Xi Jinping, secretario general del Comité Central del PCCh, saluda a los periodistas en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing, el 23 de octubre de 2022. (Xinhua/Pang Xinglei)
BEIJING, 26 oct (Xinhua) -- Tras 10 años al frente del Partido Comunista de China (PCCh), Xi Jinping, de 69 años, volvió a presentarse ante los periodistas como máximo dirigente del Partido y prometió dirigir el país hacia la revitalización nacional a través de una vía china de modernización.
"Debemos tener en cuenta la naturaleza y el propósito del PCCh, así como nuestra propia misión y responsabilidad, y trabajar con diligencia en el cumplimiento de nuestro deber, para demostrar que somos dignos de la gran confianza del Partido y de nuestro pueblo", afirmó Xi el domingo, mientras conducía a sus colegas al encuentro con la prensa, recién llegado de una sesión plenaria del Partido que lo eligió secretario general del Comité Central del PCCh.
En 2012, después de que fuera elegido como secretario general del Comité Central del PCCh, Xi manifestó que él y sus compañeros conducirían al PCCh a esforzarse por la revitalización nacional, buscar una vida mejor para el pueblo y abordar los problemas dentro del Partido.
China, bajo su liderazgo durante la última década, ha asistido a cambios históricos, duplicando su economía hasta alcanzar 114 billones de yuanes (16 billones de dólares), erradicando la pobreza absoluta y materializando la prosperidad moderada de los 1.400 millones de habitantes del país.
También fue una década de severos desafíos. La pandemia de COVID-19, la guerra comercial de Estados Unidos y la presión a la baja de la economía plantearon amenazas para el desarrollo de China y probaron la fuerza de Xi y del Partido que encabeza.
Tras lograr transformaciones históricas e iniciar una "nueva era" para el socialismo con peculiaridades chinas, Xi es considerado el timonel capaz de orientar al país para superar las dificultades y buscar su plena modernización.
Stephen Perry, presidente del 48 Group Club de Reino Unido, aseguró que todo lo que ha visto en el presidente Xi le indica que su motivación es el pueblo de China, lo que resulta muy importante para el desarrollo del país en su fase actual.
Robert Kuhn, académico estadounidense y autor del libro "Cómo piensan los líderes chinos (How China's Leaders Think)", apuntó que Xi tiene un entendimiento objetivo y exhaustivo de la situación actual de China, así como un pensamiento detallado y racional sobre su futuro.
Xi Jinping (segundo a la izquierda) posa para una foto en el distrito de Yanchuan de la provincia noroccidental china de Shaanxi en 1973. (Xinhua)
HIJO DE LA MESETA DE LOESS
Xi Jinping nació en junio de 1953 en una familia revolucionaria. Su padre, Xi Zhongxun, fue un líder venerado del PCCh. Al describirlo como "alguien que se dedicó incondicionalmente al pueblo chino", Xi afirmó que obtuvo una gran inspiración de su padre y se comprometió a seguir sus pasos.
Con apenas 15 años de edad, como un "jóven educado", Xi partió de Beijing rumbo a la aldea Liangjiahe en la parte árida de la provincia noroccidental de Shaanxi, llevando con él una pequeña bolsa de costura, que tenía inscrita los caracteres chinos "corazón de mamá" bordados por su madre, Qi Xin.
Xi pasaría siete años en el campo, trabajando y viviendo junto a los campesinos. Se calificó a sí mismo como un campesino al recordar sus años en Liangjiahe. Estaba separado de su familia, dormía en viviendas tipo cueva, sufría de picaduras de pulgas y trabajaba duramente como los aldeanos para atender los cultivos, rebañar ovejas, llevar el abono y transportar el carbón.
Allí se unió al PCCh y luego se convirtió en jefe del Partido de Liangjiahe, dando inicio a su carrera política. Xi recordó que su deseo más sincero en aquel entonces era que los aldeanos "tuvieran carne en sus platos y la tuvieran con frecuencia". Los condujo a cavar pozos, construir diques, hacer terrazas en las colinas y establecer el primer pozo de generación de metano de la provincia.
Esta experiencia significó mucho para Xi y a menudo se ha referido a ella, incluso después de convertirse en el máximo líder del país. Durante una visita de Estado a Costa Rica en 2013, visitó la casa de una familia campesina y habló de su experiencia en el campo.
"Muy difícilmente, un presidente se refiere con tanta emoción, con tanto orgullo, de ser campesino. Algunos presidentes obvian esa parte. Él no, él lo rescata", destacó Alberto Zamora, cuya familia posee la plantación de café que visitó Xi.
