ENFOQUE: "Viernes negro" se vuelve sombrío con rampante COVID-19 sofocando intentos de países europeos por reactivar economía

Actualizado 2020-11-28 22:08:07 | Spanish. xinhuanet. com

LONDRES, 28 nov (Xinhua) -- Mientras la COVID-19 continúa haciendo estragos en Europa, las preocupaciones por las infecciones y la inseguridad económica han reducido en gran medida el entusiasmo de los consumidores por el "viernes negro", frustrando las esperanzas de algunos países europeos de revitalizar la economía afectada por la pandemia con la tradicional maratón de compras.

Con las calles inundadas de multitudes y las tiendas abarrotadas de consumidores, el "viernes negro" es tradicionalmente uno de los días de compras más esperados del año en la mayoría de los países europeos, y generalmente atrae a millones de consumidores a los establecimientos físicos.

Pero este año, en medio de la pandemia del coronavirus, el "viernes negro", que suele ser deslumbrante, parece haberse vuelto bastante sombrío en toda Europa.

En España, según un reciente estudio realizado por EAE Business School, millones de españoles han cambiado sus hábitos de compra, prefiriendo comprar "online" o no comprar en absoluto, y el 49 por ciento de personas ahora visita los centros comerciales menos que antes del comienzo del brote.

La recesión económica y la incertidumbre causadas por la pandemia han provocado que el 65 por ciento de las personas sientan un elevado nivel de inseguridad económica y estén menos dispuestas a gastar dinero, se indicó en el estudio.

Con una lista cada vez más larga de países que superan el umbral del millón de casos de COVID-19, una segunda ola de la pandemia está cobrando fuerza en el continente europeo, obligando a más países a volver a imponer restricciones y cierres, lo que agrava el enfriamiento del mercado de consumo.

El Reino Unido es un buen ejemplo. Según un informe de PricewaterhouseCoopers, tras el anuncio de un segundo confinamiento, el interés de la gente en el "viernes negro" disminuyó del 51 al 38 por ciento, lo que significa, como esperaba esta organización de servicios profesionales, que las ventas durante ese día caerían un 20 por ciento en comparación con el año pasado.

Al considerar al "viernes negro" como una oportunidad para compensar las pérdidas causadas por la pandemia, muchos propietarios de tiendas han sugerido que se alivien las medidas de confinamiento durante el fin de semana correspondiente, es decir, entre el 27 y el 29 de noviembre.

Mientras tanto en Francia, para lograr un equilibrio entre contener la COVID-19 y estimular la economía, el Gobierno nacional decidió aplazar por una semana el "viernes negro" en el país.

La decisión se tomó con el objetivo de permitir que las tiendas vuelvan a abrir en el futuro en condiciones de máxima seguridad sanitaria, expuso en un comunicado el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire.

Algunos propietarios de tiendas han optado por las ventas en línea en un intento por minimizar el impacto adverso de la pandemia.

"Es evidente que los canales presenciales como las tiendas en las calles, centros comerciales o grandes almacenes se verán menos beneficiados que las tiendas y productos que se ofertan por internet", según manifestó Pablo Contreras, consultor de Marketing y profesor de la EAE.

 
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ENFOQUE: "Viernes negro" se vuelve sombrío con rampante COVID-19 sofocando intentos de países europeos por reactivar economía

Spanish.xinhuanet.com 2020-11-28 22:08:07

LONDRES, 28 nov (Xinhua) -- Mientras la COVID-19 continúa haciendo estragos en Europa, las preocupaciones por las infecciones y la inseguridad económica han reducido en gran medida el entusiasmo de los consumidores por el "viernes negro", frustrando las esperanzas de algunos países europeos de revitalizar la economía afectada por la pandemia con la tradicional maratón de compras.

Con las calles inundadas de multitudes y las tiendas abarrotadas de consumidores, el "viernes negro" es tradicionalmente uno de los días de compras más esperados del año en la mayoría de los países europeos, y generalmente atrae a millones de consumidores a los establecimientos físicos.

Pero este año, en medio de la pandemia del coronavirus, el "viernes negro", que suele ser deslumbrante, parece haberse vuelto bastante sombrío en toda Europa.

En España, según un reciente estudio realizado por EAE Business School, millones de españoles han cambiado sus hábitos de compra, prefiriendo comprar "online" o no comprar en absoluto, y el 49 por ciento de personas ahora visita los centros comerciales menos que antes del comienzo del brote.

La recesión económica y la incertidumbre causadas por la pandemia han provocado que el 65 por ciento de las personas sientan un elevado nivel de inseguridad económica y estén menos dispuestas a gastar dinero, se indicó en el estudio.

Con una lista cada vez más larga de países que superan el umbral del millón de casos de COVID-19, una segunda ola de la pandemia está cobrando fuerza en el continente europeo, obligando a más países a volver a imponer restricciones y cierres, lo que agrava el enfriamiento del mercado de consumo.

El Reino Unido es un buen ejemplo. Según un informe de PricewaterhouseCoopers, tras el anuncio de un segundo confinamiento, el interés de la gente en el "viernes negro" disminuyó del 51 al 38 por ciento, lo que significa, como esperaba esta organización de servicios profesionales, que las ventas durante ese día caerían un 20 por ciento en comparación con el año pasado.

Al considerar al "viernes negro" como una oportunidad para compensar las pérdidas causadas por la pandemia, muchos propietarios de tiendas han sugerido que se alivien las medidas de confinamiento durante el fin de semana correspondiente, es decir, entre el 27 y el 29 de noviembre.

Mientras tanto en Francia, para lograr un equilibrio entre contener la COVID-19 y estimular la economía, el Gobierno nacional decidió aplazar por una semana el "viernes negro" en el país.

La decisión se tomó con el objetivo de permitir que las tiendas vuelvan a abrir en el futuro en condiciones de máxima seguridad sanitaria, expuso en un comunicado el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire.

Algunos propietarios de tiendas han optado por las ventas en línea en un intento por minimizar el impacto adverso de la pandemia.

"Es evidente que los canales presenciales como las tiendas en las calles, centros comerciales o grandes almacenes se verán menos beneficiados que las tiendas y productos que se ofertan por internet", según manifestó Pablo Contreras, consultor de Marketing y profesor de la EAE.

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