COMENTARIO: China contribuye a campaña antipandémica mundial al cerrar la "brecha de vacunas"
  Spanish.xinhuanet.com | 2021-04-08 12:54:09

EL CAIRO, 8 abr (Xinhua) -- "La equidad de las vacunas es la mayor prueba moral ante la comunidad mundial", dijo el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres. Mientras la COVID-19 continúa devastando a los países de Oriente Medio, China ha pasado la prueba.

La pandemia mundial sigue generando una situación desesperante y las vacunas, obviamente, se han convertido en un arma poderosa contra el virus mortal. En muchos países de Oriente Medio, el aumento de las infecciones, los sistemas médicos deficientes y las condiciones económicas graves han hecho que la demanda de vacunas sea particularmente urgente. Incluso los países que se encuentran en un entorno relativamente estable y pacífico tienen dificultades para obtener vacunas, por no hablar de los afectados por conflictos y guerras o reprimidos por las sanciones occidentales.

Sin embargo, algunas potencias de Occidente que nunca han dejado de interferir en los asuntos internos de los países de Oriente Medio y de crear tensiones y turbulencias en la región se mantienen en completo silencio actualmente.

Con una gran capacidad para la investigación, el desarrollo y la producción de vacunas, esos países, en lugar de echar una mano a las personas necesitadas, optaron por acumular vacunas e imponer restricciones a la exportación de estas herramientas para salvar vidas, creando una "brecha de vacunas" y alterando los esfuerzos mundiales en la distribución equitativa de vacunas.

Según el Centro de Innovación en Salud Global de la Universidad de Duke, a mediados de enero, los países de altos ingresos, que representan solo el 16 por ciento de la población mundial, se quedaron con el 60 por ciento de las dosis disponibles. "Más otros países de altos ingresos pueden cubrir a más del 100 por ciento, y algunos hasta pueden vacunar a sus poblaciones varias veces", según el instituto.

Frente a la devastadora pandemia, muchos países de Oriente Medio han comenzado a mirar a Oriente. Ya en junio de 2020, China y los Emiratos Árabes Unidos llevaron a cabo conjuntamente el primer ensayo clínico internacional de fase III del mundo de vacunas inactivadas contra la COVID-19. Posteriormente, Bahréin, Turquía, Marruecos y otros países se unieron en esta cooperación. Hasta ahora, las vacunas chinas han llegado a más de 10 países de Oriente Medio, desempeñando un papel de liderazgo en la lucha antivirus de la región.

Ya sea compartiendo experiencias sobre el control de la pandemia o llevando a cabo la cooperación de vacunas y la promoción de la distribución justa, el apoyo oportuno y práctico de China a otros países, así como sus esfuerzos para salvaguardar el derecho de las personas a la vida y la salud, la parte más fundamental de los derechos humanos, ha sido ampliamente reconocida mundialmente.

Las acciones hablan más que las palabras. Cualquier persona sensata tiene una idea bastante clara de quiénes siempre se entrometen en los asuntos internos de los demás mientras se niegan a asumir sus debidas responsabilidades en los asuntos globales.

Según una encuesta a ciudadanos de seis países de Oriente Medio realizada por la red de investigación Arab Barometer, el público árabe ve a China con mejores ojos que a Estados Unidos. Los investigadores creen que China está desempeñando un papel cada vez más importante en Oriente Medio y el norte de África al implementar la Iniciativa de la Franja y la Ruta y ayudar a la región a combatir la pandemia.

La cooperación entre China y Oriente Medio personifica el compromiso de China en el impulso global antipandémico. China está brindando vacunas a más de 80 países y tres organizaciones internacionales, exportándolas a más de 40 países y cooperando con más de 10 naciones en I+D y producción de vacunas, por lo que ha cumplido su compromiso de hacer de las vacunas chinas contra la COVID-19 un bien público mundial y promovió la accesibilidad y asequibilidad de las mismas.

En este momento crítico, la comunidad mundial debe unirse para descartar el "nacionalismo de las vacunas" y salvar la "brecha de las vacunas" entre ricos y pobres, haciendo todo lo posible para distribuirlas en todos los rincones del mundo. En pos de construir una red de seguridad global, China está lista para seguir trabajando junto al resto del mundo.