Xi Jinping visita la aldea Liangjiahe, en la provincia noroccidental china de Shaanxi, el 13 de febrero de 2015. (Xinhua/Lan Hongguang)
Xi manifestó que obtuvo su entendimiento de qué significaba la palabra "pueblo" a través de su experiencia en Liangjiahe y reforzó su determinación para servir a la gente, a lo cual se ha adherido durante toda su carrera política.
A finales de la década de los años 70, después de graduarse de la Universidad Tsinghua, Xi trabajó como secretario del ministro de Defensa. En 1982, se ofreció a trabajar en el nivel de base y se trasladó a Zhengding, un distrito empobrecido en la provincia norteña de Hebei. Su esposa, Peng Liyuan, recordó después que muchos de los compañeros de clase de Xi fueron al extranjero y él pudo haber hecho lo mismo. Pero Xi se quedó y seleccionó un camino más duro: convertirse en un servidor del pueblo.
En sus tres años en Zhengding, donde se desempeñó como jefe adjunto del Partido y luego jefe del Partido, Xi montó bicicletas en todas las comunas y equipos de producción del distrito para examinar el trabajo. A veces llegaba cuando los aldeanos estaban cultivando sus campos y se incorporaba a las labores agrícolas.
Luego pasó más de 17 años en la provincia de Fujian y casi cinco años en la de Zhejiang. Desempeñó múltiples papeles en ambas provincias costeras, incluyendo vicealcalde, jefe del Partido de prefectura, gobernador provincial y jefe de Partido provincial. En 2007, trabajó en Shanghai como jefe del Partido antes de ascender al Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del PCCh.
Xi mantuvo vínculos estrechos con el pueblo dondequiera que trabajó, incluso después de ser promovido a los máximos puestos del Partido. Xi ha convertido en una tradición visitar casas de personas comunes en vísperas de cada Fiesta de la Primavera. Su experiencia durante los años tempranos de hambre y trabajo duro en los campos puede ayudar a explicar por qué Xi observa la cocina, el baño y el sótano en las casas de las personas. También mantuvo la costumbre de intercambiar la correspondencia con la gente. Entre las personas que han recibido misivas de Xi se cuentan campesinos, empresarios, alumnos, miembros de grupos artísticos de pastizales y soldados que salvaguardan las fronteras.
En 2013, Xi inició una campaña de "alivio focalizado de la pobreza" y elaboró planes para su implementación. En total, más de 255.000 equipos de trabajo y más de tres millones de cuadros fueron enviados al campo para ayudar a los aldeanos a erradicar la pobreza casa por casa. Unos 100 millones de personas han salido de la pobreza extrema en la última década.
Estar junto al pueblo contra viento y marea ha fortalecido su convicción: luchar por la felicidad del pueblo y la revitalización de la nación. En la última década, Xi lanzó cinco campañas de educación en el Partido para recordar a los miembros del PCCh su aspiración original y la misión fundacional del Partido.
Xi está muy familiarizado con la difícil situación de la nación después de las Guerras del Opio, ocasionadas por los colonizadores occidentales en el siglo XIX. En 2018, visitó las ruinas de una fortaleza de cañones en la isla Liugong en la provincia oriental de Shandong. Hace más de un siglo, la isla presenció la derrota aplastante de la primera marina moderna de China en la Primera Guerra Sino-Japonesa. Xi se detuvo para reflexionar en las ruinas y, en el museo sobre la guerra, leyó en voz alta un poema patriótico que deplora la invasión extranjera de aquel entonces.
Como el primer jefe del PCCh nacido tras la fundación de la República Popular China en 1949, Xi compartió el orgullo sobre una serie de éxitos que mostraron que "el pueblo chino se ha levantado": la victoria en la Guerra de Resistencia contra la Agresión de Estados Unidos y Ayuda a Corea, el establecimiento de un sistema industrial relativamente completo, y la fabricación de bombas nucleares y satélites, entre otros. Elogió estos logros. "Solo el socialismo puede salvar a China; solo el socialismo puede desarrollar a China", dijo.
Tras el inicio de la reforma y apertura, Xi tuvo gran pasión por esta causa y se dedicó a ella. Desde las regiones del interior relativamente pobres hasta la próspera costa oriental del país, Xi tomó la delantera en el fortalecimiento del comercio exterior y la inversión, así como en el desarrollo común de las empresas tanto públicas como privadas. Como líder máximo del Partido, Xi convocó una importante reunión de empresas privadas. Indicó que las empresas privadas y los empresarios privados son "nuestro propio pueblo". También manifestó que el sector privado de China no se puede debilitar, sino que se debe reforzar.
