El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (d), estrecha la mano del canciller alemán, Olaf Scholz (i), previo a una reunión bilateral en el Palacio de Planalto, en Brasilia, capital de Brasil, el 30 de enero de 2023. (Xinhua/Lucio Tavora)
BRASILIA, 30 ene (Xinhua) -- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, propuso este lunes la creación de un foro de países para promover el diálogo y la búsqueda de la paz entre Rusia y Ucrania, durante su reunión con el canciller alemán, Olaf Scholz, quien se encuentra en Brasilia para una visita oficial.
En una rueda de prensa conjunta en el palacio presidencial de Planalto, Lula dijo que es necesario crear "un club de las personas que quieren conseguir la paz en el planeta".
"Un club de países que tienen que sentar a la mesa con Rusia y con Ucrania y encontrar la paz, porque el mundo está precisando la paz. Estamos en el siglo XXI y estamos en una guerra que ni sabemos ni por qué ocurrió", enfatizó.
"Es necesario construir un grupo que tenga fuerza suficiente y que sea respetado en la mesa de negociaciones y que converse con los dos", afirmó.
El líder brasileño se dispuso inclusive, si es necesario, a hablar personalmente con el presidente ruso, Vladimir Putin, y con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky.
Cuestionado sobre si Brasil estaría interesado en vender municiones y armamento a Alemania para que este país lo entregue a Ucrania, Lula fue terminante, dejando claro que "Brasil tomó la decisión de no pasar las municiones".
"Brasil no tiene interés en pasar las municiones para que puedan ser utilizadas en la guerra entre Ucrania y Rusia. Brasil no quiere participación ni siquiera indirecta, porque es necesario alguien que defienda la paz, porque la palabra paz está siendo muy poco utilizada", resaltó.
Por su parte, Scholz dijo que el conflicto en Ucrania fue uno de los temas de las conversaciones con el mandatario brasileño.
El canciller alemán señaló también sentirse muy emocionado por estar en Brasilia dados los disturbios ocurridos hace algunas semanas, ofreciendo a Lula y a Brasil su "plena solidaridad", y manifestó su intención de "abrir un nuevo capítulo en las relaciones" entre los dos países.
