LA HABANA, 26 dic (Xinhua) -- El Gobierno cubano espera recuperar la economía nacional en 2021, tras el cierre de un año marcado por el impacto combinado de la pandemia del nuevo coronavirus y el recrudecimiento del bloqueo que Estados Unidos aplica contra la isla desde hace más de medio siglo.
El producto interno bruto (PIB) cayó un 11 por ciento en el año, un resultado inferior incluso al pronosticado por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), que vaticinó para la isla una contracción este año del 8 por ciento del PIB.
En una reciente sesión parlamentaria, el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil, explicó que ese resultado ha sido consecuencia de una fuerte contracción del comercio exterior, la reducción del turismo internacional y de los ingresos de divisas, así como las afectaciones por la COVID-19 y el bloqueo de EE. UU..
Cuba cerró sus fronteras en abril último aunque las reabrió en octubre, lo que significó un duro golpe para el turismo, que es la segunda fuente de ingresos después de la exportación de servicios médicos.
Por otro lado, la Administración de Donald Trump, en sus casi cuatro años de mandato, aplicó más de 200 sanciones para estrangular a la economía isleña, entre ellas la prohibición de los viajes de cruceros y la limitación de los vuelos de las aerolíneas.
"Este año hemos recibido el 55 por ciento de las divisas previstas y solo se ha podido ejecutar el 60 por ciento de las importaciones", afirmó Gil.
El vicepremier detalló la situación excepcional creada por el nuevo coronavirus, que impactó de manera directa en sectores cruciales como turismo, salud pública, educación, y la actividad productiva en general.
Gil agregó que en la caída de la economía cubana incidió también "la reducción de los niveles de actividad en la esfera social, con un significativo peso en términos de estructura del PIB".
Adelantó que para 2021 se planifica una paulatina recuperación del PIB, con un crecimiento entre seis y siete por ciento, aunque aclaró que esa recuperación dependerá de "la evolución y el control de la pandemia, así como del cumplimiento de las actividades claves como el turismo y las exportaciones".
El vice primer ministro afirmó que para cumplir los resultados planificados se espera una recuperación gradual del turismo y la llegada de 2,2 millones de visitantes, la mitad de lo que se había previsto en 2020.
En el plan económico para el nuevo año son objetivos esenciales los sectores de producción de alimentos, combustibles, fertilizantes y plaguicidas, medicamentos, defensa y la industria nacional, áreas que permitirán una disminución de las importaciones.
El funcionario adelantó que se planifica un crecimiento del 19 por ciento de los ingresos en divisas por las ventas de bienes y servicios.
"Entramos al 2021 con grandes desafíos. No podremos dar grandes saltos, pero lo haremos gradualmente, compartiendo con justicia lo que tenemos y desarrollándonos" subrayó Gil.
Significó que el plan para el nuevo año tiene entre sus aspectos distintivos una descentralización gradual de la distribución de divisas y una mayor autonomía para las empresas estatales.
También, y como parte de la intención gubernamental de impulsar la autonomía y desarrollo local, se han identificado 388 proyectos de iniciativa municipal, "caracterizados por el aprovechamiento de los recursos endógenos de los territorios".
El año que se inicia será también de grandes cambios para la economía cubana, al aplicarse desde el 1 de enero la llamada Tarea Ordenamiento, una reforma que incluye la unificación monetaria y cambiaria, la eliminación de subsidios y la transformación de los ingresos.
Esa reforma fue esbozada por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), realizado en abril de 2011, y ratificada por el VII, que sesionó cinco años después.
Ambas cita aprobaron los llamados Lineamientos de la Política Económica y Social de la Revolución, un texto convertido en la hoja de ruta de las transformaciones en ciernes.
