GINEBRA, 30 mar (Xinhua) -- China se opone categóricamente a la propagación de mentiras y distorsión de los hechos en lo que respecta a Xinjiang por parte de algunos países occidentales y fuerzas anti-China, afirmó el lunes la Misión de China ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra.
Tras denunciar al Grupo de Trabajo sobre Empresas y Derechos Humanos, "junto con otros procedimientos especiales" del Consejo de Derechos Humanos, por distorsionar de forma malintencionada los hechos y difundir mentiras sobre supuestos trabajos forzosos en Xinjiang, Liu Yuyin, portavoz de la misión, aseguró en un comunicado que el grupo "eligió un objetivo equivocado al tratar de estigmatizar a China".
China es "un estudiante sobresaliente" en el mundo en lo que respecta a la protección de los derechos de las minorías étnicas y en garantizar los derechos laborales y al empleo de la gente, afirmó Liu.
En Xinjiang, resaltó el vocero, todos los grupos étnicos, entre ellos los uygures, disfrutan plenamente del derecho a elegir con libertad su trabajo y trabajar en pie de igualdad.
Al mismo tiempo, dijo Liu, la industria manufacturera de China está transformándose en una de gama media y alta, y la automatización sigue acelerándose en varios sectores, entre ellos el agroindustrial, el textil y de la confección, y el automotriz.
En 2020, por ejemplo, el 70 por ciento del algodón en Xinjiang se cosechó de forma mecánica y la tasa de automatización en algunas empresas textiles locales era superior al 90 por ciento.
"No podemos dejar de preguntarnos, ¿cómo puede existir 'trabajo forzoso' en una época de economía digital y desarrollo inteligente?", reflexionó Liu.
Y añadió: "Los miembros del grupo de trabajo están en realidad mirando al cielo desde el fondo de un pozo, difundiendo mentiras carentes de lógica con poco o ningún conocimiento sobre el progreso tecnológico y el desarrollo industrial de China".
Según incidió, las mentiras sobre Xinjiang, tales como el "trabajo forzoso" y la "detención a gran escala", inventadas por ciertos países occidentales y fuerzas anti-China para intentar "difamar a China, socavar su estabilidad y contener su desarrollo", son condenadas y despreciadas por todo el pueblo chino, incluidos los varios grupos étnicos que habitan en Xinjiang.
Al igual que alguien "que finge estar dormido", el grupo de trabajo "obvió la información autorizada que el Gobierno chino proporcionó en varias ocasiones y no la mencionó en su comunicado de prensa", detalló Liu.
"Esto demuestra con claridad su intencionalidad política", apostilló, y agregó que, al hacerlo así, el grupo de trabajo violó gravemente los principios de imparcialidad, objetividad y no selectividad del Consejo de Derechos Humanos.
Utilizando como pretexto los derechos humanos, concluyó, el grupo "estigmatizó deliberadamente a las empresas chinas, perjudicando no solo su reputación e imagen, sino también el sustento y los derechos humanos de los trabajadores uygures".