Xi es reconocido por sus compañeros, a nivel local y central, como un buen planificador a largo plazo.
En 2020, su planificación estratégica se manifestó en la elaboración del XIV Plan Quinquenal y los objetivos a largo plazo para el año 2035 del país. Con el fin de elaborar un buen plan, Xi presidió reuniones para escuchar los puntos de vista y opiniones de los expertos, hombres de negocios, científicos, cuadros de base, entre otros. Dio instrucciones para llevar a cabo la recopilación en línea de sugerencias. Los usuarios chinos de internet ofrecieron más de un millón de comentarios.
En la última década, la riqueza del pueblo chino aumentó establemente. En 2021, el ingreso disponible per cápita de los chinos alcanzó 35.128 yuanes, un incremento de casi un 80 por ciento respecto a 2012. La tasa de la brecha entre el ingreso urbano y rural se redujo a 2,5:1.
En palabras de Xi, todo lo que ha hecho es fundamentalmente para la mejora de la vida del pueblo. Una vez redactó en sus memorias, "Tenemos que amar al pueblo como amamos a nuestros padres, trabajar por su bienestar y permitirle vivir una vida mejor." Después de convertirse en el secretario general, afirmó que "la aspiración del pueblo por una mejor vida es por lo que lucharemos".
Xi Jinping habla con unos aldeanos en la aldea Shibadong en la provincia central china de Hunan, el 3 de noviembre de 2013. (Xinhua/Lan Hongguang)
En un encuentro con la prensa el domingo pasado, tras la primera sesión plenaria del XX Comité Central del PCCh, Xi afirmó que el pueblo "siempre nos cubrirá las espaldas y nos dará confianza" y el Partido siempre capeará el temporal con el pueblo y se mantendrá en contacto directo con él.
El Partido y el Gobierno tienen buenas calificaciones. Una encuesta de la Universidad Harvard muestra que la satisfacción de los ciudadanos chinos con el Gobierno se ha incrementado en todos los ámbitos, con las autoridades centrales recibiendo el nivel más alto de aprobación de un 93 por ciento. Una encuesta de Edelman también muestra que la confianza entre los ciudadanos chinos en su Gobierno alcanzó en 2021 un récord de un 91 por ciento, el nivel más alto en todo el mundo.
POR UNA CHINA FUERTE
Xi heredó la misión de lograr la modernidad de China que habían soñado y por la que habían luchado generaciones del pueblo chino.
En 2020, se detuvo ante una exposición en un museo de la provincia de Guangdong que mostraba un gran plan diseñado por Sun Yat-sen para modernizar China hace un siglo. Sun lideró con éxito la Revolución de 1911 para acabar con la última dinastía imperial de China y fundar una república, la cual, sin embargo, no duró. El gran plan no se materializó. "Solo nosotros los comunistas chinos podemos hacer que el (plan) suceda", dijo Xi ante la exhibición.
Según Xi, todos los esfuerzos de la nación liderados por el Partido durante el siglo han sido para convertir a China en un gran país moderno y hacer realidad el sueño chino de la revitalización nacional.
Hace diez años, cuando Xi ascendió al máximo puesto del Partido, China ya era la segunda economía más grande y el principal fabricante del mundo. Pero la economía enfrentaba una creciente presión a la baja y era inminente la necesidad de transformar la estructura económica. También era necesario resolver otros temas difíciles, como la corrupción, la contaminación y la brecha de ingresos entre los ricos y los pobres, todo lo cual planteaba graves desafíos para el Partido.
Todos los ojos estaban puestos en Xi. El pueblo esperaba que él trajera cambios reales. Y los cambios debían comenzar desde el propio Partido. Xi dijo que "se necesita un buen herrero para forjar un buen acero", y pidió la autorreforma del Partido y un autogobierno "pleno y riguroso". Desató la mayor campaña anticorrupción en la historia del Partido. Xi aseguró: "Debemos hacer las cosas que deben hacerse... Si permitimos que unos pocos cientos de funcionarios corruptos se escapen, decepcionaremos a los 1.300 (la población de ese entonces) millones de chinos ".
Entre los funcionarios corruptos removidos durante la última década se incluyen "tigres" como Zhou Yongkang, Bo Xilai, Guo Boxiong, Xu Caihou, Sun Zhengcai y Ling Jihua, así como varios altos funcionarios de departamentos del Gobierno central, empresas estatales y provincias. También hay numerosos cuadros en posiciones mucho más bajas en la jerarquía del Gobierno.
A principios de 2022, Xi declaró que se había logrado una victoria abrumadora en la lucha contra la corrupción, y esto se ha consolidado en todos los ámbitos. Pero advirtió a los cuadros del Partido que deben ser sobrios y conscientes de que la campaña anticorrupción nunca terminará.
