LA HABANA, 19 ene (Xinhua) -- Con 6.717 enfermos de COVID-19 en lo que va de enero, de los cuales 4.350 se mantienen como casos activos, y 29 fallecidos en 18 días, Cuba enfrenta aumento de contagios de la pandemia.
Después del pico epidémico del pasado domingo, ascendente a 650 casos en una jornada, la curva descendió levemente y el martes alcanzó un balance positivo entre el número de infectados (330) y de altas médicas (417), hecho que no se producía desde hace dos semanas.
Los modelos de pronósticos elaborados por matemáticos cubanos, que se presentaron durante la misma jornada en la reunión del grupo temporal de trabajo para el enfrentamiento a la enfermedad, vaticinan que se mantendrá un aumento en el número de contagios hasta el inicio del mes de febrero.
En el encuentro se mostró además el resultado de un estudio sobre la efectividad del medicamento cubano Itolizumab, desarrollado por el Centro de Inmunología Molecular, que arrojó elevados índices de recuperación en pacientes graves y críticos.
La nueva oleada de contagios en Cuba, que se considera la tercera, comenzó a mediados de noviembre último tras la apertura de fronteras y la entrada masiva de turistas y cubanos residentes en el exterior, aunque las autoridades de la isla atribuyen la causa del rebrote al incumplimiento de los protocolos establecidos. no al arribo de visitantes.
A inicios de 2021, se restringieron vuelos y se dispuso la exigencia de un examen de PCR negativo para entrar al país, y hace varios días comenzaron a impactar esas decisiones en una reducción de los casos importados, que descendieron a nueve, según el reporte de este martes del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), mientras que la transmisión local del virus ha ido en aumento.
La provincia de Guantánamo se mantiene con los peores indicadores sanitarios, con una tasa de infección de 158,5 por 100.000 habitantes y lleva tres días consecutivos aportando la mayor cantidad de infectados, seguida por La Habana, Matanzas y Santiago de Cuba, territorios estos que se encuentran en fase epidémica y con severas prohibiciones en sus dinámicas socioeconómicas.
Independientemente de las estadísticas, las autoridades sanitarias consideran que el escenario más complejo sigue siendo la capital por su densidad poblacional, el agitado movimiento urbano y el acelerado crecimiento de los contagios.
Durante una reunión de trabajo el lunes con el presidente cubano, el gobernador de La Habana, Reinaldo García, informó que la capital tiene más de 600 focos activos repartidos en sus 15 municipios, con una tasa de incidencia de 74,7 por cada 100.000 habitantes.
"La situación se define como de alto riesgo epidemiológico y tiene sus causas principales en las indisciplinas cometidas durante las fiestas de fin de año y la violación de los protocolos del control sanitario por parte de los viajeros internacionales a su llegada al país", advirtió García.
El presidente cubano Miguel Díaz-Canel mostró confianza en que La Habana, con más de 1.500 casos activos teniendo en cuenta solo los autóctonos, supere el rebrote con las medidas de restricción implementadas, pero señaló que "en estos momentos no podemos provocar un cierre de todo, tenemos que mantener vivas las actividades económicas, productivas y de servicios".
"Vamos a vacunar masivamente a la población, vamos a inmunizar, pero hasta que no llegue ese momento, no se puede bajar la guardia", alertó Díaz-Canel a los funcionarios públicos al frente de la contención de la pandemia en la capital cubana.
Cuba acumula hasta la fecha 18.773 contagiados, de los cuales 175 han perdido la vida, para una letalidad de 0.94 por ciento.