 
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COMENTARIO: China contribuye a campaña antipandémica mundial al cerrar la "brecha de vacunas"

Spanish.xinhuanet.com 2021-04-08 12:54:09

EL CAIRO, 8 abr (Xinhua) -- "La equidad de las vacunas es la mayor prueba moral ante la comunidad mundial", dijo el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres. Mientras la COVID-19 continúa devastando a los países de Oriente Medio, China ha pasado la prueba.

La pandemia mundial sigue generando una situación desesperante y las vacunas, obviamente, se han convertido en un arma poderosa contra el virus mortal. En muchos países de Oriente Medio, el aumento de las infecciones, los sistemas médicos deficientes y las condiciones económicas graves han hecho que la demanda de vacunas sea particularmente urgente. Incluso los países que se encuentran en un entorno relativamente estable y pacífico tienen dificultades para obtener vacunas, por no hablar de los afectados por conflictos y guerras o reprimidos por las sanciones occidentales.

Sin embargo, algunas potencias de Occidente que nunca han dejado de interferir en los asuntos internos de los países de Oriente Medio y de crear tensiones y turbulencias en la región se mantienen en completo silencio actualmente.

Con una gran capacidad para la investigación, el desarrollo y la producción de vacunas, esos países, en lugar de echar una mano a las personas necesitadas, optaron por acumular vacunas e imponer restricciones a la exportación de estas herramientas para salvar vidas, creando una "brecha de vacunas" y alterando los esfuerzos mundiales en la distribución equitativa de vacunas.

Según el Centro de Innovación en Salud Global de la Universidad de Duke, a mediados de enero, los países de altos ingresos, que representan solo el 16 por ciento de la población mundial, se quedaron con el 60 por ciento de las dosis disponibles. "Más otros países de altos ingresos pueden cubrir a más del 100 por ciento, y algunos hasta pueden vacunar a sus poblaciones varias veces", según el instituto.

Frente a la devastadora pandemia, muchos países de Oriente Medio han comenzado a mirar a Oriente. Ya en junio de 2020, China y los Emiratos Árabes Unidos llevaron a cabo conjuntamente el primer ensayo clínico internacional de fase III del mundo de vacunas inactivadas contra la COVID-19. Posteriormente, Bahréin, Turquía, Marruecos y otros países se unieron en esta cooperación. Hasta ahora, las vacunas chinas han llegado a más de 10 países de Oriente Medio, desempeñando un papel de liderazgo en la lucha antivirus de la región.

Ya sea compartiendo experiencias sobre el control de la pandemia o llevando a cabo la cooperación de vacunas y la promoción de la distribución justa, el apoyo oportuno y práctico de China a otros países, así como sus esfuerzos para salvaguardar el derecho de las personas a la vida y la salud, la parte más fundamental de los derechos humanos, ha sido ampliamente reconocida mundialmente.

Las acciones hablan más que las palabras. Cualquier persona sensata tiene una idea bastante clara de quiénes siempre se entrometen en los asuntos internos de los demás mientras se niegan a asumir sus debidas responsabilidades en los asuntos globales.

Según una encuesta a ciudadanos de seis países de Oriente Medio realizada por la red de investigación Arab Barometer, el público árabe ve a China con mejores ojos que a Estados Unidos. Los investigadores creen que China está desempeñando un papel cada vez más importante en Oriente Medio y el norte de África al implementar la Iniciativa de la Franja y la Ruta y ayudar a la región a combatir la pandemia.

La cooperación entre China y Oriente Medio personifica el compromiso de China en el impulso global antipandémico. China está brindando vacunas a más de 80 países y tres organizaciones internacionales, exportándolas a más de 40 países y cooperando con más de 10 naciones en I+D y producción de vacunas, por lo que ha cumplido su compromiso de hacer de las vacunas chinas contra la COVID-19 un bien público mundial y promovió la accesibilidad y asequibilidad de las mismas.

En este momento crítico, la comunidad mundial debe unirse para descartar el "nacionalismo de las vacunas" y salvar la "brecha de las vacunas" entre ricos y pobres, haciendo todo lo posible para distribuirlas en todos los rincones del mundo. En pos de construir una red de seguridad global, China está lista para seguir trabajando junto al resto del mundo.

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