LA HABANA, 5 feb (Xinhua) -- Cuba se propone producir en abril el primer millón de dosis de sus dos vacunas autóctonas contra la COVID-19, luego de que se concluyan los ensayos clínicos ahora en marcha, confirmaron científicos del país caribeño.
El director del Instituto de Vacunas Finlay (IVF), Vicente Vérez, anunció el jueves en un programa televisivo que para respaldar las investigaciones en la actualidad se fabrican 100.000 dosis de los candidatos vacunales Soberana-01 y Soberana-02, elaborados por esa institución de La Habana.
Soberana-02 está en la Fase II de ensayos, con unos 900 voluntarios, en tanto que Soberana-01 concluyó en diciembre la Fase I de ensayos clínicos y ahora se prueba en un grupo de personas convalecientes.
Los científicos del IVF esperan comenzar el 1 de marzo la Fase III de Soberana-02 con unos 42.600 voluntarios.
"Nuestras capacidades instaladas son suficientes para asumir (...) más de 100.000 bulbos diarios, con volúmenes de llenado de 12.000 por hora en cada laboratorio", explicó por su parte el director del Centro de Inmunología Molecular, Eduardo Ojito.
El experto apuntó que las capacidades productivas de Cuba permitirán distribuir un millón mensual de dosis, cifra, a su juicio, "suficiente para asumir todos nuestros compromisos con el pueblo, cuando la autoridad regulatoria apruebe la Fase III".
El presidente del Grupo Empresarial de Industrias Biotecnológicas y Farmacéuticas (BioCubaFarma), Eduardo Martínez, resaltó que el país cuenta con las capacidades para esos procesos y en el futuro se incrementarán a fin de garantizar simultáneamente la producción de las cuatro vacunas cubanas que se investigan.
Además de Soberana-01 y 02, en la isla se encuentran en diversas etapas de investigación Mambisa, de aplicación nasal, y Abdala, ambas elaboradas por el habanero Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB).
Luego de la Fase II que se realiza en febrero con 760 voluntarios que reciben el fármaco en un hospital de la oriental ciudad de Santiago de Cuba, a unos 860 kilómetros al este de La Habana, Abdala iniciará la Fase III en marzo, mientras Mambisa recién concluyó la Fase I en el Centro Nacional de Toxicología, en la capital cubana.
Martínez explicó que Cuba apostó por cuatro candidatos vacunales propios porque el país no puede tener una única alternativa, pues si esa opción no fuera efectiva retrocederían los procesos científicos.
"Además, ante las variantes distintas de este coronavirus, contar con diferentes vacunas permitirá dirigirlas a grupos diferentes de personas", subrayó.
Científicos cubanos también ensayan con la aplicación del Itolizumab, un anticuerpo monoclonal del Centro de Inmunología Molecular, utilizado con buenos resultados en pacientes graves con coronavirus.
También el Centro de Neurociencias de Cuba, perteneciente a BioCubaFarma, avanza de manera significativa en un proceso inversionista para iniciar la fabricación local de los hisopos utilizados en las pruebas de biología molecular en tiempo real, los llamados test de PCR.
Las autoridades esperan vacunar a los 11,2 millones de cubanos en el primer semestre de este año, para lo cual la isla debe producir 100 millones de dosis, cifra suficiente para cubrir las necesidades nacionales y, además, exportar.
Desde que el nuevo coronavirus apareció en la isla en marzo de 2020, Cuba acumula 229 fallecidos y 31.190 infectados.
