ESPECIAL: Argentina trata de volver a la normalidad a punto de superar el millón de casos de COVID-19

Actualizado 2020-10-19 04:45:15 | Spanish. xinhuanet. com

BUENOS AIRES, 18 oct (Xinhua) -- Argentina, país en cuarentena desde el 20 de marzo pasado por la pandemia de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19), está a punto de superar el millón de casos de la enfermedad, mientras trata de volver a la normalidad, lo que genera expectativas pero también incertidumbre, según coincidieron en señalar funcionarios y expertos consultados por Xinhua.

"La gente está muy cansada luego de tantos meses de cuarentena, pero no se da cuenta de que el sector salud está activado desde el 3 de marzo y en algunos sectores desde antes", dijo a Xinhua el presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), Omar Sued.

Argentina, que hasta la noche del sábado confirmó 979.119 casos de COVID-19 y 26.107 decesos, inició una cuarentena temprana cuando apenas se registraban 128 casos de la COVID-19 y 17 días después de haberse confirmado el primer contagio.

En los últimos siete meses, el paisaje urbano de Argentina se modificó y probablemente para siempre, según explicó a esta agencia de información la socióloga Josefina de Rosa.

"Celebraciones como el Día del Padre o el Día del Niño y los cumpleaños de nuestros seres queridos ya son distintos, sin amplias reuniones familiares, sin besos ni abrazos. Es extraño, pero los festejos tienen como denominador común el distanciamiento, el alcohol en gel y los barbijos (mascarillas)", dijo la socióloga.

"En la 'nueva normalidad' celebramos el estar vivos, pero separados, cada uno en su casa, lo que provoca tristeza en muchas personas. La tecnología nos dio la oportunidad de mantener los vínculos, pero nada reemplaza los encuentros presenciales, el poder compartir un almuerzo o un café, algo tradicional en nuestra cultura", agregó.

La "nueva normalidad" que busca Argentina incluye, por ejemplo, la necesidad de reservar un lugar para utilizar los trenes de cercanías, mientras las autoridades trabajan en la reanudación de los servicios de larga distancia, en las ramas aérea, terrestre y ferroviaria.

"Han sido siete meses bastante complejos, pero trabajamos en una rehabilitación paulatina, entendiendo que hay todavía un nivel de circulación muy importante de la COVID-19 en muchas de las jurisdicciones. Varias provincias están con situaciones muy críticas", dijo a su vez a Xinhua el ministro de Transporte, Mario Meoni.

El funcionario expresó que el gobierno argentino apunta a restablecer la normalidad, no solamente en el transporte público, sino en la actividad económica en general.

"Esperamos tener mayor cantidad de frecuencias y poder llevar a más personas, cumpliendo con los distintos protocolos que se están elaborando respecto del distanciamiento para la movilidad de las personas en un país tan amplio como el nuestro", apuntó el ministro.

Uno de los puntos destacados de la "nueva normalidad" en Argentina, vinculado en parte con la masiva presencia de residentes de origen italiano y español, se refiere a los cafés o cafeterías en calles, que se han recuperado luego de varios meses de ausencia.

El presidente de la Liga de Bares de Buenos Aires, Mariano Ruiz, sostuvo en ese sentido que "poder abrir y ofrecer un café al menos en mesas de la calle nos ayuda en lo económico y sirve para recuperar algo de nuestras tradiciones. La cuarentena nos afectó fuertemente".

Los bares y cafeterías del país ahora ofrecen su menú con códigos de barras que se leen en teléfonos móviles y que se utilizan para pagar, mientras que algunos montaron "burbujas" en sus terrazas a fin de mantener el aislamiento entre clientes.

El ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, recibió a Xinhua en la Casa de Gobierno, donde comentó que tras meses "muy complicados, no solamente para el sector turístico en Argentina, sino para el sector en el mundo", la "nueva normalidad" para el país incluye la pronta "regularización de los vuelos de cabotaje, un gran primer paso".

