RÍO DE JANEIRO, 3 dic (Xinhua) -- El gobierno brasileño defendió hoy acabar con "el escudo de políticas sociales" creado para amenizar los impactos causados por la pandemia del nuevo coronavirus (COVID-19) tras el crecimiento económico récord del 7,7 por ciento en el tercer trimestre en comparación con los tres meses anteriores.
En un comunicado para valorar el resultado del Producto Interior Bruto (PIB) entre julio y septiembre, la Secretaría de Política Económica del Ministerio de Economía aseguró que acabar con los auxilios gubernamentales otorgados durante la pandemia abrirá espacio para la agenda de reformas estructurales y medidas de ajuste de las cuentas públicas, que son "el único medio para que la recuperación se mantenga pujante".
Este jueves, el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) divulgó que el PIB brasileño se expandió un 7,7 por ciento en el tercer trimestre, el primer resultado positivo este año aunque no logró revertir las caídas registradas en los dos primeros trimestres debido a la pandemia de la COVID-19.
Con el resultado, Brasil logró salir de la "recesión técnica" en la que se encontraba, por haber registrado un resultado negativo durante dos trimestres seguidos.
La principal ayuda económica del gobierno a la población durante la pandemia fue un auxilio de 600 reales (unos 115 dólares) mensuales otorgado inicialmente durante tres meses a cerca de 67 millones de trabajadores informales. Debido al éxito de la medida, se prorrogó otros dos meses y posteriormente, otros cuatro meses, pero con la mitad del valor.
"La fuerte recuperación de la actividad, del empleo formal y del crédito en este semestre pavimentan el camino para que la economía brasileña continúe avanzando en el primer semestre de 2021 sin la necesidad de auxilios gubernamentales", agregó el Ministerio de Economía.
Según el comunicado, la retomada de la actividad y del empleo registrada en los últimos meses compensará la reducción de los auxilios, previstos para terminar en diciembre de este año.
"Otro factor positivo será la mejora de las condiciones financieras que continuarán impulsando la actividad, principalmente con la retomada de la agenda de reformas", afirmó el Ministerio.
Según el gobierno brasileño, el débil resultado del PIB durante los últimos años es una consecuencia de baja productividad, fruto de una mala distribución de los recursos en la economía.
"De esta forma, el único camino que podrá generar la elevación del bienestar de los brasileños serán medidas que consoliden el lado fiscal de nuestra economía y corrijan la mala distribución de los recursos, aumenten la productividad e incentiven la expansión del sector privado", concluyó el informe.
Pese al crecimiento del PIB brasileño en el tercer trimestre, el mercado financiero y el gobierno esperan que la economía brasileña se contraiga un 4,5 por ciento este año. De confirmarse, sería el peor resultado del PIB brasileño desde 1948, cuando empezó a medirse.
