BUENOS AIRES, 9 ene (Xinhua) -- Los casos de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) registran un crecimiento exponencial en las distintas regiones de América por la prevalencia de la variante ómicron y por el relajamiento de las medidas de cuidado en el marco de las fiestas de fin de año.
Así lo afirmó en una reciente entrevista con Xinhua el Gerente de Incidente para la COVID-19 en la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Sylvain Aldighieri.
El experto sostuvo que "en la región de las Américas todas las subregiones han visto un incremento en los casos entre la semana epidemiológica 51, que concluyó el 25 de diciembre de 2021, y la semana epidemiológica 52, que terminó el 1 de enero de 2022: un 92 por ciento en América del Norte, un 125 por ciento en América Central, un 190 por ciento en Sudamérica y un 75 por ciento en el Caribe".
"En el Cono Sur, en Argentina los casos crecieron un 290 por ciento, mientras que Uruguay y Paraguay experimentaron importantes subas en los casos durante ese período, con un 134 por ciento y un 37 por ciento, respectivamente", puntualizó Aldighieri.
El experto de la OPS enfatizó que "una combinación vinculada a la variante ómicron en las distintas subregiones de las Américas, incluyendo los países del Cono Sur, y el relajamiento en las medidas de cuidado público en el marco de los grandes movimientos de personas durante la temporada de fiestas pueden explicar el incremento exponencial de casos detectado en la región".
Aldighieri afirmó que de momento "es imposible predecir la tendencia general de la pandemia para Latinoamérica a largo plazo. Sin embargo, sabemos por la experiencia de los últimos dos años que la introducción de una nueva variante en la región puede disparar picos de transmisión".
Consideró además que la variante ómicron "podría tener un impacto en la provisión de los servicios de salud. En ese marco, el aumento en las tasas de cobertura por vacunación, junto con el cumplimiento de las medidas de cuidado, serán claves para reducir el número de casos graves y de muertes por COVID-19, incluso en un contexto de presencia constante de la variante ómicron".
Aldighieri subrayó en ese marco que "todos los países de la región, incluyendo Argentina, han hecho grandes esfuerzos para adquirir vacunas e inmunizar a su población, pero la pandemia se mantiene como un desafío para todos".
"Argentina ha alcanzado altas tasas de vacunación. Pero es importante completar los esquemas y, en paralelo, continuar comunicando los riesgos vinculados a la enfermedad, para que los residentes puedan tomar decisiones debidamente informados, a fin de proteger su salud y la de los demás", consideró el experto de la OPS.
En particular sobre la variante ómicron, Aldighieri mencionó que "evidencia consistente muestra que esa variante tiene una tasa de crecimiento por sobre la variante delta, con un tiempo de duplicación de 2-3 días y se observa un rápido aumento en la incidencia de casos en distintos países, y en varios de ellos se ha convertido en la variante dominante, como Reino Unido y Estados Unidos".
"Datos preliminares de Europa, incluyendo Reino Unido, sugieren que hay un riesgo menor de hospitalización para la variante ómicron respecto de la variante delta. Sin embargo, se necesita de mayor información para comprender si ello puede ser atribuible a infecciones previas o a la vacunación, y hasta qué punto la variante ómicron puede ser menos virulenta", detalló el experto.
En la actualidad, muchos países han comenzado a dar vacunas de refuerzo, incluidas las de China. En ese contexto, Aldighieri señaló la importancia de inmunizar contra la enfermedad y puntualizó que las dosis de refuerzo son "seguras y efectivas".
"El número de muertes evitadas gracias a las vacunas es más alto cuando las dosis de refuerzo son administradas a los adultos mayores", señaló el entrevistado.
Aldighieri señaló que el 22 de diciembre pasado el comité de expertos en políticas de inmunización (SAGE, por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó recomendaciones en torno a las dosis de refuerzo.
El SAGE, dijo el experto, señaló entonces que la evidencia sobre la mengua en la efectividad de las vacunas vuelve importante el desarrollo de estrategias optimizadas de vacunación para evitar casos graves, incluido el uso de dosis de refuerzo para población específica.
"Esta recomendación se aplica para todas las vacunas aprobadas por la OMS", resumió Aldighieri.
El entrevistado remarcó que "el aumento en las tasas de vacunación entre los grupos prioritarios es una estrategia clave para limitar la transmisión, la tasa de hospitalización y la tasa de mortalidad por COVID-19. El uso de dosis de refuerzo puede ser considerada una estrategia efectiva, dependiendo de la situación epidemiológica de cada país".