"En los próximos días vamos a empezar a hacer pruebas con algunas de las provincias que no tienen circulación comunitaria del virus para que puedan recibir turistas", expresó.

"Vamos a tener que convivir con el virus, pero tenemos la vocación de trabajar en una agenda de reactivación, con protocolos sanitarios homologados por las 24 provincias de Argentina", complementó Lammens.

A tono con la nueva normalidad, el ciclo lectivo, suspendido desde el 16 de marzo pasado, volvió el 13 de este mes en Buenos Aires con clases en los patios de las instituciones, grupos de hasta 10 alumnos e ingresos por tandas, cada 30 minutos, para garantizar el distanciamiento y permitir tareas de higiene y desinfección.

"Empezamos con los chicos del último nivel de cada uno de los ciclos: con los de quinto año de las escuelas medias, los sextos años de las escuelas técnicas y los séptimos grados de las escuelas primarias", explicó la ministra de Educación de la capital argentina, Soledad Acuña.

El protocolo para volver a vincular alumnos, docentes y escuela incluye controles de temperatura, máscaras de protección facial y alcohol en gel para la comunidad educativa.

De los 24 distritos del país sudamericano, la ciudad de Buenos Aires y las provincias de San Luis (centro), Formosa (norte) y La Pampa (centro) ofrecen clases presenciales, las últimas tres sólo para alumnos de escuelas rurales.

Las provincias de San Juan (oeste), Catamarca (noroeste) y Santiago del Estero (norte) a su vez tuvieron que dar marcha atrás debido al aumento de casos de COVID-19, aunque no estuvieron relacionados con la actividad escolar.

La economista Natalia Motyl consideró sentir "mucha incertidumbre" respecto al día en que se retorne de la cuarentena y todo se retome de nuevo.

"¿Qué nos esperará tras más de siete meses? ¿A qué nos vamos a tener que enfrentar?", preguntó Motyl, para agregar que "todos coincidimos en que ninguno de nosotros es el mismo".

 
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ESPECIAL: Argentina trata de volver a la normalidad a punto de superar el millón de casos de COVID-19

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BUENOS AIRES, 18 oct (Xinhua) -- Argentina, país en cuarentena desde el 20 de marzo pasado por la pandemia de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19), está a punto de superar el millón de casos de la enfermedad, mientras trata de volver a la normalidad, lo que genera expectativas pero también incertidumbre, según coincidieron en señalar funcionarios y expertos consultados por Xinhua.

"La gente está muy cansada luego de tantos meses de cuarentena, pero no se da cuenta de que el sector salud está activado desde el 3 de marzo y en algunos sectores desde antes", dijo a Xinhua el presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), Omar Sued.

Argentina, que hasta la noche del sábado confirmó 979.119 casos de COVID-19 y 26.107 decesos, inició una cuarentena temprana cuando apenas se registraban 128 casos de la COVID-19 y 17 días después de haberse confirmado el primer contagio.

En los últimos siete meses, el paisaje urbano de Argentina se modificó y probablemente para siempre, según explicó a esta agencia de información la socióloga Josefina de Rosa.

"Celebraciones como el Día del Padre o el Día del Niño y los cumpleaños de nuestros seres queridos ya son distintos, sin amplias reuniones familiares, sin besos ni abrazos. Es extraño, pero los festejos tienen como denominador común el distanciamiento, el alcohol en gel y los barbijos (mascarillas)", dijo la socióloga.

"En la 'nueva normalidad' celebramos el estar vivos, pero separados, cada uno en su casa, lo que provoca tristeza en muchas personas. La tecnología nos dio la oportunidad de mantener los vínculos, pero nada reemplaza los encuentros presenciales, el poder compartir un almuerzo o un café, algo tradicional en nuestra cultura", agregó.

