WASHINGTON, 13 may (Xinhua) -- Los retos de la salud pública global en el mundo pospandemia exigen fortalecer la cooperación internacional, y en particular que China y Estados Unidos trabajen entre sí, aseguró un experto estadounidense.
"La colaboración y coordinación entre EE. UU. y China en salud pública será crucial para la economía de los dos países y también para la economía global", afirmó a Xinhua en una entrevista Zhuo Chen, profesor asociado de política y gestión de salud de la Universidad de Georgia.
EE. UU. y China son las dos economías más grandes del mundo, por lo que el flujo de bienes y personas "tendrá que revitalizarse en algún momento, incluso aunque no lo haga a un ritmo similar al nivel prepandémico", puntualizó.
Chen es coautor, junto con otros expertos como Jeffrey P. Koplan, exdirector de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. y vicepresidente de salud global en la Universidad Emory, de un artículo de opinión titulado "Intercambios y colaboración en salud entre Estados Unidos y China después de la COVID-19" y publicado en abril en la revista "The Lancet".
A su juicio, una de las lecciones sacadas de la pandemia es que la colaboración y coordinación internacional resulta esencial en cualquier esfuerzo de mitigación y contención.
"Vivimos en un mundo en que la tecnología y la infraestructura permiten una gran movilidad poblacional y de larga distancia, la cual es necesaria debido a los niveles inéditos de comercio y turismo", argumentó.
Y agregó: "Los virus no respetan las fronteras nacionales. Las pandemias solo se pueden controlar si están controladas en cada país del mundo".
Tras calificar de "alentadora" la autorización, el 7 de mayo, por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del uso de emergencia de la vacuna contra la COVID-19 de Sinopharm, Chen dijo que ese preparado chino puede proporcionar a los países de ingresos bajos y medios acceso a una vacuna que es menos exigente en lo que se refiere a la logística.
"La capacidad de fabricación de China también puede aumentar la disponibilidad de vacunas en todo el mundo. Esto, junto con la posición sobre las patentes de las vacunas de la Administración Biden, es una señal de la dirección positiva hacia la que avanzan las potencias mundiales", resaltó.
El profesor apuntó que en casi dos décadas, los CDC de EE. UU. han participado, dando asistencia técnica, en los programas de formación epidemiológica de campo del CDC de China.
Muchos de los estudiantes han desempeñado un papel fundamental en la contención de la pandemia de COVID-19, al aplicar y promover la ciencia y mejores prácticas en la epidemiología de campo.
EE. UU. y China también han colaborado para ayudar a los CDC de África y para atajar la epidemia de ébola en África occidental, un ejemplo este de cooperación internacional en salud pública en beneficio de la humanidad.
No obstante, advirtió el experto, "los factores políticos son al parecer un obstáculo en la promoción de la cooperación en salud pública entre Estados Unidos y China, aunque hay signos de mejora en la colaboración gubernamental bilateral en este terreno".
La reducción de movimientos de mercancías y personas es otra gran barrera para la colaboración entre países, no solo para la cooperación en salud pública entre EE. UU. y China, señaló.
"Una preocupación resultante es la interrupción de los intercambios científicos y culturales debido a los factores políticos y la pandemia, lo que lleva a la propagación de información errónea y, de esta forma, a juicios injustos", agregó.
