LIMA, 18 oct (xinhua) -- La ciudadela inca de Machu Picchu, en Perú, se adaptó positivamente a los nuevos retos que impone la pandemia del nuevo coronavirus (COVID-19) y se encuentra lista para recibir a los turistas.
El viceministro peruano de Desarrollo Estratégico, Gabriel Quijandría, resaltó a la prensa local que el gobierno peruano, la alcaldía de Machu Picchu, empresas privadas y hoteles se han adaptado a las nuevas exigencias sanitarias cuando este país registra 868.675 contagios y 33.759 muertes.
"Para asegurar un destino que responda a estas nuevas exigencias, a esta nueva interacción, nueva vuelta de tuercas y la exigencia de los nuevos destinos turísticos", expresó en una conferencia virtual este fin de semana.
Quijandría resaltó la puesta en vigencia de medidas preventivas y los protocolos sanitarios para proteger a los turistas, que a partir del primero de noviembre recibirá la ciudadela inca, que el año pasado recibió 1,5 millones de turistas.
"El COVID-19 y situaciones como esta, lo que están haciendo es consolidar la mirada, a nivel de los consumidores y la excelencia en temas de sostenibilidad", expresó.
Precisó que, en este contexto de crisis sanitaria, no basta solo con ofrecer buenos servicios de alimentación, un buen alojamiento o un atractivo muy espectacular, sino también se debe trabajar con sostenibilidad, seguridad y sanidad.
"Sin duda, la competencia va ser feroz, entonces, quienes lleguen primero, quienes puedan diferenciarse del resto, van a ser los que van a poder ganar en esta competencia", precisó.
El fundador de la cadena de hoteles Inkaterra, José Koechlin, destacó los atractivos naturales, culturales y los valores humanos que ofrece Machu Picchu con toda su herencia de una cultura milenaria.
"La demanda global, mirará a Machu Picchu por lo que el hombre hizo y por lo que el hombre hace, por los recuerdos y la grandeza inca", subrayó.
Según Koechlin, este logro también tiene que ver con el aporte y la gestión oportuna que realizan las autoridades municipales de Machu Picchu Pueblo, un distrito histórico cercano al santuario incaico.
"Por el buen manejo que el alcalde Darwin Baca está promoviendo en estos momentos, con esta presencia de decisión ciudadana, al hacer que Machu Picchu sea realmente una maravilla viva, de buen manejo, de buen ejemplo, que permita que sea una luz para muchos sitios en el mundo", dijo.
En este sentido, el vocero del Grupo AJE, Jorge López, que promueve una campaña de desarrollo sostenible y cero emisiones de carbono, se comprometió en la preservación del entorno natural.
"En el Grupo AJE estamos orgullosos de poder seguir colaborando con la municipalidad de Machu Picchu, para hacer de esta maravilla del mundo un modelo de sostenibilidad que inspire globalmente al cuidado de nuestro patrimonio natural y cultural", expresó.
Al respecto, el alcalde Baca, comprometió el esfuerzo de las autoridades locales para recibir a los turistas en un ambiente ecológico amigable y con garantías sanitarias para proteger a los visitantes.
"Minimizando su huella de carbono a partir actividades que mitiguen el cambio climático, enfocado en una mejor gobernanza institucional sostenible", puntualizó.
Desde el 2017, las autoridades peruanas del distrito de Machu Picchu desarrollan un programa para mitigar la huella del carbono, contribuyendo directamente en los esfuerzos globales de mitigación del cambio climático.
Machu Picchu, considerado el principal atractivo turístico del Perú, fue declarada una de las maravillas del mundo moderno en 2007 y fue reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1983.
