WASHINGTON, 20 abr (Xinhua) -- China ha logrado grandes avances en la remodelación de su propia economía basada en la tecnología, y ahora otros mercados emergentes están recibiendo el impulso de los mismos motores digitales, dijo hoy la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
En sus comentarios durante la ceremonia de apertura de la Conferencia Anual del Foro de Boao para Asia, Georgieva destacó tres cambios globales importantes, que incluyen la transformación digital que ha sido acelerada por la pandemia de COVID-19.
Señaló que entre las economías que tienen el mayor sector de tecnología de la información y las comunicaciones por participación del producto interno bruto (PIB), 13 de las 30 principales se encuentran en el mundo emergente.
"Para aprovechar aún más esta oportunidad, los gobiernos deberían aumentar las inversiones públicas inteligentes, especialmente en las habilidades digitales y la infraestructura para construir una fuerza laboral del siglo XXI", apuntó.
Otro cambio global importante, subrayó la jefe del FMI, es el paso de una profunda recesión a la recuperación.
El pronóstico más reciente del FMI sitúa el crecimiento mundial en un 6 por ciento este año y un 4,4 por ciento en 2022, gracias a las "intervenciones extraordinarias" de los gobiernos, y estimulado por la perspectiva de distribución de las vacunas, sostuvo.
Sin embargo, "no debemos dar por sentada la recuperación", ya que existe una peligrosa divergencia en la suerte económica entre los países y dentro de ellos, ponderó, y agregó que los hogares vulnerables y las empresas viables necesitarán apoyo continuo mientras persista la crisis.
"A medida que la recuperación se afianza, los gobiernos pueden reducir gradualmente los programas de apoyo, pero aumentar los subsidios de contratación específicos y la readaptación profesional", añadió.
El tercer gran cambio es el pivote hacia un crecimiento resiliente y con bajas emisiones de carbono en respuesta al cambio climático, expuso la jefa del FMI, quien acogió con satisfacción el compromiso de China de alcanzar el cero neto para 2060.
Según el análisis del FMI, un impulso coordinado de infraestructura verde combinado con la fijación de precios del carbono podría impulsar el PIB mundial en los próximos 15 años en un 0,7 por ciento anual y crear millones de puestos de trabajo.
"En un mundo de cambios, una cosa permanece constante: la importancia de la solidaridad entre países", subrayó Georgieva.
Esta ha sido una característica clave de la crisis, no solo las medidas fiscales y monetarias excepcionales, sino también iniciativas como el Marco Común del G-20 para una reestructuración ordenada de la deuda y la posible Asignación de 650 mil millones de dólares en Derechos Especiales de Giro del FMI, continuó.
"Al fortalecer aún más este tipo de cooperación global, podemos convertir un mundo de cambios en uno de oportunidades para todos", concluyó.