BUENOS AIRES, 14 jun (Xinhua) -- La académica argentina Juliana González Jáuregui destacó el impulso de China al multilateralismo y el comercio internacional basado en reglas como ejes para hacer frente a los desafíos económicos, sociales, y sanitarios globales derivados de la pandemia de la COVID-19.
"El sistema de comercio internacional que se creó en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC) tuvo como insignia que el libre comercio es lo más conveniente para todos los países del mundo. Sin embargo, los países ricos en repetidas ocasiones han intentado socavar ese esquema, en especial cuando las reglas de ese régimen van en contra de sus intereses", dijo la analista en una entrevista con Xinhua.
La directora de la Cátedra de Estudios sobre China en el Área de Relaciones Internacionales de la Flacso enfatizó que "en el contexto de la crisis global por la pandemia de COVID-19, con sus implicaciones en múltiples ámbitos, el impulso al multilateralismo continúa siendo fundamental para hacer frente a las problemáticas económicas, sociales, y sanitarias que caracterizan a la realidad global del presente".
González Jáuregui subrayó la importancia del multilateralismo que impulsa China y dijo que ese enfoque debe hacerse eco "de las distintas capacidades, necesidades y realidad que presentan los países en desarrollo".
La becaria post-doctoral en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina consideró "crucial apoyar un sistema de comercio internacional que se base en reglas que permitan un margen de maniobra para la aplicación de políticas que favorezcan el desarrollo económico".
La académica argentina valoró, en ese contexto, la política de la reforma y apertura de China, que propició "una apertura de la economía gradual e inteligente que ha tenido profundas implicaciones para el funcionamiento de la economía y la sociedad chinas, primero, y para la proyección de China hacia el exterior, después".
"Si bien se trata de un proceso aún en curso, que persigue el objetivo de la modernización socialista, cabe destacar que, entre las consecuencias más relevantes a escala interna, China logró eliminar la pobreza extrema, ha incrementado de forma sostenida el nivel de ingresos de las clases más bajas, y ha mejorado su desarrollo económico y las condiciones de vida de su población", observó la analista.
La entrevistada sostuvo que "aún hay metas pendientes, como la equidad del desarrollo de las regiones que integran el vasto territorio chino, y la ampliación y mejoramiento del acceso a la vivienda, la educación, la salud, y los servicios públicos en general".
"Mediante la propuesta de una circulación interna e internacional que se complementan y refuerzan mutuamente, China continúa reafirmando la apertura como política nacional", resumió la analista.