Por Sylvia B. Zárate
BOGOTÁ, 30 sep (Xinhua) -- Un grupo de mujeres campesinas cabeza de hogar es responsable de la cría de mariposas nativas de Colombia, en el departamento colombiano de Valle del Cauca (suroeste), para su exportación a países no tropicales donde son exhibidas en mariposarios.
Alas de Colombia es el nombre de la empresa que reúne a este colectivo, que con su trabajo ha logrado exportar pupas de mariposa a naciones como Alemania, Canadá, Chile, Dubái, Estados Unidos, Francia, Italia, México, Reino Unido y Ucrania.
La gerente de Alas de Colombia, Vanessa Wilches, explicó en entrevista con Xinhua que el proyecto se ha desarrollado en la comunidad de Arenillo, en el municipio de Palmira, donde unas 25 familias campesinas viven de esta actividad que no afecta el entorno donde se realiza.
Wilches explicó que la cría de mariposas "es un negocio verde por excelencia", con cero uso de agroquímicos y economía completamente circular, así como aprovechamiento de residuos y recursos.
"El beneficio en cuanto a conservación del bosque es impresionante, porque para zoo criar mariposas además se tiene que sembrar plantas nativas, que son las hospederas o las que alimentan a las orugas de mariposas", comentó la promotora.
Compartió que dentro de este proceso existe una asociación directa insecto-planta, que implica el cuidado de toda la flora circundante, lo que repercute en la conservación del bosque y en el mantenimiento del ecosistema de la región donde crecen estas especies únicas.
"Nuestro proyecto además aporta conocimiento en general de la diversidad de especies, no únicamente de mariposas, sino de todo el ecosistema que circunda en nuestro zoo criadero, ya que hemos procurado una conservación del bosque lo más prístino y cercano posible a lo nativo para generar el ambiente adecuado", apuntó.
La entrevistada subrayó la importancia de la transformación cultural alrededor de la conservación natural, así como del valor de la biodiversidad en la región y en el país sudamericano.
"Hay toda una tendencia de practicar senderismo y fotografía con mariposas. Así como se ha generado auge con las aves, se está gestando el nacimiento de un nuevo enfoque turístico para Colombia, ya que está constatado que ocupamos el primer puesto en riqueza de mariposas", dijo.
Refirió en ese sentido el conteo efectuado el año pasado sobre la existencia de 3.642 especies de mariposas diurnas en Colombia.
Explicó también que durante la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) evolucionó el producto de "regalos vivos", como las "maripupas" (cajas con pupas de mariposa) con un pronóstico de nacimiento aproximado para ser liberadas.
Las "maripupas" ayudaron a familiares de víctimas de la COVID-19 a efectuar un tipo de ritual de despedida cuando no era permitido realizar funerales por la emergencia sanitaria.
"En pandemia logramos sobrevivir con nuestros regalos vivos porque se cerraron las fronteras, pero se volvió el regalo emblemático para acompañar el duelo por fallecimientos de COVID en las familias que no podían velar ni enterrar a sus muertos", explicó.
En Colombia, la liberación de mariposas de forma colectiva también se realiza en eventos como matrimonios, aniversarios, bautizos o cumpleaños, en que mariposas de diferentes especies y colores son liberadas por los asistentes.
El proyecto Alas de Colombia cuenta con las licencias ambientales reglamentarias y el precio de los productos depende de la especie, al oscilar entre 1,8 y 3 dólares por pupa.
