Por Raúl Menchaca
Dos jóvenes montan bicicletas por la Plaza Vieja en La Habana, capital de Cuba, el 14 de enero de 2021. Cuba ha retomado las medidas restrictivas en varias provincias ante un rebrote de casos de la enfermedad de causada por el nuevo coronavirus (COVID-19), con particular impacto en la ciudad de La Habana, que volvió a ser declarada en fase de transmisión autóctona. (Xinhua/Jaoquín Hernández)
LA HABANA, 14 ene (Xinhua) -- Cuba ha retomado las medidas restrictivas en varias provincias ante un rebrote de casos de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19), con particular impacto en la ciudad de La Habana, que volvió a ser declarada en fase de transmisión autóctona.
La capital cubana registra más de 500 casos activos, por lo que permanecen en cuarentena unos 4.700 hogares, donde viven alrededor de 14.600 personas.
La Habana reportó al cierre del miércoles 175 casos de los 505 diagnósticos positivos en el país caribeño, una tendencia que se ha incrementado esta semana, y que obligó a las autoridades habaneras a aplicar distintas medidas, entre ellas el cierre de escuelas.
Las actividades recreativas y culturales también están suspendidas, además de que se prohibió la estancia de personas en parques y sitios públicos, como el emblemático malecón habanero a partir de las 19:00 hora local.
El transporte público está suspendido de las 21:00 a las 05:00 hora local del día siguiente, por lo que no pueden transitar autobuses ni taxis en ese horario.
La ciudad quedó cerrada desde el miércoles al transporte interprovincial con varios puestos de control en las carreteras periféricas, donde se inspecciona a los pocos vehículos que llegan a la urbe.
Las actividades recreativas nocturnas de discotecas y cabarets también quedaron suspendidas, así como las excursiones para cubanos y extranjeros, además de otras actividades que requieran el traslado de personal en medios de transporte.
Aunque las restricciones son duras porque significan dar un paso atrás, son bien vistas por la población, al saber que tratan de preservar la salud y la vida humana, como señaló el médico habanero, Eduardo Negrete, de 76 años.
"El gobierno está haciendo un esfuerzo grande para tratar de disminuir los casos de esta pandemia en el país", dijo a Xinhua el médico, quien trabaja con la selección nacional masculina de taekwondo.
El médico, no obstante, es partidario de "ser rigurosos en el cumplimiento de las medidas, porque ahí es donde está el problema, en el rigor con que se apliquen", una opinión que compartió la doctora Emma Cobas.
"Tenemos que tomar medidas más drásticas, como aumentar las multas y llevar a tribunales a los familiares que han permitido que visitantes llegados desde el extranjero hagan fiestas en las casas o reciban visitas", afirmó Cobas.
La doctora, con más de medio siglo de ejercicio, achacó a la indisciplina de las personas el rápido y casi descontrolado rebrote del nuevo coronavirus en la isla.
Cuba mantenía bajo control a la pandemia, e incluso logró bajar a cero los casos, pero las medidas de desconfinamiento y en especial el ingreso de viajeros a fines del año pasado abrieron la vía a los contagios, con un promedio diario esta semana superior a 400 casos.
En agosto de 2020, el gobierno cubano aplicó restricciones severas en varias provincias cubanas, en especial en La Habana, que se mantuvo cerrada hasta inicios de octubre, cuando se controló la pandemia.
Medidas restrictivas similares se aplican en las provincias occidentales de Artemisa, Matanzas y Mayabeque, así como en la central Villa Clara, además de las orientales Santiago de Cuba y Guantánamo.
Las autoridades cubanas insisten en el llamado a la población a mantener el distanciamiento físico y el uso correcto de la mascarilla, que en Cuba llaman nasobuco, como medidas obligatorias y cuya violación conlleva cuantiosas multas.
Cuba sumó hasta el cierre del miércoles 16.549 casos confirmados y 160 decesos desde la aparición del virus en la isla, en marzo de 2020.
