SAO PAULO, 5 feb (Xinhua) -- Ante su inesperada celebridad, Mónica Calazans y Vanusa Kaimbé, que se convirtieron en dos de las primeras personas vacunadas contra la COVID-19 en Brasil tras administrárseles, el 17 de enero, la CoronaVac, vacuna desarrollada por la farmacéutica china Sinovac, han decidido transmitir un mensaje a favor de la salud pública a todo el mundo.
Aunque no era su propósito, las dos mujeres pasaron de ser trabajadoras anónimas de la salud a celebridades del área sanitaria por estar entre los primeros vacunados, ser representantes de los trabajadores de salud y, en el caso de Vanusa, también de los más de un millón de indígenas que viven en el país.
"Yo me siento muy orgullosa de haber sido la primera brasileña en ser vacunada, que haya sido una profesional de la salud. ¿Quién está en la línea de frente desde el inicio? Los trabajadores de la salud (...) Me siento orgullosa de representar a mi clase. Perdí ocho amigos por la pandemia", dice a Xinhua Calazans, enfermera de 54 años que trabaja en el hospital público Emilio Ribas, en Sao Paulo.
La enfermera Mónica Calazans (i) recibe la vacuna contra la COVID-19, desarrollada por la farmacéutica china Sinovac, en Sao Paulo, Brasil, el 17 de enero de 2021. (Xinhua/Rahel Patrasso)
Las dos mujeres recibieron la vacuna en el Hospital de Clínicas de Sao Paulo, minutos después de que las vacunas de Sinovac y de AstraZeneca fueran autorizadas para su uso de emergencia por parte de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
Calazans, incluso, estuvo entre los 13.000 voluntarios que participaron en las pruebas de la CoronaVac en Brasil y, en su caso, le inyectaron un placebo, como parte del control del ensayo clínico.
"Me ofrecí como voluntaria después de tener un caso de coronavirus en la familia, mi hermano de 44 años. Al principio de la pandemia yo me resistía a pensar en ello, no quería creer que estaba sucediendo aquí en Brasil. Seguía pensando que pasaba en el exterior. Cuando se iniciaron los ensayos me anoté porque quería participar para ayudar a reducir el número terrible de muertes", dijo.
Elementos de la Fuerza Aérea brasileña trasladan una carretilla elevadora con dosis de la vacuna CoronaVac contra la COVID-19, desarrollada por la farmacéutica china Sinovac, en una base aérea en la capital de Brasil, Brasilia, el 18 de enero de 2021. (Xinhua/Lucio Tavora)
Luego de recibir la CoronaVac, piensa que la vacuna es "extremadamente segura".
"Me siento muy bien, sin reacciones adversas, no tuve absolutamente nada, ni estornudos ni tos, tampoco tuve problemas ni dolor en el brazo, donde me la aplicaron. Mi rutina siguió igual, no tuve que dejar de trabajar, así que estoy segura de que la vacuna es confiable", narra.
Por eso, dice, espera que vacunen a su madre lo más pronto posible y también a su abuela, de 87 años, para que pueda cumplir su pequeño y gran objetivo del año: pasar la fiesta de la Navidad de 2021 juntos.
Calazans, de 50 años, es oriunda de Itaquera, barrio donde se encuentra el estadio mundialista del club Corinthians, cuyas autoridades la homenajearon con camisetas como una de las socias más célebres de un equipo donde brillaron futbolistas como Ronaldo, Rivellino o Sócrates.
La fama repentina también le llegó a Vanusa, perteneciente a la aldea de la etnia Kaimbé, oriundos del interior del estado de Bahía (noreste), por haber sido la primera indígena de Brasil en ser vacunada.
La asistente social y técnica de enfermería Vanusa Kaimbé (i) recibe la vacuna contra la COVID-19, desarrollada por la farmacéutica china Sinovac, en Sao Paulo, Brasil, el 17 de enero de 2021. (Xinhua/Gobierno de Sao Paulo)
La mujer vive en el municipio de Guarulhos de Sao Paulo, conocido porque allí está ubicado el aeropuerto internacional más importante de Brasil, donde existe una aldea indígena multiétnica.
Asistente social y técnica de enfermería, Vanusa ha dedicado gran parte de su vida a garantizar el acceso a la salud a las poblaciones indígenas, ya sea en sus tribus originarias como en las ciudades.
"Yo me preocupé desde el inicio por la pandemia, teniendo en cuenta que uno de los grupos de riesgo ante cualquier enfermedad virásica son los indígenas", cuenta durante una entrevista con Xinhua, desde la aldea multiétnica en Guarulhos.
Su activismo a favor de los cuidados ante la pandemia y el esfuerzo por las vacunas llevó a que varios miembros de la aldea fueran seleccionados para la fase 3 de los ensayos de la CoronaVac en Brasil.
"Fuimos también los primeros en ser vacunados, por ser un grupo históricamente de riesgo ante las enfermedades respiratorias. Convencí a mi pueblo de que la vacuna era lo mejor que podíamos tener, que había que creer en la ciencia para frenar esta mortalidad altísima", cuenta.
Vanusa perdió a dos primos en la aldea por la COVID-19 y su defensa de la vacuna también es una forma de homenajearlos.
La primera indígena en ser vacunada dice que toda su vida se ha puesto las vacunas del sistema de salud y que nunca tendrá "miedo de la vacuna, siempre hay que creer en la ciencia".
Después de hacerse famosa, no ha parado de ir a reuniones con autoridades sanitarias ni de atender a la prensa.
"Mi vida ahora es una locura, me llaman de todos los canales de televisión, vienen a nuestra aldea a filmar. Si sirve para salvar vidas lo hago, es por una causa noble. Hay familias que están siendo diezmadas por este virus", comenta.