BEIJING, 16 abr (Xinhua) -- La economía de China creció un 18,3 por ciento interanual en el primer trimestre de 2021, ya que las fuertes demandas nacional y extranjera impulsaron la recuperación desde una base baja registrada en el inicio de 2020, cuando la neumonía COVID-19 paralizó a la segunda economía más grande del mundo.
El producto interno bruto (PIB) de China alcanzó los 24,93 billones de yuanes (unos 3,82 billones de dólares) en el primer trimestre, lo que representa un aumento del 0,6 por ciento en comparación con el cuarto trimestre del año pasado, según datos publicados hoy viernes por el Buró Nacional de Estadísticas (BNE).
La suba de dos dígitos coloca al crecimiento promedio del primer trimestre de 2020 y 2021 en un 5 por ciento con respecto al nivel de 2019.
La economía china registró una contracción del 6,8 por ciento en el primer trimestre de 2020 debido a los efectos de la epidemia de COVID-19. Gracias a un control epidémico resuelto y eficaz, el motor del crecimiento global recuperó su equilibrio con un regreso en "forma de V" para alcanzar tres trimestres consecutivos de recuperación el año pasado (3,2 por ciento en el segundo trimestre, 4,9 por ciento en el tercer trimestre y 6,5 por ciento en el cuarto trimestre).
Los datos del viernes enviaron señales alentadoras en todos los ámbitos. En el primer trimestre, la producción industrial de valor agregado, las ventas al por menor y la inversión en activos fijos de China aumentaron un 24,5, un 33,9 y un 25,6 por ciento, respectivamente.
Impulsadas por la creciente demanda nacional e internacional, las importaciones y exportaciones de bienes aumentaron un 29,2 por ciento interanual y totalizaron los 8,47 billones de yuanes.
"Gracias a las medidas eficaces que el Gobierno ha tomado para controlar la pandemia y estimular la economía, hemos observado un sólido impulso en los indicadores económicos procedentes tanto de la producción como del consumo", señaló Hoffman Cheong, socio gerente de EY China North, en una entrevista con Xinhua.
En particular, las ventas del sector gastronómico casi han vuelto al nivel registrado a principios de 2019, lo que sugiere un fuerte sentimiento de la población por salir, reunirse con otros y gastar dinero, expresó Cheong. "Esta es la razón subyacente por la que confiamos en las perspectivas de China", agregó.
A pesar de la recuperación económica, el BNE advirtió de altos niveles de incertidumbre e inestabilidad ya que la COVID-19 continúa propagándose a nivel mundial y la base de la recuperación económica nacional aún no se ha solidificado.
"Los problemas estructurales de larga data siguen siendo prominentes con nuevas situaciones y problemas derivados del desarrollo", indicó el BNE.
En 2021, China tiene como objetivo expandir su economía en más del 6 por ciento, crear más de 11 millones de nuevos empleos urbanos y ampliar la demanda interna y la inversión efectiva. Se espera que estas metas devuelvan firmemente la economía a la vitalidad existente en los tiempos previos a la pandemia.
El país buscará un desarrollo de alta calidad, promoverá la reforma estructural del lado de la oferta y consolidará y ampliará los logros obtenidos en la respuesta a la epidemia de COVID-19, así como en el desarrollo económico y social, entre otras tareas importantes incluidas en el informe sobre la labor del Gobierno.