BEIJING, 30 jul (Xinhua) -- Funcionarios y residentes de la región autónoma uygur de Xinjiang, en el noroeste de China, criticaron a algunas fuerzas anti-China en el extranjero por producir los llamados "productos culturales" como parte de una campaña de difamación contra Xinjiang.
En una conferencia de prensa realizada en Beijing, Xu Guixiang, un portavoz del gobierno regional, dijo que en años recientes, algunas fuerzas anti-China en el extranjero han producido "productos culturales" anti-China incluyendo novelas, películas, documentales, caricaturas y videojuegos que han empañado la imagen internacional de Xinjiang y de China.
Los llamados "productos culturales" están imbuidos de terribles historias inexistentes, falsificaciones y mentiras, y fueron creados con la mala intención de engañar al público, dijo Xu.
El portavoz también acusó a esas fuerzas anti-China de utilizar a varios "actores y actrices" que han cometido crímenes y son moralmente corruptos para presentarlos como presuntas "víctimas" y "testigos clave". Inventaron sus llamadas "experiencias en el centro de educación y capacitación profesional" y otras "dolorosas experiencias".
"Las fuerzas anti-China en Estados Unidos y Occidente han utilizado los productos culturales para la manipulación política, y para atacar y calumniar a Xinjiang sin importar el costo ni las consecuencias", dijo Xu. "Esta es una profanación de los trabajos culturales y una provocación a las personas de todos los grupos étnicos en Xinjiang".
En la conferencia de prensa, varios residentes de Xinjiang también compartieron sus propias historias por video para refutar las mentiras acerca de Xinjiang en esos llamados "productos culturales".
Tursunjan Turup, un graduado del centro de educación y capacitación profesional del distrito de Zepu, en la prefectura Kashgar, contó cómo pasó de ser un conductor de camión bajo la influencia de pensamientos religiosos extremistas a convertirse en el director de una compañía de servicio y comercio de tecnología informática después de graduarse del centro.
"Algunos extranjeros han descrito el centro de educación y capacitación profesional como 'campos de concentración'. Es una completa mentira", señaló. "De hecho, fue la capacitación que recibí en el centro la que me sacó del empantanamiento de los pensamientos religiosos extremistas. Me dio una nueva vida y cambió mi destino".
Hanaysham Imir, madre de un estudiante de un internado en Kuqa, en la prefectura Aksu, recurrió a su propia experiencia para desacreditar las afirmaciones de "internamiento forzado" de estudiantes de minorías étnicas.
"Sobre la cuestión de si los internados son buenos o no, los padres son quienes tienen más que decir. Es nuestra elección dejar que nuestros hijos vayan a internados", dijo, y añadió que las instalaciones de la escuela son muy buenas, y a su hijo le fue bien en sus estudios.
"¡Es ridículo que algunos medios occidentales difamen y desacrediten nuestros internados en Xinjiang! Nos oponemos firmemente a eso", agregó.