La "nueva normalidad" que busca Argentina incluye, por ejemplo, la necesidad de reservar un lugar para utilizar los trenes de cercanías, mientras las autoridades trabajan en la reanudación de los servicios de larga distancia, en las ramas aérea, terrestre y ferroviaria.

"Han sido siete meses bastante complejos, pero trabajamos en una rehabilitación paulatina, entendiendo que hay todavía un nivel de circulación muy importante de la COVID-19 en muchas de las jurisdicciones. Varias provincias están con situaciones muy críticas", dijo a su vez a Xinhua el ministro de Transporte, Mario Meoni.

El funcionario expresó que el gobierno argentino apunta a restablecer la normalidad, no solamente en el transporte público, sino en la actividad económica en general.

"Esperamos tener mayor cantidad de frecuencias y poder llevar a más personas, cumpliendo con los distintos protocolos que se están elaborando respecto del distanciamiento para la movilidad de las personas en un país tan amplio como el nuestro", apuntó el ministro.

Uno de los puntos destacados de la "nueva normalidad" en Argentina, vinculado en parte con la masiva presencia de residentes de origen italiano y español, se refiere a los cafés o cafeterías en calles, que se han recuperado luego de varios meses de ausencia.

El presidente de la Liga de Bares de Buenos Aires, Mariano Ruiz, sostuvo en ese sentido que "poder abrir y ofrecer un café al menos en mesas de la calle nos ayuda en lo económico y sirve para recuperar algo de nuestras tradiciones. La cuarentena nos afectó fuertemente".

Los bares y cafeterías del país ahora ofrecen su menú con códigos de barras que se leen en teléfonos móviles y que se utilizan para pagar, mientras que algunos montaron "burbujas" en sus terrazas a fin de mantener el aislamiento entre clientes.

El ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, recibió a Xinhua en la Casa de Gobierno, donde comentó que tras meses "muy complicados, no solamente para el sector turístico en Argentina, sino para el sector en el mundo", la "nueva normalidad" para el país incluye la pronta "regularización de los vuelos de cabotaje, un gran primer paso".

"En los próximos días vamos a empezar a hacer pruebas con algunas de las provincias que no tienen circulación comunitaria del virus para que puedan recibir turistas", expresó.

"Vamos a tener que convivir con el virus, pero tenemos la vocación de trabajar en una agenda de reactivación, con protocolos sanitarios homologados por las 24 provincias de Argentina", complementó Lammens.

A tono con la nueva normalidad, el ciclo lectivo, suspendido desde el 16 de marzo pasado, volvió el 13 de este mes en Buenos Aires con clases en los patios de las instituciones, grupos de hasta 10 alumnos e ingresos por tandas, cada 30 minutos, para garantizar el distanciamiento y permitir tareas de higiene y desinfección.

"Empezamos con los chicos del último nivel de cada uno de los ciclos: con los de quinto año de las escuelas medias, los sextos años de las escuelas técnicas y los séptimos grados de las escuelas primarias", explicó la ministra de Educación de la capital argentina, Soledad Acuña.

El protocolo para volver a vincular alumnos, docentes y escuela incluye controles de temperatura, máscaras de protección facial y alcohol en gel para la comunidad educativa.

De los 24 distritos del país sudamericano, la ciudad de Buenos Aires y las provincias de San Luis (centro), Formosa (norte) y La Pampa (centro) ofrecen clases presenciales, las últimas tres sólo para alumnos de escuelas rurales.

Las provincias de San Juan (oeste), Catamarca (noroeste) y Santiago del Estero (norte) a su vez tuvieron que dar marcha atrás debido al aumento de casos de COVID-19, aunque no estuvieron relacionados con la actividad escolar.

La economista Natalia Motyl consideró sentir "mucha incertidumbre" respecto al día en que se retorne de la cuarentena y todo se retome de nuevo.

"¿Qué nos esperará tras más de siete meses? ¿A qué nos vamos a tener que enfrentar?", preguntó Motyl, para agregar que "todos coincidimos en que ninguno de nosotros es el mismo".

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