SANTIAGO, 16 may (Xinhua) -- Los chilenos se inclinaron este fin de semana por una mayoría de ciudadanos sin militancia política para escribir la nueva Constitución del país sudamericano, que viene a reemplazar la de 1980 y busca construir un renovado "pacto social" para derribar la desigualdad, manifestaron los votantes de esta nación austral.
"Es hora de reemplazar la Constitución y hacer cambios profundos; garantizar más derechos sociales y construir un Chile más justo, con mayor equidad de género y preocupado por el medio ambiente", dijo a Xinhua Javiera López, una joven de 29 años que acudió este domingo por la mañana a las urnas e instó a sus compatriotas a participar.
Así como Javiera, más de 5,6 millones de habitantes, cerca de un 37,6 por ciento del padrón electoral, asistieron a sufragar esperanzados este sábado y domingo en las elecciones de autoridades municipales y por primera vez gobernadores regionales y convencionales constituyentes.
De esta forma, se eligió a los 155 ciudadanos integrantes del órgano que redactará la nueva Carta Magna chilena en un plazo de 9 a 12 meses, como parte de un acuerdo que surgió como salida política a la revuelta social que estalló en octubre de 2019.
A las 18:00 hora local de este domingo se cerraron las urnas en el territorio austral, donde para evitar aglomeraciones y contagios por la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) se dividieron por primera vez las elecciones en dos días, lo que generó altas expectativas en cuanto a la participación, bajo la amenaza de la pandemia.
Con un 91 por ciento de los votos escrutados para los convencionales constituyentes, los resultados preliminares arrojaron 45 escaños para los ciudadanos independientes; 39 puestos para el oficialismo; 28 para el conjunto Apruebo Dignidad y 25 para la Lista del Apruebo, que agrupan a coaliciones de izquierda. Se suma un ecologista y 17 representantes de pueblos originarios.
De acuerdo con el último reporte del Servicio Electoral, la asamblea estaría conformada por 74 hombres y 81 mujeres.
Al conocer los resultados, el presidente Sebastián Piñera reconoció en un discurso a la prensa un "claro y fuerte mensaje (de los votantes) al gobierno y a las fuerzas políticas tradicionales: no estamos sintonizando adecuadamente con las demandas y anhelos de la ciudadanía, y estamos siendo interpelados por nuevas expresiones y liderazgos".
El mandatario instó a la clase política "a una profunda reflexión", tras reunirse en el palacio La Moneda con su gabinete de ministros, para analizar las votaciones más importantes desde el retorno a la democracia, en 1990, según los analistas locales.
El gobernante destacó en esta oportunidad el abanico de candidaturas indígenas y la alta votación a las postulantes mujeres, que junto a la preferencia por los independientes y personas sin trayectoria política marcaron una sorpresa electoral este fin de semana.
En contraparte, los conservadores y los republicanos lamentaron la pérdida del esperado tercio de los puestos en la convención constitucional, que les permitía vetar en bloque las decisiones de la mayoría opositora, de acuerdo con el funcionamiento de esta instancia.
Con más de 1,2 millones de casos acumulados de la COVID-19 y 27.832 muertes confirmadas desde el inicio de la pandemia, el gobierno calificó de "ejemplares" estas votaciones, las cuales cumplieron con todas las medidas sanitarias y registraron una "participación relevante", de acuerdo con los ministerios de Interior y de Salud.
En esta oportunidad, se presentaron a los comicios 16.730 candidatos, para ocupar 2.768 cargos de representación popular, lo que equivale a la mayor cantidad de aspirantes en una elección llevada a cabo en el país.
El 18 de octubre de 2019, tras un llamado de los estudiantes de secundaria para desacatar el alza de los pasajes del metro de Santiago, los chilenos salieron a las calles para rechazar la desigualdad y el modelo económico neoliberal, instalado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), cuando se impuso la Constitución vigente.
Este movimiento social confluyó en el proceso para modificar esa Carta Magna, sellado finalmente en un plebiscito el 25 de octubre pasado, el cual obtuvo la mayor votación en la historia de Chile, con un 51 por ciento de adhesión y más de 7,5 millones de sufragios emitidos, en plena crisis por la COVID-19.
