" con años de falta de agua en el principal núcleo productivo del país.
"Vemos que se formó una tormenta perfecta, por un lado, una situación de falta de agua que estamos arrastrando y, por otra parte, en la región pampeana estaba faltando un año de lluvias, eso mermó las reservas de agua de los suelos, de las aguas subterráneas, y hoy estamos en una situación sumamente vulnerable que es atípica", dijo Russo a Xinhua.
Los resultados de la cosecha de trigo, tras concluir primera en la campaña 2022-2023, mostraron una caída del 50 por ciento, luego de que las estimaciones, sin sequía, eran de 23 millones de toneladas (Tn) y finalmente se lograron 11,5 millones de Tn, explicó el ingeniero.
Respecto de la soya, de la cual derivan subproductos como la harina y el aceite cuyas exportaciones lideran mundialmente Argentina, los cálculos hechos desde la BCR estiman una pérdida del 30 por ciento y se vaticinan nuevos recortes importantes a la producción.
"En soya, el horizonte productivo, con un clima normal, hubiese estado en las 49 millones de toneladas y hoy estamos hablando de 34,5 millones de toneladas, una reducción respecto de un 30 por ciento menos", indicó Russo, al tiempo que anticipó un mayor recorte próximamente y auguró un panorama de caída de la cosecha del 50 por ciento para el cierre de la campaña estimada entre junio y julio.
En maíz, la siembra tardía de al menos el 75 por ciento de los cultivos no permite realizar proyecciones de merma, pero hasta la fecha la sequía ha impactado en una caída del 15 por ciento, agregó.
"En diciembre gran parte de la región pampeana, integrada por las principales cinco provincias productoras de Argentina a saber Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos y La Pampa, estaban en rojo, incluso hay buena parte de este núcleo que está en una sequía extrema", indicó Russo.
Para Russo, la actual es la peor sequía de los últimos 60 años. Los niveles de cosecha ya se ubican por debajo de la campaña 2017-2018 cuando también se experimentó una fuerte seca mientras se aproxima a la del 2008-2009 que ha sido la más grave, con una caída de los volúmenes de soya del 50 por ciento.
"Estamos hablando de la posibilidad de pérdidas masivas para el sector agrícola, con incluso rindes que estén por debajo de la cuarta parte de lo que se esperaba obtener", agregó.
Por su parte, Emilce Terré, economista en Jefe de la Bolsa de Comercio de Rosario, aseguró que la sequía genera un impacto, principalmente un aumento, en los precios internacionales de los productos exportados por Argentina, mientras que en relación a otros cereales parte de esta repercusión va a ser compensada por mejores temporadas experimentadas en países sudamericanos como Brasil.
"Argentina tiene un peso importante en el precio internacional de los alimentos, pero son tantos los acontecimientos globales que esto es un factor adicional dentro de un contexto de mucha volatilidad e incertidumbre", indicó Terré a Xinhua.
"Argentina es el principal exportador mundial de harina de soja y de aceite de soja, esos son los principales productos en los que más efecto va a tener la sequía argentina, pero en el caso del trigo y del maíz hay otros países que están más arriba en el ranking de exportadores", acotó.
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario, se calcula un precio FOB de exportación de la harina de soja argentina en 584 dólares por tonelada, todo lo cual representa un 16 por ciento por encima de los 502 dólares registrados a principios de septiembre pasado.
"No obstante, al 30 de septiembre los precios se acercaban a 460 dólares la tonelada, por lo que desde ese entonces los precios acumulan una suba próxima al 27 por ciento", señaló Terré.
La economista explicó que en el caso del trigo, Argentina suele ubicarse entre la novena y sexta posición como exportador mundial, y en el caso del maíz este 2023 estaría dominado principalmente por Brasil o Estados Unidos, sugiriendo que al haber otros proveedores se limita el aumento de precios por la sequía en Argentina.
"El mayor impacto de precios internacionales lo esperamos en los derivados, en harina y de aceite; respecto de los otros granos, el hecho de que haya buena perspectiva, por ejemplo, sobre la oferta brasileña atenúa el efecto de la sequía en Argentina en cuanto a precios mundiales", añadió Terré.