Por Carina López
MÉXICO, 25 ene (Xinhua) -- Incrementar el número de pruebas para detectar el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, puede disminuir la mortalidad por la enfermedad en México, afirmó hoy la epidemióloga Guadalupe Soto Estrada, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
"Si contenemos el problema desde el origen y hacemos más pruebas, los casos de COVID-19 podrán ir disminuyendo pues se cortarán las cadenas de transmisión debido a que las personas enfermas se aislarán y dejarán de contagiar a los demás", dijo a Xinhua la académica de la Facultad de Medicina de la máxima casa de estudios de México.
México alcanzó este lunes los 150.273 fallecimientos por COVID-19 y llegó a 1.771.740 contagios, ubicándose como el cuarto país a nivel mundial con más decesos por la pandemia, detrás de Estados Unidos, Brasil y la India, según cifras de la Universidad Johns Hopkins.
Asimismo, la investigadora mexicana recomendó identificar pequeños brotes y atenderlos de inmediato para disminuir la posibilidad de que los enfermos presenten complicaciones durante su convalecencia.
"Tenemos enfrente un reto muy grande, por lo que se tienen que planear otras estrategias para poder contener la pandemia y trabajar en campo haciendo pruebas e implementando medidas intensivas de control, solo de esta manera se frenarán los decesos", reiteró Soto Estrada.
De lo contrario, advirtió, va a ser muy complicado que se controle la expansión del virus, pues las personas por sí solas no están conscientes del riesgo, otras no lo conocen bien y otras lo desconocen totalmente.
"Esta labor debe incluir el fomento a la educación para la salud y la integración de recomendaciones específicas en distintas regiones de México, incluyendo las más apartadas", detalló.
México se encuentra entre los países que menos pruebas aplica a sus habitantes para detectar la COVID-19, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Además, la entrevistada sostuvo que otro de los factores principales que ha incrementado la mortalidad en México es la falta de acceso a los servicios de salud, principalmente en el centro del país, aunado al desgaste del personal médico que lleva ya casi un año luchando contra la pandemia.
"A diferencia de cuando se registró el primer brote de COVID-19 en México, en febrero de 2020, los servicios de salud están a su máxima capacidad y el personal ya muestra señales de desgaste físico y emocional, debido al gran esfuerzo que han realizado durante la crisis sanitaria", declaró Soto Estrada.
Ante este panorama, la epidemióloga aconsejó que las personas que tengan un cuadro moderado o leve de la enfermedad sean canalizadas a un centro de atención para la COVID-19, que no sea necesariamente un hospital, pues los casos más graves deben tener una atención prioritaria.
"Las personas que presenten síntomas más graves o complicaciones evidentes son las que primero deben ingresar a los hospitales y las demás pueden canalizarse a hoteles o espacios acondicionados donde también puedan ser atendidos para no saturar los servicios de salud pública", expresó.
Los enfermos, continuó, también pueden permanecer en sus casas, siempre y cuando tengan la atención médica necesaria y no presenten complicaciones graves.
Según un informe de la Secretaría de Salud, México comenzó 2021 con un incremento acelerado en el número de contagios, producto de las celebraciones de Navidad y Año Nuevo que se acostumbran a realizar en el país en diciembre y a principios de enero y que trajeron consigo múltiples reuniones familiares.
Las entidades federativas del país en las que se han registrado más defunciones son los estados de México, Jalisco, Veracruz, Puebla, Guanajuato, Baja California, Nuevo León, Sonora y Coahuila, así como la Ciudad de México.
