BUENOS AIRES, 18 ago (Xinhua) -- China ha orientado esfuerzos con resultados positivos en el control rápido de la epidemia de COVID-19, incluyendo su variante delta, y por otra parte en la acelerada recuperación de la economía con datos alentadores durante el primer semestre, destacaron hoy sinólogos e investigadores argentinos.
Frente al desafío que implica combinar políticas en ambos sentidos, el país asiático continúa apuntando a medidas que en el terreno económico se orienten a "garantizar un nivel alto de demanda agregada", y en el plano sanitario a una mínima o nula transmisión comunitaria del virus, señalaron académicos.
El sinólogo y economista argentino Gustavo Girado aseguró que "China ha implementado políticas de inversión y gasto público lo suficientemente adecuadas para mantener un alto nivel de demanda, logrando, de esa forma, que el nivel del empleo no se vea afectado, ni la actividad en general".
Las nuevas medidas de aislamiento producto de la aparición de casos, tras unos seis meses sin registros de transmisión comunitaria en ciudades como Beijing, estarían sostenidas por una rápida recuperación de la economía mostrada meses atrás, con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 12,7 por ciento interanual en el primer semestre de este año, comentaron los analistas.
"China no solo mantuvo su nivel de actividad doméstica con un crecimiento a partir del tercer trimestre del año pasado en forma acelerada y muy espectacularmente en el primer trimestre del año 2021, sino que, además, las economías vecinas se vieron beneficiadas por esa tracción que genera la economía de China", expresó Girado.
"Por supuesto que todo depende de cómo evolucione la situación pandémica. Si se resiente mucho el nivel de actividad, por supuesto que tanto China como el resto del mundo se van a ver afectados", contrastó el economista.
Para el director de Posgrado en Estudios en China Contemporánea en la Universidad Nacional de Lanús, "las políticas de generación de demanda son las que se imponen en estas circunstancias", especialmente para los países en vías de desarrollo, lo que supone volcar recursos para contener la propagación y, paralelamente, levantar el nivel de actividad económica.
"Si se mantiene la presencia estatal para mantener en actividad los sectores que son indispensables para las economías, y muy especialmente las que están en vías de desarrollo, es más posible alcanzar un nivel de actividad acorde con las necesidades de la gente", enfatizó.
A su vez, en el terreno sanitario China ha demostrado al mundo su capacidad de responder a la situación epidemiológica con el anuncio de cero contaminación de origen local en marzo del 2020, un hecho derivado del "sentido colectivista y disciplina" del pueblo chino que ha contribuido a mejorar el panorama.
"Esto se logra por la determinación de las autoridades de llevar adelante un plan, y de los ciudadanos por ayudar a que se cumpla. El pueblo chino ha dado muestras constantes de solidaridad, y eso le ha permitido brindar imágenes de esperanza, sin olvidar que cuando haya que resguardarse, habrá que hacerlo sin dudar", expresó Lucas Gualda, investigador exbecario de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai.
"Este mundo donde la salud y economía van de la mano requerirá un mayor esfuerzo comunitario. Las idiosincrasias como la china cuentan en su ADN con una gran ventaja competitiva", agregó.
Para ambos investigadores, China ha demostrado resiliencia y ha sido un ejemplo de cómo debe atenderse una situación pandémica en el ámbito sanitario, pero además ha sido de los pocos países que, en el plano económico, han podido brindar números positivos desde enero de 2020.
"Sin embargo, esto lejos de relajar a las autoridades en Beijing, las ha motivado a acelerar las reformas que permitan un crecimiento sostenible hacia adelante, y el principal señalado ha sido el sector financiero", comentó Gualda.
El también asesor en el Senado argentino resaltó, además, que tras el avance de la cepa delta en el territorio chino "es de esperarse que pronto China vuelva a tener una circulación interna de individuos similar a los niveles previos a la cepa".
"No es más que otra muestra de la enorme resiliencia del pueblo chino, combustible para el crecimiento de los años venideros", concluyó.
