Por Cristóbal Chávez Bravo
SANTIAGO, 9 feb (Xinhua) -- Chile vive la ola de contagios de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) de mayor magnitud de la pandemia por la variante ómicron, explicó últimamente el infectólogo Ignacio Silva.
"Es la ola de contagios de mayor magnitud que hemos tenido en estos más de dos años de pandemia, con más de tres veces de lo que tuvimos con la variante delta, que había sido la que más nos había afectado", señaló a Xinhua el académico de la Universidad de Santiago de Chile.
El especialista del Hospital Barros Luco, uno de los centros médicos más importantes de la capital chilena, recalcó que la ola de contagios es a expensas de la variante ómicron.
"Sin embargo, gracias a la amplia cobertura de vacunación que tenemos, más de un 90 por ciento de la población ha recibido al menos dos dosis de vacuna", dijo Silva, para agregar que por ello "la mayoría de los casos que estamos viendo son casos leves".
Remarcó que de manera paulatina y debido al gran número de contagios de la COVID-19 que vive el país sudamericano, se empieza a notar un aumento en la demanda de asistencia con requerimiento de hospitalización y ventilación mecánica, así como de personas fallecidas por causas relacionadas con el virus.
"Se ha apostado a nivel de la autoridad sanitaria por la estrategia de vacunación prácticamente como único pilar de la estrategia de prevención", dijo el especialista.
"Las últimas semanas se decretó el fin de la trazabilidad y ya la autoridad sanitaria no se hace cargo del seguimiento de los casos positivos y sus contactos estrechos, sino que cada persona tiene que hacerse responsable de guardar el aislamiento necesario y avisar, notificar a sus contactos estrechos", agregó.
En diciembre pasado, Chile promediaba unos 2.000 contagios diarios de la COVID-19, pero en los últimos días ha superado los 30.000 en una jornada y picos sobre los 35.000, además de superar los 125.000 activos, es decir, que pueden contagiar la enfermedad.
Para Silva, el mayor responsable del alza de casos es "sin duda" la variante ómicron y su alto nivel contagioso, acompañado por el aumento de la movilidad social ocurrido en las pasadas celebraciones de la Navidad y el Año Nuevo.
A lo anterior se suma el aumento en la movilidad de la gente por el verano en el hemisferio sur, temporada en "que muchas personas se desplazan para vacacionar fuera de sus ciudades de origen", lo que también "es un riesgo de contagio".
El galeno lamentó que a ello se agrega que la autoridad sanitaria ha transmitido el mensaje de que la variante ómicron "genera un cuadro leve", por lo que la mayoría de las personas pueden seguir con su vida normal, "lo que ha generado una disminución en la percepción de riesgo".
Apuntó que en la nación austral hay un problema de comunicación de riesgo por parte del Gobierno, pues genera una falsa sensación de seguridad con relación a la alta cobertura de vacunación contra la COVID-19, así como la capacidad de la nueva variante de generar cuadros leves.
"Nosotros sabemos que la vacunación es fundamental, pero por sí sola claramente no es suficiente para poder controlar una pandemia", dijo el especialista.
Silva remarcó que con el actual número de contagios diarios, el sistema asistencial no ha colapsado gracias a la vacunación.
"El problema es que si tenemos un aumento explosivo de contagios, ni siquiera la alta tasa de vacunación va a ser capaz de contener la demanda asistencial", advirtió.
"Sin duda que se espera un alza de las muertes. No va a ser proporcional a la cantidad de casos, porque efectivamente las vacunas nos protegen, pero sin duda que con 35.000 casos diarios o más que podríamos tener en los próximos días, van a haber aumentos en los ingresos a las unidades de cuidados intensivos y va a aumentar la mortalidad", proyectó el entrevistado.
Chile reporta a la fecha 2.466.098 casos confirmados y 40.111 personas fallecidas por causas relacionadas a la enfermedad desde el inicio de la pandemia en el país sudamericano.
En cuanto a la vacunación contra la COVID-19, más del 92 por ciento de la población objetivo (15,2 millones de personas mayores de 18 años) han completado su tratamiento, además de que se han administrado 12,6 millones de dosis de refuerzo.