Una empleada tabacalera trabaja en la selección de los colores del tabaco, en la fábrica La Corona, en La Habana, capital de Cuba, el 27 de febrero de 2020. Por detrás de la exportación de servicios profesionales, el turismo y el níquel, el tabaco es el cuarto renglón económico del país, con ventas que sobrepasaron los 500 millones de dólares en los últimos dos años.(Xinhua/Joaquín Hernández)
LA HABANA, 4 oct (Xinhua) -- Cuba busca fórmulas para recuperar a la industria tabacalera, golpeada con dureza por el paso del huracán Ian en el extremo occidental de la isla, principal zona de cosecha de la hoja.
El meteoro, que el martes último atravesó la occidental provincia de Pinar del Río luego de penetrar por la costa sur, mantuvo un lento y destructivo movimiento que durante seis horas desbordó ríos, inundó poblados y causó innumerables daños en viviendas, redes eléctricas y telefónicas.
En ese territorio del extremo oeste del país, el fenómeno causó graves daños en los municipios de San Luis y San Juan y Martínez, dos zonas que conforman la llamada "tierra del mejor tabaco del mundo" y donde el próximo día 20 debía comenzar la campaña tabacalera 2022-2023.
En Pinar del Río quedaron destruidas más de 10.000 casas de cura de las 12.000 que conforman la infraestructura tabacalera y que acumulaban 33.000 toneladas de las 41.000 cosechadas en el país.
Unas 11.000 toneladas de tabaco que estaban en proceso de cura se mojaron por lo que muchas de ellas tendrán que ser descartadas.
No obstante, las medidas tomadas por los quienes cultivan la vega de la provincia, que aporta más del 70 por ciento a la producción nacional, salvaron a unas 650 toneladas de tabaco tapado destinadas a la elaboración de los afamados habanos.
El presidente del grupo empresarial Tabacuba, Marino Murillo, recorrió las áreas dañadas de donde se extraen todas las hojas protegidas en casas de cura y se envían a otras provincias entre 15.000 y 17.000 toneladas de la hoja.
Además, se reinicia la riega de los semilleros, una tarea imprescindible para comenzar las siembras, dijo Murillo, quien apuntó que la provincia perdió prácticamente todos los semilleros que aportan las plántulas necesarias.
Murillo afirmó a la televisión local que se mantienen los planes de sembrar 15.000 hectáreas en todo el país, aunque aún no se ha definido el área que corresponderá a Pinar del Río, un territorio donde cada año se siembra la mayor cantidad de hectáreas.
"El programa de la provincia dependerá de las casas de cura que se puedan reconstruir", aclaró el directivo, quien pidió rescatar todo el material en buenas condiciones en las instalaciones dañadas por Ian.
De acuerdo con estimados, para la recuperación de esas instalaciones son necesarios 170.000 metros cúbicos de madera y 600 toneladas de puntillas.
El delegado del Ministerio de Agricultura de Pinar del Río, Víctor Fidel Hernández, dijo al diario oficial Granma que el paso del huracán ha sido "el mayor golpe que ha sufrido la infraestructura tabacalera a lo largo de su historia".
Los cuantiosos daños se debieron al devastador fenómeno meteorológico, que atravesó lo que se conoce como el macizo tabacalero de Vueltabajo, y azotó a todos los municipios pinareños.
Por detrás de la exportación de servicios profesionales, el turismo y el níquel, el tabaco es el cuarto renglón económico del país, con ventas que sobrepasaron los 500 millones de dólares en los últimos dos años.
Ian fue la novena tormenta con nombre de la temporada de huracanes del Atlántico de 2022, que se extiende desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre.
El último meteoro de grandes dimensiones que azotó Cuba fue en 2017, cuando el huracán Irma recorrió la isla por la costa norte, de este a oeste, y dejó 10 muertos y pérdidas materiales superiores a los 13.000 millones de dólares, según datos oficiales.
