ORURO, 23 julio, 2021 (Xinhua) -- Un trabajador de la salud aplica a una mujer una dosis de la vacuna desarrollada por la farmacéutica china Sinopharm contra la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19), en el poblado de Chipaya, en Oruro, Bolivia, el 23 de julio de 2021. (Xinhua/Mateo Romay)
LA PAZ, 23 jul (Xinhua) -- Indígenas de la nación Uru Chipaya en la provincia Sabaya del departamento de Oruro, en el oeste de Bolivia, fueron inmunizados este viernes con la vacuna china de Sinopharm, informó el Ministerio de Salud.
El coordinador nacional del Programa Safci-Mi Salud, Osmar Calvimonte, dijo a los periodistas que cerca de un 20 por ciento de la población en edad vacunable de ese pueblo nativo recibió la primera dosis de la vacuna de Sinopharm y se espera agotar en los próximos días alcanzar el 100 por ciento.
"Es una política del Gobierno llegar con las vacunas a todas las regiones alejadas del país, prosiguiendo con la labor de cuidado de la vida de los pueblos indígena originario que lleva adelante el Ejecutivo, a través del Ministerio de Salud", aseveró.
Fue una mujer indígena del pueblo Chipaya, que se encuentra en el proceso de lactancia materna, la primera en recibir la denominada "dosis de esperanza".
Los Chipayas pertenecen a la cultura Uru-Chipaya, cuyos orígenes se remontan aproximadamente a 2.500 AC. Se encuentra en pleno altiplano de Bolivia aproximadamente a 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Esta cultura, que se conserva con bastante pureza, posee también su propio idioma o lengua muy peculiar, incluso su vestimenta presenta rasgos muy particulares y es elaborada por ellos mismos.
El Ministerio de Salud desplazó un plan de protección contra la COVID-19, además de atención integral sanitaria a madres y niños con brigadas médicas Safci-Mi Salud, Bono Juana Azurduy a pobladores de la nación Uru Chipaya.
"Hemos llegado hasta este milenario pueblo para sostener el plan de inoculación más grande de la historia sanitaria de Bolivia. También hemos venido con nuestras brigadas Safci-Mi Salud, programa Juana Azurduy y todo el equipo médico de los diferentes programas para poder atender y cuidar su salud", afirmó Calvimonte.
De acuerdo a informes del Ministerio de Salud, Bolivia bordea el 40 por ciento de su población vacunable que aceleró su campaña masiva de inoculación más grande de su historia sanitaria, con la llegada de inoculadores contra la COVID-19 entre julio y agosto para completar los 12,1 millones de dosis que, del total, al menos el 70 por ciento corresponden a la vacuna china de Sinopharm.
El país sudamericano encara la inmunización que hasta el jueves llegó con la primera dosis a 2.574.283 personas y con la segunda dosis a 917.488. Es decir, se inocularon 3.491.771 dosis.
En una reciente entrevista con la Xinhua, María Renee Castro, viceministra de Promoción, Vigilancia Epidemiológica y Medicina Tradicional del Ministerio de Salud, enfatizó que la vacuna china de Sinopharm es considerada "muy noble" por su plataforma tecnológica que es similar a las vacunas que Bolivia tiene dentro su esquema de inmunización.
Esta característica permite llegar a todos los rincones del territorio nacional, entre ellos los pueblos indígenas que se encuentran en lugares casi inaccesibles.
Según la viceministra, es una gran ventaja trabajar con una plataforma conocida, que tiene la cadena de frío "muy amable", lo que permite llegar a inmunizar a gran cantidad de la población desde las ciudades, área rural, fronteras y comunidades indígenas.