Xi Jinping presenta un informe ante el XX Congreso Nacional del PCCh en nombre del XIX Comité Central del PCCh en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing, el 16 de octubre de 2022. (Xinhua/Ju Peng)
Xi quiere asegurarse de que los más de 96 millones de miembros del PCCh y las 4,9 millones de organizaciones de nivel primario mantengan su pureza y fortaleza. Considera que el liderazgo general del Partido es la clave para convertir a China en un gran país socialista moderno. El Partido debe "ser la fuerte columna vertebral en la que el pueblo chino pueda apoyarse en todo momento", dijo.
En repetidas ocasiones, Xi ha llamado a los cuadros del Partido a aprender del colapso de la Unión Soviética y ha reiterado la importancia de tener convicciones firmes en el comunismo y fortalecer la disciplina del Partido. Xi dirigió la formulación de la revolucionaria decisión de ocho puntos sobre la mejora de la conducta laboral. Ordenó a los principales funcionarios que informaran periódicamente sobre sus asuntos personales y familiares, como el estado civil, las finanzas personales y la participación comercial. Entre 2015 y 2021, el Partido reguló la participación empresarial de los cónyuges, los hijos y los cónyuges de los hijos de más de 4.700 funcionarios.
Xi encabezó los esfuerzos para promulgar y revisar una serie de reglamentos del Partido, mejorar el mecanismo para realizar inspecciones disciplinarias y establecer la Comisión Nacional de Supervisión, que pone bajo escrutinio a todos los que ocupan cargos públicos.
Los observadores señalan que Xi ha jugado un papel clave en la remodelación del PCCh. Liu Jingbei, profesor de la Academia de Liderazgo Ejecutivo de China en Pudong, dijo que Xi fortaleció aún más la unidad en el pensamiento, la orientación política y la acción de los miembros del Partido. Asimismo, revirtió la tendencia de que la dirección del Partido se estaba debilitando y marginando en algunos lugares y departamentos.
Xi pidió a la ciudadanía que respete y aprenda de los héroes. Se promulgó una ley nacional sobre el respeto a los héroes. Se estableció un sólido sistema de concesión de premios y distinciones. Xi también presentó un conjunto de valores socialistas centrales, cuya esencia, según él, es el patriotismo.
Xi ha fomentado el concepto "democracia popular de proceso entero", pidiendo mayores esfuerzos para desarrollar la democracia socialista. Dijo que la democracia es un instrumento para abordar los problemas que preocupan al pueblo. Si el pueblo solo se despierta en el momento de la elección, pero después entra en hibernación, entonces este tipo de democracia es una mera formalidad.
La gobernanza basada en la ley en todos los campos que impulsa Xi es considerada una profunda revolución en la gobernanza. El Estado de derecho para el país, el Gobierno y la sociedad debe estar integralmente establecido para 2035, según Xi. Es el primer presidente chino en jurar lealtad ante la Constitución del país. Xi ratificó que la Constitución goza de un estatus legal, una autoridad y una fuerza supremos.
En la última década, la legislatura nacional de China adoptó 70 leyes y revisó otras 238. Muchas de las legislaciones son innovadoras, incluyendo el Código Civil, adoptado en 2020, y la Ley de Inversión Extranjera, adoptada en 2019, que es la ley básica que rige la Inversión Extranjera Directa (IED) en el país y promueve la liberalización y facilitación de alto nivel de la inversión extranjera.
Estos esfuerzos han ayudado a crear condiciones más favorables para el desarrollo. Xi planteó la noción de "nueva normalidad" económica. Apuntó que la reforma de China ha entrado en aguas profundas.
Xi preside personalmente una serie de comisiones centrales para fortalecer el liderazgo del Partido sobre el trabajo económico, así como la reforma y apertura. Dirigió los esfuerzos para racionalizar el Gobierno y reducir los impuestos y las tarifas para las empresas.
Desde la tercera sesión plenaria del XVIII Comité Central del PCCh en 2013, más de 2.000 planes de reforma han sido implementados, abarcando casi todos los aspectos de las empresas económicas, políticas, culturales y sociales, así como la vida cotidiana de las personas.
Xi ha presentado una nueva concepción que promueve un desarrollo innovador, coordinado, verde, abierto e inclusivo para todos. Peter Koenig, ex economista sénior del Banco Mundial, dijo que la nueva concepción del desarrollo es probablemente el núcleo de lo que se ha denominado "Xiconomics". "Esto es muy típico y creo que describe bien lo que está sucediendo ahora en la economía china", afirmó. (Continúa)